Mayo de 2016
Look at the stars/look how they shine for you/and everything you do/yeah, they were all yellow
I came along/I wrote a song for you/and all the things you do/and it was called 'Yellow'
Al tercer timbrazo del móvil, deja de cantar y detiene la música. Toma el manos libres de la guantera, y lo introduce en su oído.
—¿Cuántas veces he dicho que hay momentos en los que no pueden llamarme? —dijo girando el timón del auto al pasar la curva.
—Lo siento, doctora Muller, pero es que el señor Burke ha insistido en contactarla para confirmar su cita de esta mañana —dijo la muchacha nerviosa.
—Llámalo y dile que no tiene por qué preocuparse, su cita se mantiene para el día de hoy. Y sobre lo otro, no quiero que esto se repita, ¿entendiste, Rachel?
—Si doctora, le prometo que no volverá a suceder.
Saca el aparato de su oído, deteniéndose en el camino solitario y mira su reloj.
—A tiempo.
Se quita los zapatos de suela roja y toma la chaqueta de punto, tirada en el asiento del pasajero. Descalza, camina hacia la arena, fría todavía a esa hora.
—Vengo a pasar tiempo contigo, mamá —se acerca un poco más hasta donde el agua tocaba la arena, desenrolla la toalla que llevaba bajo el brazo y la extiende en la parte seca—. Lo extraño, pero me hace feliz que papá por fin haya tomado vacaciones.
Unas gaviotas volaban a baja altura, hasta casi enredarse con las aquietadas olas. Todavía estaba algo oscuro, ese era su momento preferido cuando el día aparecía de repente, desvaneciendo las tinieblas que lo envolvían todo.
—Ahora que trabajo con él, entiendo porque algunas veces llegaba tarde a casa, su dedicación a sus pacientes es admirable —hunde los dedos en la arena que comienza a calentarse a medida que los fulgores magentas, anunciaban la llegada del sol en el horizonte.
Se deja caer en la toalla y levanta la mano como si tratara de tocar las pocas nubes que se desplazaban por el cielo.
—Doce años es demasiado, ¿no crees que papá debe rehacer su vida con alguien que lo haga feliz, como tú lo hiciste?
Evoca la imagen de Diana, usando el delantal de girasoles mientras preparaba el pastel de fresa que era su favorito. Recordaba poco del sabor o la sensación que le producía al comerlo, sentada en el portal de su antigua casa con su madre trenzándole el cabello.
—He hecho un buen uso del libro que preparaste para mí —rueda los dedos tibios por sus piernas desnudas hasta la rodilla.
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En las profundidades del océano
Romance« Ni siquiera sé lo que hago, estoy aquí en el piso de concreto, sentada muy cerca del hombre que causo algunas de mis peores pesadillas » April Muller no tenía como meta la venganza, pero al menos quería que si algún día la vida le daba la oportun...