En las profundidades del océano

Aturdida

Arrastra los pies hacia la puerta, tras escuchar la voz de su padre; Thomas lucía intranquilo y no era de extrañar la razón. April dejo el restaurante primero, y cuando llegó casa, se fue directo a su habitación, el único lugar con la privacidad suficiente para sacar todo el coraje que sentía, o al menos hacerlo en silencio.

-Esta noche te has comportado de manera extraña.

-Tengo un poco de migraña -dijo conociendo la expresión en el rostro de su padre, cuando éste tenía dudas de algo.

-Hace tiempo que no la tenías.

-Es la fatiga, he tenido mucho trabajo en la clínica -frotó sus sienes. No podía decirle que Liam era el responsable de lo que sucedió hace 10 años y que ella tantas veces se negó a decir su nombre.

-No debí dejarte sola por tantas semanas, y más cuando Roger estaba de viaje.

Sacudió la cabeza y lo besó en la mejilla.

-Ve con tu esposa.

-¿No vas a venir?

-No quiero echar a perder la reunión con mi mal humor -dijo sintiéndose mal por engañarlo-. Voy a dormir.

-Me disculparé por ti, con ella y Liam.

No pudo evitar arrugar la cara al escucharlo decir ese nombre con tanta familiaridad.

-Sí, por favor.

-Arreglaré la habitación de huéspedes.

-De acuerdo.

Por más que trató de conciliar el sueño, le martillaba la cabeza, asi que fue por las pastillas que guardaba en su baño pero la caja estaba vacía. Recordó que en el de invitados, cerca de la sala, había guardado otra. Salió con cuidado, su habitación estaba lejos de la de su padre, pero cerca de la de huéspedes donde Liam dormía. Apretó el puño, parándose frente a su puerta.

-Si fuera como tú, te haría algo horrible, pero esa es la diferencia entre nosotros.

Tomó la caja azul del botiquín del baño, luego se dispuso a ir a la cocina por un vaso con agua cuando vio una sombra cruzar la sala y luego detenerse en uno de los sofás.

-¿Quién? -pregunta moviendo el interruptor de la lámpara.

-April -la voz taciturna hizo que se aceleraran las pulsaciones de su corazón.

-Tu... -susurró con la garganta apisonada.

-Quiero hablar contigo -dijo Liam acercándose, parecía que en verdad sabia quien era ella-. Algo muy importante.