Capítulo 28

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Akaya sintió una punzada en su pecho, además de sentir un frío que recorría su espina dorsal, apretó con fuerza sus dientes y de manera inmediata escondió el presente que le daría a la pelirroja, cerró con fuerzas sus puños e hizo notorio su enojo dirigiéndose de manera abrupta hacia Kamio.

-¡Oye idiota quita tus asquerosas manos de ella!- lo tomó por el cuello de su uniforme, pero el de fudomine bajo de su espalda a la chica con cuidado.
-¡Sueltame, maldito monstruo!¡no tengo porque darte explicaciones!- lo empujó lo suficiente como para safarse de su agarre.
-¡Claro que vas a darmelas!- se acercó nuevamente a Kamio pero ya cada vez su semblante se iba transformando de Devil mode.
-¿Acaso eres su novio?- entrecerró los ojos el pelirrojo.
-¡Eso no importa, no te da derecho a tocarla!- estaba preparando su puño para golpearlo.

Mientras tanto Sora observaba la pelea a unos pocos metros de ellos, ella se sentía culpable por esta pelea, sabía que fue una mala idea que Kamio la llevará en su espalda pero también confiaba de que se ofreció con buenas intenciones a ayudarla, ella quería intervenir en la pelea antes de que pase a mayores.

-¡¿Acaso me golpearas hasta lesionarme?!¡Tal como hiciste con mi capitán!¡Eres un maldito tramposo!- lo miró desafiante y también preparado para pelear contra el As del Rikkai.

Esas palabras hicieron un clic en la mente de la chica, recordando lo que el pelirrojo le había dicho hace unas horas atrás, ella se negaba a creer que la persona de quien relataba fuese Akaya, su azabache.

Por otra parte no muy lejana del lugar de la pelea.

-Gracias a ti, perdimos el rastro del Bakaya, puri..- dijo el peliplata al Tensai. -Podrías haber esperado para comprar tus tontos dulces- señaló la bolsa con golosinas.
-Tu no entiendes cuán importante es que mi cuerpo ingiera azúcar- se puso de puntilla de pies y lo miró con molestia.
-Si.. que te agarre un coma diabético..- sonrió burlamente el bromista.
-Al menos gasto mi dinero en algo delicioso y no en porquerías para bromas de pésima calidad- infla sus mejillas y se cruza de brazos.
-Pero son efectivas contra gente ilusa como tú- se encogió de hombros Niou sin sentirse ofendiendo.
-Bueno chicos ya es suficiente, dejen de pelear- se interpuso Jackal para separarlos.
-Él comenzó...- dijo mientras comía un dulce.

En eso Niou voltea su mirada y logra encontrar nuevamente a su kohai pero no parecía estar teniendo una conversación amistosa con cierto jugador de Fudomine.

-Oigan allí está Bakaya..- señaló.
-Es cierto..- dijo Jackal algo extrañado hasta que se asustó por el grito de Marui.
-¡SE ESTÁ TRANSFORMANDO EN DEVIL AKAYA!- luego de alarmar a sus compañeros de equipo, salió corriendo en dirección al pleito.

A los pocos segundos los otros dos lo siguieron.

Kirihara se detuvo por última vez antes de golpear a su rival y con una sonrisa burlona contestó.
-¡No es mi culpa que su club de tenis sea comandado por un intento de "Capitán" tan débil, por eso es que jamás llegarán a las finales de nada!¡jajajaja!- su risa era estruendosa y arrogante.
-¡Eres un maldito monstruo cabeza de algas!- le dijo su contrincante.

Eso fue la gota que colmo su paciencia, se dejo llevar por su modo demonio, tornandose la piel rojiza y su cabello casi blanquecino, ya no le importaba absolutamente nada, sólo estaba centrado en golpearlo hasta saciar su enojo.

Yagami no podía creer que su querido enamorado fue el causante de tan terrible acto contra el capitán de otro equipo, además de ser partícipe por primera vez de presenciar su transformación, aunque hace un tiempo escuchó rumores sobre su modo demonio, siempre se negó a creer en ello e incluso pensaba que la gente exageraba con tal de hacerle mala imagen pero no... todo era cierto.

Verle la expresión tan sádica y sombría, le hacía sentir temor, sus piernas temblaban como gelatinas además de respirar agitada de los nervios, pero aún sabía que muy en el interior de su querido Kirihara todavía se haya aquel chico dulce, tímido y amable que era con ella. Sin pensarlo mucho se dirigió al azabache para detenerlo.

-¡NO ME TOQUES!¡QUÍTATE!- la empujó con su brazo derecho y con el mismo puso toda su fuerza para golpear a Kamio en el rostro.

Sora cayó impactando de lleno contra el pavimento, empeorando su tobillo.

-¡Yagami san!- dijo el de Fudomine al ver caer a la chica pero antes de poder reaccionar sintió el puño del de Rikkai impactando en su cara lograndolo desequilibrar.

La risa estrepitosa y cínica del azabache era cada vez más fuerte, mientras tanto se volvió a acercar a su rival para darle el golpe de gracia, ya que se encontraba mareado.

Sora con sus últimas fuerzas y lágrimas de dolor, se volvió a poner de pie, para ponerse frente a Kirihara y evitar que golpee al chico del ritmo.

-¡NO LO GOLPEES!- dijo en un llanto desesperado y esperando lo peor.

Otros gritos se escucharon.

-¡AKAYA!¡IDIOTA!¡¿QUÉ HACES?!- era Marui quien abrazó a la chica y recibió su golpe.
-¡Senpai!...- dijo con preocupación la menor.
-Estoy bien..- dijo con una sonrisa.

Niou sujeta a Akaya y Jackal se dirige al chico de Fudomine, mientras que Marui intentaba calmar a su pequeña kohai y sin dejar de abrazarla.

-¡SUELTAME NIOU!-gritó eufórico el menor pero el peliplata lo hizo simple, lo dio vuelta para que se mirarán de frente y le dio dos puñetazos en la cara.
-Estúpido, reacciona..- lo miró con seriedad, por suerte hizo efecto y poco a poco volvió a ser el Bakaya de siempre.
-¿Qué sucedió..?- dijo confundido el menor para luego voltear hasta ver a Kamio siendo atendido por el moreno y a la pelirroja con una expresión de temor y dolor. -Sora san...- intentó acercarse a ella.
-Suficiente Akaya, ya le has causado mucho daño- interrumpió el Tensai alejando al menor. -¡Sino hubiéramos llegado la hubieses golpeado!¿tienes idea de la gravedad del asunto?- dijo molesto.

Kirihara recordó la secuencia de hace minutos.

-¡NO ME TOQUES!¡QUÍTATE!-

No podía creer que haya sido capaz de hacer tal cosa.

Mientras tanto Sora apenas podía caminar, el dolor era cada vez peor.

Marui llamó un taxi para que ella volviera a casa, luego preguntó a Akira si se encontraba bien, este alegó que si y que no era nada grave, los titulares del club hicieron una reverencia en modo de disculpas las cuales este acepto sin problema alguno.

Una vez llegado el vehículo, Marui ayudó a la pelirroja, él iba a acompañarla a casa, después de todo no la dejaría sola y también ofreció llevar a Kamio hasta la estación de tren, el de Fudomine aceptó sin chistar.

Los tres restantes observaban como el taxi se alejaba de ellos.

-¡Niou senpai!¿Qué me sucedió?...- miró al mayor esperando respuestas.
-Eso debo preguntarte a ti..- dijo con molestia.

Jackal le explicó cual fue la situación o al menos lo que ellos vieron al intervenir.

El azabache no pudo evitar dejar caer una lágrima, para luego bajar un cabeza.

-Yo jamás quise hacerle daño..- decía entre sollozos.
-Parecía todo lo contrario..- dijo con sarcasmo el bromista.
-Niou..- dijo el moreno.
-Tiene razón...- dijo con la voz quebrada Akaya para luego cubrir sus ojos y comenzar a llorar. -Como pude ser capaz de dañar a la persona que amo...- su respiración se entre cortaba.

Esta declaración dejó asombrados a los mayores y a la vez conmovidos, Jackal le dio un abrazo al menor el cual recibió rápidamente, Niou también sintió que fue algo duro y también se unió al abrazo.

Se que es bastante corto a comparación de un capítulo normal pero sentí la necesidad de dejarlo hasta aquí, luego continuaré con las partes faltan además de que habrá revancha para Yuushi 7u7 así que no se pierdan el próximo capítulo ❤❤❤❤.
P.d: Espero que les haya gustado :3

Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora