cap 49

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POV CAMILA

Ya tenemos dos semanas en Miami, dos semanas en las cuales no he visto a Lauren, a excepción del fin de semana.
Todo lo necesario de la oficina de NY fue a parar a la de Miami; pensamos en traer los muebles de nuestra suite pero era innecesario, papá se encargo de amueblar correctamente nuestro nuevo hogar.

La casa, era por mínimo decir; Un sueño de cuento de hadas; una mansión de dos pisos bastante espaciosa; el piso y los pilares son de madera, las escaleras y unas cuantas paredes de cemento pintada con un color bastante elegante, sin embargo lo más hermoso de todo es que la mayoría de las paredes son de ese cristal del que puedes ver para fuera pero no hacia adentro y que es irrompible, excepto el que estaba en la cocina y daba a la piscina, aquel era una puerta de cristal normal... Lo agradecía internamente, pues en un futuro cuando nuestros hijos jueguen allí podre controlarlos sin ningún problema. Hablando de la cocina, puedo decir que parece también un comer, por lo que me parece extraño que haya un comedor más extenso que conecta a la sala de estar... Aunque la vista allí era perfecta.

Había un total de ocho habitaciones y eran los únicos lugares de la casa que estaban completamente vacios, tres en la planta baja y las restantes arriba; decidimos amueblar 4 y la que utilizarían los pequeños. No tendrían las típicas paredes pintadas de celestes con nubes y carros dibujados por todos lados, así que Lauren cree en la genial idea de llenarla de juguetes; no puedo con ella... Simplemente me resigno a que lleguen grandes encargos de la juguetería. No le encuentro sentido a los cientos de carritos y aviones que hay, sé que no les alcanzara la niñez para jugar con todo eso.

Por otro lado, debo decir que escogí la mejor habitación para nosotras. Se puede ver la playa desde aquí, y aunque parezca súper cercano, estamos bastante lejos... Al otro lado, una puerta estilo de las cabañas playeras típicas en esa zona de Miami, daba paso a un pequeño balcón y aunque quisiera describir lo hermoso de la vista, las palabras no me alcanzarían.

La brisa golpeaba suavemente mi cara obligándome a cerrar los ojos, la sensación fue agradable hasta que sentí mi estomago gruñir por hambre, y entonces sentí coraje porque Lauren no estaba aquí y porque tendría que comer sola. Y odiaba comer sola.
Melanie vivía con nosotras sin embargo viajo con Lauren el fin de semana y me dejaron "a cargo de Dinah" como si yo necesitara de una niñera. De solo recordar aquella pelea tonta bufe irritada para luego llamar a mi esposa. Me prometió llegar hace dos horas pero hasta ahora nada que aparecía.

Yo comprendía perfectamente que hay cosas que arreglar en la empresa, pero la necesitaba conmigo; estuvimos tanto tiempo lejos la una de la otra, que no podía evitar tener miedo.

A diario llamaba unas 10 veces, ¿Tomaste las vitaminas? ¿Has desayunado, almorzado o cenado? Y no hay manera de decirle que no a alguna de esas opciones, pues rápidamente cerraba la llamada para contactarse con mi madre, o nuestras amigas y en menos de nada las tenía en la puerta de mi casa queriendo matarme por ser tan descuidada. Aquello llegaba a ser tierno pero sofocante al mismo tiempo.

Una, dos, tres timbradas y al buzón... Maque nuevamente y esta vez contesto de inmediato.

-Porque rechazas la llamada?!!??
*Hola cariño, cómo estas? Yo también te extraño.
-Estoy hablando en serio Lauren
*Opa, pero que andas muy molesta....
- En serio?, de verdad me estas preguntando eso? Dijiste que vendrías a las 11, van a ser las 2 de la tarde!!!
*Lo siento amor... Pero es que se me presentaron ciertos inconvenientes y...
*Y qué, Lauren? Como se te ocurra decirme que vas a tarde más días en venir te juro que...

Lauren: Tranquila tigre, tu esposa está aquí. - escuche su voz venir desde la puerta de nuestra habitación. Entré de inmediato y la vi, con medio cuerpo apoyado en el filo de la puerta y una sonrisa ridículamente divina en su rostro.

TIEMPO ||CamRen||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora