¿Quién es el papá?

VEINTICINCO

Chanyeol pasó la tarde ordenando y limpiando el departamento. Nunca se imaginó haciendo eso por alguien. Mucho menos alguien a quien esperaba asombrar con una velada romántica. Incluso cocinó y decoró con velas el comedor. No era que Yixing fuera especial al lado de otras personas, era más bien que luego de lo que le ocurrió con Jongin necesitaba un cambio radical en su vida, y uno de ellos era su manera de relacionarse con las personas. Tampoco era que de pronto quería sentar cabeza, pero sí darle una chance a conocer la vida en pareja y entender por qué era tan genial para los demás.

La puerta de Jongin la dejó trancada luego de quitar cualquier rastro de su existencia del resto del departamento. No quería encontrarse en medio de la cena recordando a la persona que se suponía debía estar olvidando con Yixing. Hasta quitó los cojines decorativos del sofá porque cada vez que los veía, volvía a su cabeza la imagen de Jongin apretándolos con sus manos mientras él lo follaba.

Cuando Yixing llegó, Chanyeol lo recibió con un beso de rutina y un "¿qué tal estuvo tu día?", que el otro respondió con entusiasmo mientras lo seguía a la cocina, echando un vistazo al comedor. Yixing lo premió con un beso más apasionado cuando terminó de cocinar, halagado por el esfuerzo. Chanyeol seguía siendo fácil de calentar, por lo que en ese momento hubiese querido saltearse la cena e ir directo a la cama. Pero se repitió mentalmente que estaba intentando algo nuevo, algo diferente del Chanyeol que solía ser, y se concentró en el plan original.

Sin embargo, aún con todos sus esfuerzos para que Jongin no visitara sus pensamientos esa noche, todo le recordaba a él. Y ya no era el lugar el único problema, sino las situaciones. Yixing se sentó al otro lado de la mesa para conversar de frente, como cualquier pareja normal, pero Jongin acostumbraba sentarse a su lado porque así estaba más cerca. Y aunque siempre se quejaba de que Chanyeol no lo dejaba comer tranquilo, él seguía sentándose ahí, porque cuando Chanyeol terminaba con la broma se disculpaba, le daba un beso y le pedía que siguiera hablando de lo que hablaba antes de que lo interrumpiera, y todo eso sin perder el hilo o el interés en lo que estaba diciendo. En cambio no podía decir ahora que realmente le estaba prestando atención a Yixing.

Al terminar la cena, Yixing miró la hora y, adivinando sus intenciones, Chanyeol le preguntó si quería quedarse a dormir, ya que estaban solos. No por nada había hecho tantas preparaciones. Todavía no habían tenido oportunidad de acostarse y pretendía que ese fuera el día. Yixing aceptó sin dudar, sacando a relucir que él también había esperado eso.

Dos horas después, luego de mirar una película y lavar los platos, se dirigieron algo somnolientos al dormitorio de Chanyeol y se quitaron la ropa por su cuenta como cualquier pareja casada antes de ir a dormir. Solo cuando las luces estuvieron apagadas se acercaron el uno al otro debajo de las sábanas, buscando sus labios.

Chanyeol no pudo evitar comparar los besos suaves de Yixing con los rudos de Jongin; aquellos que todo el tiempo intentaban tomar el control y dominar la situación, que siempre lo encendían al menor contacto y que jugaban a provocarlo, consiguiendo rápidamente la victoria y demostrando que en realidad lo tenían bastante dominado. Porque en su relación con Jongin, Chanyeol era el que daba, pero el moreno era quien ponía los límites y el que tomaba las decisiones, mientras él obedecía.

Con Yixing no había una relación de poder, pero tampoco había una relación. Le agradaba y le gustaba pensar que podrían ser buenos amigos, pero no había sentimiento o química entre ellos. Y no creía que fuera el único en darse cuenta que algo faltaba. Interrumpió el beso y se alejó de Yixing para encender la luz.

—Lo siento, no puedo concentrarme —admitió, sentándose en la cama mientras peinaba su cabello hacia atrás con los dedos.

—Estás preocupado por algo —dedujo Yixing—. Estuviste distraído toda la cena.