Sebastián se encerró en su cuarto con la mente confundida, no lograba explicarse el porqué le había hablado de aquella forma a Dylan, había actuado como un imbécil, actuó como lo hubiesen hecho ellos al encontrarse con alguien como él, alguien de bajos recursos.
Cierto era que Dylan lo había besado y aquello lo molestó, pero no fue el acto mismo sino lo que sintió antes, durante y después del beso lo que lo había confundido y en su defecto provocó aquella reacción en él. Debía, no, tenía que disculparse de inmediato, si dejaba pasar tiempo lo único que conseguiría sería que la herida profundizase más. Pero su orgullo de lo impidió. Buscando como deshacerse de la culpa se metió a bañar para descansar aún más rápido. Se puso el pantalón de la pijama y una sencilla camiseta, pensó en tomar por lo menos la dosis que acostumbraba de somníferos pero se contuvo, si seguía así pronto se volvería dependiente.
Al poco rato de estar recostado el sueño lo fue invadiendo lentamente...Sebastián se levantó molesto, hacía un frío del demonio y con sus problemas para dormir cualquier cosa por mínima que fuera la impedía dormir largo y tendido; se paró de mala gana y buscó otra cobija, volvió a acostarse con la pretensión de dormir pero el sueño lo evadió, dio muchas vueltas entre las cobijas esperando que Morfeo lo tomara entre sus brazos pero el dios lo despreció. Estaba impaciente pero en estado de quietud cuando de repente se paró de sopetón al caer en cuenta que no era el único que se hallaba en la casa, Dylan probablemente también tendría frío. Como un loco volvió al armario y sin importarle mucho removió la ropa hasta dar con sus cobijas; ninguna era lo bastante gruesa como la que él tomó hacía unos minutos. Agarró dos y procurando no hacer ruido abrió la puerta y se dirigió a la sala, no tuvo que caminar mucho, su casa era pequeña.
Vio a Dylan acostado en el vil suelo con apenas la sábana abrigando su largo cuerpo; ¿Por qué no había pensado en ello antes? Dylan era demasiado alto como para dormir en el sofá, se abofeteó mentalmente.
<<Debe estar incómodo. >>
Sebastián intentó encontrar alguna forma de solucionar aquello, pero su casa no tenía una habitación para huéspedes, tampoco podría cargar a Dylan y llevarlo a su habitación para que él durmiera en su cama, y Sebastián en la de un madre. ¿En qué pensaba su mamá al invitar a Dylan a quedarse? Seb ya era casi un adulto podía cuidar de si mismo, no hacía falta que alguien estuviera con él. Suspiró cansado y dejó de renegar, colocó dos cobijas sobre el cuerpo de Dylan; sin embargo algo parecía no estar bien, no podía dejarlo allí pero tampoco podía cargarlo; no obstante no halló la manera de solucionar aquel dilema.
- Lamento tanto haber sido grosero - se disculpó en un susurro antes de volver a su habitación.
Se recostó y sin evitarlo tomó dos píldoras; no pasó mucho antes que durmiera.
La alarma sonó y Seb se levantó sin muchos ánimos, no era que tuviese sueño sino que simplemente no quería asistir a la escuela.
<<A veces no se porque pongo alarma si ni siquiera la necesito.>>
Sebastián se metió a la ducha como sí nada, se arregló y luego salió para ir a la cocina y pellizcar algo. Esperaba encontrar a su mamá cocinando algo ligero o haciendo café o cortando fruta pero no, ella aún no había vuelto.
Sacó la caja de leche y se sirvió un poco, mientras bebía vislumbró en su sofá una nota, fue por ella.
Lamento haber venido, no quería causarte inconvenientes...
Adiós.
Atte. DylanDespués de leer la nota lo primero que vino a su cabeza fue que Dylan había sido un grosero por ni siquiera avisarle que se iba, luego con la mirada buscó las cobijas, no las encontró, mugre ladrón, ¿Qué le diré a mi mamá?, pensó; y finalmente Sebastián sintió una opresión en el pecho, ¿Pero que había hecho? Él no buscaba ofender a Dylan, quiso únicamente pintar su raya. Sin embargo no lo había hecho de la manera adecuada, y había terminado lastimando a alguien. Bueno, debería alegrarse ¿No? Ya no tendría que estar cuidando que su espacio personal no fuera invadido, ni tampoco tendría que cuidarse que no lo besaran, ni mucho menos se pondría nervioso cuando un par de ojos esmeraldas lo escrutinaran, no desearía cosas que no eran normales, tenía demasiados puntos a favor, pero entonces: ¿Por qué carajos se sentía mal? Debe ser por lo grosero e intolerante que fui, se respondió a sí mismo.
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NO OLVIDES [Gay/Yaoi]
Teen FictionDos personas con vidas completamente distintas, una se deja llevar por la corriente que siempre ha guiado su vida, la otra lucha por lo que quiere y se esfuerza. Dos mundos que chocan y se atraen, en las leyes de la física dice: Si dos objetos co...