TRES

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Ya había pasado el mediodía cuando Kyungsoo salió de su habitación. Había vuelto de casa de Jongdae en la madrugada, cuando sintió llegar a Baekhyun. Le daba curiosidad saber si de nuevo estaba con Sehun, pero prefería no meterse en asuntos ajenos.

Chanyeol estaba almorzando solo, lo cual significaba que Jongin había trasnochado llorando por su reciente ruptura. Kyungsoo todavía le debía una patada en los huevos a Taemin por engañar a su amigo. Nadie se metía con Kim Jongin y vivía para contarlo, mientras Kyungsoo estuviera vivo. Se sentó en la punta de la mesa y, todavía adormilado, le arrebató el plato al gigante pelirrojo para robarle un poco de comida.

—¡Ey! Prepara tu propio almuerzo —se quejó Chanyeol.

—Dame solo un poquito —masculló.

La puerta del moreno se abrió y ambos lo miraron. Caminaba raro, incluso se veía gracioso, como si cojeara, pero con una simpatía particular. Kyungsoo se contuvo de preguntar qué le había pasado, porque sinceramente parecía que se lo habían cogido la noche anterior. Jongin se lanzó en el sillón y Chanyeol fue a la cocina por un plato de comida que luego le llevó al menor. Kyungsoo levantó una ceja ante aquel trato preferencial y se atiborró la boca con el almuerzo del gigante, "por egoísta".

Un par de minutos después estaban los tres desparramados en el sillón grande, sin noción de lo propio y ajeno. Kyungsoo en el medio, tenía ganas de sentirse mimado. Luego de escoger una película, dejó caer su cabeza en el hombro de Chanyeol y colocó las piernas sobre las de Jongin, que se quejó, pero no las apartó. Pasaron casi dos horas en esa posición, inmersos en la película cuya portada parecía una comedia romántica normal, y terminó siendo una erótica bizarra.

—No más páginas piratas desconocidas —resolvió Jongin cuando aparecieron los títulos del final en la pantalla.

No era como si nunca hubiera visto porno con Kyungsoo, probablemente tampoco Chanyeol, pero era la primera que lo hacían los tres juntos. Chanyeol y Jongin no compartían ese tipo de privacidad.

—Aysh, esa mierda me puso caliente —se quejó el mayor y se masajeó sin miramientos sobre la ropa; el corrimiento de la tela resaltó la erección.

—¡Agh! Qué asco, Chanyeol, no hagas eso aquí —espetó Jongin, tapándose los ojos.

—No te quejaste cuando la tuviste adentro —canturreó Chanyeol con una sonrisa de satisfacción en la cara. El moreno se ruborizó y susurró un "pervertido".

—¿Qué? —Kyungsoo sonrió con picardía mirándolos a ambos—. No sabía que tenían ese tipo de relación entre ustedes.

—¡Solo fue una vez! —se defendió Jongin, sin saber exactamente de qué.

—Oh, pero serán muchas más —aseguró Kyungsoo—. No puedes montar a Park Chanyeol y que tu mente salga ilesa de eso, desearás más.

El mencionado abrió la mano para que Kyungsoo le chocara los cinco. Jongin bufó, incrédulo de que eso realmente estuviera pasando. Se preguntó en qué estaba pensando cuando decidió mudarse con esos dos ególatras sexuales que, para colmo, eran amigos desde que usaban pañales y siempre se cubrían la espalda.

—De cualquier forma —prosiguió el bajito—, imaginarlos haciéndolo me encendió a mí, ¿nos damos una mano? —le preguntó a Chanyeol sin vergüenza.

El aludido miró fugazmente a Jongin, pero éste se mantenía con el ceño fruncido mirando la pantalla, como si nada le importara más que lo dejaran tranquilo de una vez. Kyungsoo esperaba ansioso y Chanyeol simplemente no podía negarse a esos ojos tan persuasivos.

¿Quién es el papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora