14. La Vida que Odié

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*CAMINO A ENDGAME*

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ESPACIO

~Nave de Thanos~

Gamora°|

Estúpida. Fui una completa estúpida al creer que Thanos no tendría planes de sobra para vencerme. Él me entrenó, él me conocía y a mis movimientos de pelea, me había enseñado a ser analítica, a acabar con quienes se interpusieran en mi camino; pero era obvio que eso no lo incluía a él.

Debí haber imaginado todo lo que pasaría, pero no me quería creer que Thanos hubiese conseguido la Gema de la Realidad para cuando hubiesemos llegado a Knowhere. Creía que sería duro morir a manos de Peter, pero en realidad era muchísimo más duro el haber fracasado en la misión y que Thanos me hubiera alejado de él, por yo saber lo que sabía.

Tenía que manternerme firme, no ceder ante Thanos, así él tuviera que matarme.

Miré su enorme e imponente silla, aquella en la que siempre me veía peleando con Nebula y no pude hacer más que recorrer con la vista todo y terminar sentándome en las escaleras.

Detestaba que todo esto hubiese ocurrido, era como si todo encajara para decirme que no merecía ser feliz por todo lo que en un pasado había hecho.

Todo en esta vida se castigaba, y tal parecía que mi castigo era estar de vuelta en la nave de Thanos y a su merced.

Fui despreciable, lo fui en serio, pero el estar arrepentida e intentar redimirme parecía no haber sido de mucha ayuda, pues la vida me volvía a castigar.

Solo me quedaba aferrarme a algo: a la esperanza de estar de vuelta con Peter y con mis amigos a pesar de todo.

Mis lamentos y esperanzas fueron interrumpidos al verlo a él acercarse a mí con algo de comida en un vaso. Odiaba que él viniera a verme con esa mirada, con el convencimiento de que era mi padre y me quería, porque no lo hacía, él no amaba nada.

Me puse de pie y le lancé una mirada de absoluto desprecio.

Qué decepción mía al haberlo considerado mi padre alguna vez, y más que nada, el hecho de sentir todavía cierto tipo de afecto a pesar de lo mucho que lo odiaba por la cosa tan espantosa en la que me covirtió, y además de lo que a mí me hizo, lo que a Nebula le hizo y por hacer que nos odiarámos durante tanto tiempo cuando en realidad debimos de haber sido aliadas, así no nos hubiéramos sentido tan solas y acorraladas por él, aunque a veces pensaba que de cierta forma, no debimos ceder a odiarnos por su culpa, y luego me retractaba porque la verdad fue que nos cegamos, porque eso era todo lo que él nos transmitía y siendo niñas ¿Qué más podíamos hacer?

Aquel pensamiento de que debí de haber permitido que me matara cuando era niña volvió a mi mente, pero eso no habría evitado que él fuera en busca de las gemas, ni que a mí me confiara ciertas misiones, porque si no era yo, alguien más lo haría y de todas maneras, la existencia misma estaría en peligro.

—Pensé que tendrías hambre—me dijo tendiéndome el vaso.

Miré sus acciones detenidamente, tomé el vaso y después lo vi a él.

Era el maldito colmo de la hipocresía.

Lancé el vaso contra su silla haciendo que el vaso se rompiera y tratando de sentir algo de satisfacción al hacerlo, pero no sentí ningún alivio ni consuelo, al contrario, estaba demasiado enojada, con él, conmigo, con las circunstancias.

Devastation [•Steve Rogers•]  (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora