●Año 2000●
~Phoenix, Arizona~
El autobús escolar se detuvo frente al Museo Científico de Arizona. Al momento, unos 20 niños comenzaron a salir, cada uno con una pareja que habían escogido para toda la excursión, claramente todos estaban entusiasmados, precisamente por poder salir de las aulas escolares.
—Niños, niños, tranquilos, manténganse juntos ¿ya todos tienen pareja? —dijo la maestra del grupo de cuarto grado tratando de brindar orden.
Lo cierto era que no todos los niños tenían pareja pues en ese momento una niña de 10 años con ojos cafés y cabellos oscuros bajó del autobús, sola y temerosa de mirar a sus compañeros, que solo le lanzaban miradas de rechazo.
—Veronica... cielo, tendrás que quedarte conmigo esta vez...
La niña asintió con una mirada triste mientras escuchaba las risas algo silenciosas de los niños que no podían evitar burlarse de ella al encontrarla patética.
Veronica se agarró de la mano de su maestra y entró junto a ella al museo.
La verdad era que adentro del lugar había cosas fascinantes. Prototipos de inventos extraordinarios que estaban por incursionar la humanidad y prototipos de inventos que en su tiempo fracasaron pero que en un futuro podrían ser una realidad factible, entre estos últimos estaba un automóvil inventado por el gran Howard Stark por ahí de 1943, un automóvil que pretendía no tocar el suelo.
Inventos no solo de Howard Stark, sino también de otros científicos tales como Nathaniel Richards, Norman Osborn, Maya Hansen, Samuel Sterns y de más.
Había salones con objetos que superaban a los anteriores respecto a magnificencia y claro que todos los niños sintieron demasiada fascinación.
Objetos de radiación electromagnética, máquinas que provocaban ondas transparentes de energía que después para ser vistas se tornaban azules con cierto destello... todo era completamente fascinante.
Hubo un momento en el que se decidió darles un receso a los niños y por tanto la maestra que acompañaba a la pequeña Veronica se soltó de ella para entablar una conversación con el "apuesto" guía de la excursión.
Todo el grupo de niños estaba reunido jugueteando a que eran importantes científicos y que con sus artefactos harían un mundo más cool.
Veronica se decidió a acercarse e intentar integrarse como se lo había propuesto su madre.
(...)
—Vamos, Ronnie, tienes que relacionarte con otros niños... no puede ser tan malo, inténtalo. Y mira, si no te aceptan, los tontos son ellos porque tú eres una niñita maravillosa...
(...)
Suspiró y se decidió a intentarlo, al menos para que su madre estuviese orgullosa de ella.
No era muy buena para hacer amigos, pero tenía mucho miedo a quedarse sola.
Se acercó a los niños con timidez causando un gran silencio entre ellos que no dejaron de mirarla como si ella fuese un insecto.
— ¿Qué estás haciendo? —preguntó una de las niñas, asqueada por la presencia de la niña que estaba un poco robusta.
—Quiero hacer amigos—dijo la niña agarrándose un brazo y encogiéndose de hombros.
Uno de los niños se acercó a ella, era el típico mocoso mimado que controlaba a todos a su alrededor y los hacía a su antojo, cruel, un bravucón al que no le interesaba andarse con tacto.
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Devastation [•Steve Rogers•] (I)
Fanfiction"Surgió una idea, de buscar y reunir a un grupo de personas excepcionales y tratar de convertirnos en algo más, para que al necesitarnos libráramos las batallas que ellos no podrían ganar" Veronica Varano fue una niña a la que luego y a raíz de una...