Capítulo 8

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-¿Este era el libro que querías?- le dijo aquel chico.
-¡Si, muchas gracias!..- cuando lo observó se dio cuenta que era aquel peliazul de Hyotei. -¡Oshitari kun!- no pudo evitar sorprenderse.
-Que coincidencia encontrarla aquí señorita Saotome- dijo con una cálida sonrisa la cual produjo un pequeño sonrojo en la castaña.

El tensai le da el libro a Reiko para luego quedarse un rato charlando.

-Realmente te agradezco mucho tu ayuda, sola jamás hubiese podido alcanzar el libro- dijo ella con una reverencia.
-Casualmente pasaba por aquí a comprar algo también y vi que necesitaba ayuda- decía con una leve sonrisa mientras recordaba.

Flashback

Varios minutos antes Oshitari estaba con Gakuto en la tienda de música, realmente estaba aburrido y más aún porque su amigo no se decidía que CD comprar así que lo dejó allí entretenido y se escapó del lugar.

Estando fuera de la tienda vio pasar a la castaña, al parecer se encontraba sola, así que decidió seguirla, hasta que entró en la librería, se asombró bastante cuando la vio en la sección de romance pero vio que ella necesitaba ayuda, no podía alcanzar un libro que le era muy alto, decidió observarla por unos minutos escondiendo su rostro con un libro mientras le miraba de reojo, le parecía un poco divertido ver como intentaba alcanzarlo, incluso hasta tierno, no podía quitar la vista de esa hermosa falda que se movía de un lado a otro, que se elevaba con cada brinco, el ver esas piernas tan perfectas que intentaban llegar a su objetivo sin éxito alguno por eso decidió ir en su ayuda, además también notó que nadie la acompañaba así que era el momento perfecto para estar con ella.

Fin del flashback

Ella mira detenidamente los libros que el peliazul cargaba en sus brazos y le llamó a atención que llevaba mangas shoujo por lo que no pudo contenerse a preguntar.

-Por cierto Oshitari kun ¿Viniste a comprar mangas shoujo?- dijo señalando los libros.
-Jeje bueno me descubriste- dijo acomodandose los lentes mientras una sonrisa nerviosa se escapaba.
-Me parece tierno que un chico se interese por leer historias de romance, a la mayoría les parece cursi-
-¿Entonces se podría decir que yo te parezco tierno?- dijo con un tono de picardía generando nervismo en ella.
-Emmm bueno yo...- no sabía que responder, aún si era sincera le parecía lindo pero rápidamente interrumpió él.
-Es una broma, quédate tranquila- realmente no lo era pero tuvo que decirlo porque notó que la puso en una situación incómoda.
-¡No te preocupes! Jeje- sonrió. -Esos mangas que llevas ya los he leído son muy buenos-
-¿De verdad? Entonces los leeré con mucho gusto-
-Luego me cuentas que te pareció y puedo recomendarte otras si quieras-
-Me parece genial, entonces puedo recomendarte una novela que seguro será de tu agrado- sacó de su bolso un libro y se jm extendió a ella.
-Verás... no suelo leer novelas jeje, bueno en realidad no suelo leer nada que no tenga dibujos- dijo rascandose la nuca.

Luego notó que su comentario la hizo parecer una idiota ignorante e infantil y se puso de mil colores, ahora ante los ojos del peliazul de seguro ella era una idiota.

-¡Eres muy divertida!- la miró con dulzura, ella se asombró por sus palabras.
-¿No te parezco una idiota?- se auto señaló.
-Para nada, fuiste sincera y se entender los gustos de cada persona así que no te preocupes- estaba por guardar el libro pero ella lo detiene.
-¡Espera! No lo guardes.. al menos ¿me dejarías darle una hojeada?-
-¡Claro!-

Entonces Reiko leyó un poco del resumen para luego hojear el libro, el cual contenía algún que otro dibujo que capturó su atención, Oshitari veía la expresión de curiosidad que se dibujaba en el rostro de ella, le parecía adorable.

-Te lo prestó para que puedas leerlo-
-¿De verdad? Bueno debo admitir que tenías razón parece interesante- luego vio que en la tapa de atrás tenía una marca de agua con el sello de Hyotei. -Pero es de la biblioteca de tu escuela ¿Acaso no deberías devolverlo?-
-No te preocupes, la biblioteca me deja sacar libro de manera libre, cuando lo termines de leer me lo alcanzas-
-¡De acuerdo! Muchas gracias otra vez Oshitari kun, lo cuidaré con mi vida-

Oshitari aprovechó el momento de confianza para preguntarle algo.

-Saotome san- la miró decidido
-¡Si!- ella estaba guardando el libro en su mochila.
-Cuando me devuelvas el libro te gustaría...- no puedo terminar la frase.

Una voz muy chillona interrumpió.

-¡Yuushi! ¡Yuushi! Con que aquí estabas- era Gakuto quien se acercaba corriendo con unas bolsas en la mano.

El peliazul cambio su expresión de alegre a sería en un segundo.

-¿Qué quieres Gakuto?- dijo secamente.
-¿¡Que quiero!? ¡Me dejaste sólo en la tienda de música y como un idiota te estuve buscando!- le reclamaba el pelicereza sin percatarse de la presencia de la chica.

Reiko se quedó en silencio al ver la discusión, quería irse de manera silenciosa pero si o si debía pasar a través de los dos chicos de Hyotei así que no le quedo más remedio que esperar.

-Gakuto baja la voz- dijo serio.
-¡No lo haré! Porque te fuiste y me dejaste sólo...- luego notó la presencia de la chica de Seigaku.

Se quedó en silencio unos segundos y se disculpó por el escándalo, ella sonrió y dijo que no había problema, luego saludó a ambos chicos para retirarse a pagar su compra e irse.

Luego de la partida de ella Yuushi también se marchó de allí estaba sumamente enojado por la interrupción que le generó su compañero de dobles.

-Gakuto idiota...- murmuró para sí mismo mientras el otro trataba de alcanzarlo.

....

En otra parte del centro comercial se encontraba Sanada mirando algunas tiendas buscando un regalo, ya que en pocos días cumplirá años su madre, pero aún no encontraba algo, realmente era malo para cuestiones de regalos y más cuando se trataba de mujeres. Caminó por varias tiendas pero no sabía que hacer.

-No puede ser que me cueste tanto elegir un regalo...- suspiró molesto.

Una voz muy familiar se le acerco por detrás y le dijo con burla.

-Veo que el emperador necesita ayuda- él azabache se dio vuelta para ver de quien se trataba y efectivamente era su amiga.
-¿Qué haces aquí?- preguntó molesto.
-Estoy de paseo- se acercó la vidriera a mirar. -Hay cosas muy bonitas aquí ¿A caso vas a comprarme un regalo?- lo miró con una sonrisa tierna.
-Claro que no...- miró para otro lado-
-Que mal amigo eres...- inflo sus mejillas. -¿Entonces para quien?-.
-Pronto se acerca el cumpleaños de mi madre y no se que regalarle...-

Ella posó su mano en la barbilla y lo miró con picardía.

-Puedo ayudarte si quieres- sonrió.
-¿Lo dices de verdad?- dijo asombrado.
-¡Si claro!- lo tomó del brazo y entraron a la tienda.

Genichirou se sonrojo por un momento al sentir como ella lo tomaba del brazo.

Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora