TREINTA Y CUATRO

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El segundo día Kyungsoo aún despertó sobresaltado al encontrar la cama vacía y corrió fuera de la habitación para encontrarse con el desayuno listo. Había una nota con la letra de Baekhyun que decía "tengo que entrar más temprano". Kyungsoo dobló el papel y lo guardó en uno de sus bolsillos. Se sentó y comió en silencio, preguntándose si dejaría de despertarse asaltado por la angustia de que Baekhyun en realidad no estuviera a su lado.

Cuando regresó a su habitación para vestirse, encontró algo distinto en la muda de ropa que había dejado preparada la noche anterior. La sudadera robada a Chanyeol había sido reemplazada por una de Baekhyun. Kyungsoo sintió un calor extenderse en su pecho mientras la tomaba entre sus dedos para hundir su nariz en ella y oler la fragancia característica de su dueño.

Desde la noche anterior estaba intentando comprender el accionar de Baekhyun sin ilusionarse, después de todo él mismo le había dicho a Chanyeol que era en vano hacerlo. Pero siempre había sido débil al más mínimo gesto de afecto de Baekhyun y esta vez no era la excepción. Su corazón comenzó a bailar de alegría, confiado de que solo estaban pasando por un momento complicado y que pronto estarían compartiendo su amor como unas semanas atrás. Pensó que, así como Baekhyun se estaba esforzando por acortar la distancia entre los dos, sería buena idea prepararle la cena. Entonces le agradecería por los cuidados del día anterior, ya que estaba tan preocupado por ser cauteloso que había sido muy frío con él.

Le pidió a Wolf que fuera paciente unos minutos y decidió salir a por los ingredientes. En la puerta se topó con Junmyeon. Luhan era quien quería visitarlo originalmente, estaba preocupado desde la última vez que lo había visto, pero su embarazo doble se estaba volviendo pesado y el médico del grupo le había ordenado que descansara ese día, prometiendo ir a la cita con Kyungsoo en su lugar.

—Así que finalmente te dignaste a salir solo —dijo Junmyeon, con una sonrisa cargada de alivio.

Kyungsoo le indicó a dónde iba y Junmyeon lo acompañó. Como era una compra normal de alimentos no le llamó la atención. Solo cuando estuvieron de regreso en el apartamento y vio a Wolf se percató de que había una anomalía.

—¿Hablaste con Baekhyun? —preguntó.

Jongdae lo evitaba hacía una semana, Baekhyun ignoraba su móvil desde la pelea con Kyungsoo y este directamente había apagado el suyo así que no tenía novedades de la situación.

—Está viviendo aquí —respondió el menor.

Junmyeon extendió una enorme sonrisa y lo sujetó de los brazos.

—¿Están juntos ahora?

Kyungsoo se sonrojó y abultó los labios.

—Eso espero —musitó.

—¿No sabes? —Junmyeon se desilusionó un poco.

—Todavía estamos solucionando nuestros problemas.

El mayor miró las bolsas de las compras y comprendió que parte de su contenido estaba destinado a ser una cena especial, así que se arremangó para ayudarlo a cocinar. Cuando Chanyeol estuvo de regreso al atardecer, Junmyeon se marchó. El gigante olió la comida y manifestó su apetito, pero Kyungsoo le dijo que solo le convidaría si paseaba a Wolf. Chanyeol cumplió. Aún así fue desterrado a su habitación, junto con el perro, aunque con una ración prominente.

Kyungsoo se sentó en la mesa preparada para dos y esperó que fuera la hora en que Baekhyun llegaba. Cinco minutos antes, la ansiedad y el silencio lo estaban matando, así que encendió la televisión. No pudo concentrarse, pero al menos se sentía acompañado por el murmullo de fondo, que cubría el sonido mortificante de las manecillas del reloj. Diez minutos. Veinte minutos. Cuarenta.

¿Quién es el papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora