El corazón en un puño

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Llevaba más de un minuto contemplando la pantalla del ordenador, con dudas de dar el siguiente paso. Shane le advirtió que caminaba en terreno peligroso, pero de alguna manera, quería conseguir las respuestas que tanto necesitaba. Nunca tuvo interés en averiguar de la vida de Liam, aun sabiendo lo influyente que eran los Thorne en el círculo de hoteleros del Estado de California, y que encontraría información en la red con facilidad.

Coloca los dedos sobre el teclado y escribe «William» luego «Thorne». El navegador dio como resultado una serie de sitios web, algunos hablaban de eventos sociales, otros se referían al patriarca de la familia y fundador de la cadena de hoteles Kinsale.

-Su abuelo -posicionó el cursor en un sitio social que hablaba de las bondades del hombre que Liam mencionaba con frecuencia y con profundo afecto.

Exploró el sitio un poco más y se encontró con una fotografía de hace diecisiete años. Un hombre muy guapo, de aspecto varonil y elegante, cabello oscuro y que vestía un costoso traje gris, se encontraba parado en el vestíbulo de un lujoso hotel. Jaclyn también estaba en la imagen, en ese entonces el cabello rubio le llegaba a la mitad de la espalda.

Clavó los ojos en el niño en medio de ambos, sus grandes ojos brillaban exultantes mirando al hombre junto a él.

-Gregory Thorne -leyó al pie de foto-, con su amada familia.

Cerró el sitio, porque no había más información referente a ellos. Regresó al navegador y escribió Gregory Thorne y luego hoteles Kinsale. El primer resultado era de la página del hotel con varios números de teléfono para reservas, pero se decidió por la segunda, el sitio de un periódico local con fecha reciente. El padre de Liam se veía igual que en la fotografía anterior, pero su espeso cabello oscuro tenía algunas salpicaduras grises, y junto a él, estaba otro hombre de fisonomía árabe. Al pie de foto decía: Gregory Thorne, CEO y presidente.

-Sus padres se divorciaron cuando tenía quince años, el mismo año en que su abuelo murió de un ataque al corazón y su nana...

Optó por buscar algo relacionado con una tragedia en la familia, escribió Thorne junto a la palabra tragedia. Cubrió su boca con el resultado que arrojó la búsqueda.

Apenas dos meses después de sufrir la pérdida del patriarca de la familia, los Thorne han pasado por otra situación dolorosa. El 18 de marzo, la mujer que trabajó por años en su familia como nana, fue asaltada de camino a casa de su hijo en Clairemont. El criminal la golpeó y como consecuencia de las heridas internas, falleció en la sala de urgencias.

Se hundió en la mullida silla de cuero, sintiendo fuertes calambres en el estómago que se extendieron hasta sus piernas, dificultándole el mantenerse serena.

Sacude la cabeza aturdida, y ve a Rachel que traía el té que solía beber por la mañana.

-Endulzado con tres gotas de miel -dejo la taza en el escritorio sin recibir respuesta alguna-. Doctora Muller.

-No tengo citas para esta tarde.

-Sólo la persona de la farmacéutica, pero si quiere puedo moverla para mañana.

-Hazlo, por favor -contempla la pantalla del ordenador, un Liam de quince años, vestía de negro y mostraba la misma mirada sombría que tantas veces vio en el colegio.

-Como usted diga -respondió Rachel, inquieta de verla con el rostro lívido-. Perdón, ¿se siente bien?

-No tanto como quisiera -repuso ella.

En las profundidades del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora