Capítulo 18

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Después de que Oshitari se acercara a la mesa donde estaba Reiko, sacaron un par de hojas.

-Bien ¿cuál es la asignatura que te es más difícil?- la miró con ternura.
-Las tres son difíciles jaja- trató de ser chistosa pero se sintió que parecía estúpida.
-Bueno en teoría tienes razón pero ¿por cuál quieres empezar?-
-Veamos...- se quedó pensativa unos instantes y dio su repuesta. -¡Matemáticas!-.
-Entonces comencemos- dijo con entusiasmo.

Luego de las explicaciones del Tensai ahora era el turno de la de Seigaku resolver las ecuaciones.

Ella realmente entendía pero siempre se equivocaba en una parte crucial, esto la hacía poner nerviosa y frustrada.

-¡No puedo hacerlo!...- suspiró molesta.
-No te rindas- dijo animandola.
-No creo que llegue a retener tanta información...- dijo resignada pero este se pegó más a ella, con su mano grande tomó la pequeña y delicada mano de la castaña la cual sujetaba el lápiz.
-Entonces déjame mostrarte la manera más sencilla-.

Le explicó como resolver las ecuaciones y marcó los errores que ella tenía.

Mientras estaba cerca de ella podía sentir el aroma de su perfume que emanaba de su cuello, el olor a shampoo de su cabello que era hechizante, sentir el tacto de sus manos las cuales eran suaves y cálidas, aprovechaba los segundos de concentración de la castaña para admirar su bonito rostro.

Internamente su corazón estaba como loco, impaciente, feliz y muchas cosas más pero mantuvo la calma.

-¡Ahora entiendo!...- giró su rostro repentinamente para quedar a centímetros del rostro del Tensai.

Ella sentía el olor a menta que salía del aliento de este, ver sus labios delegados pero preciosos, le hacían desear sentirlos, inevitablemente se empezó a agitar y su rostro empezó a tornarse rojo, sin contar que el Tensai aún no soltaba su mano de la de ella.

Yuushi estaba igual de concentrado en los labios rosados de la castaña, inevitablemente llevó su mano a la cabellera de ella para acariciarla y luego posar su mano izquierda en el hombro de Reiko.

Oshitari sabía que si se dejaba estar así unos instantes más terminaría haciendo algo indebido.

-Saotome san.. ¿te parece si seguimos estudiando?- dijo con un leve sonrojo.
-¡Si...!- asintió y puso su mirada en la hoja. -Pero....-.
-Dime- dijo sonriendo.
-¿Podrías soltar mi mano?- miró para otro lado, y él rápidamente lo hizo.
-Lo siento- hizo una reverencia.
....

Luego de que el helado fue derramado en Sora, ella fue al baño del local a limpiarse pero ahora tenía parte del uniforme mojado.

Al salir del baño se encontró con el azabache.

-Realmente lo siento Yagami san...- volvió de disculparse.
-No te preocupes Kirihara kun- seguido de esto, la chica estornudo. -¡Achu!-.
-¡Ten toma!- sacó su campera del equipo y se la puso en los hombros de la chica.
-Kirihara...- lo miró sonrojada, aceptando la campera.
-No quiero que te enfermes....- la miró con preocupación.
-¡Si!- asintió tímidamente.
-¿Te parece si vamos? Ya es tarde, seguro tienes que volver a casa-. Se encaminó a la salida.
-Si, vamos- paso ella primero por la puerta y luego él.
....

Sanada le cuenta absolutamente TODO, desde porque fue su enojo hasta porqué tenía esos sentimientos por su mejor amiga, lo confundido que estaba pero a la vez lo seguro que se sentía.

-Al final fue una gran bola de nieve en forma de malentendido...- se tocó el mentón.
-Así es...- dijo con tristeza.
-¿Tu la amas?- fue directo el capitán.
-¿¡Eh!?- se puso nervioso por esa pregunta tan repentina.

Entonces de entre los arbustos sale Niou.

-Eso Sanada ¿La amas?- dijo sonriendo con malicia.
-¡Niou!- dijeron en uníson los dos chicos.
-¿Qué? Yo también quiero saber la repuesta.

Los demás titulares también salieron de sus escondites con sí fuesen ninjas.

-Les dije a todos que no debían venir- dijo consternado el capitán.
-Lo sé pero la curiosidad nos mató más- se encogió de hombros Niou.
-¡Además, necesitamos saber la verdad!- demandó el tensai.

Todos se pusieron frente al banco donde estaban sus compañeros esperando una respuesta del emperador.

-No se reconocer si es amor, pero cada momento que ella estaba a mi lado me hacía sentir feliz, su sonrisa me transmitía esa confianza que necesito, se podría de decir que las victorias del Rikkai se deben a ella...- hizo una pausa. -Pero ahora que por culpa de un malentendido mío, ella decidió alejarse por completo de mi lado...- suspiró triste.

Los titulares se miraron entre ellos y luego hablaron.

-¡Vamos Sanada! Estas enamorado, no jodas- decía el peliplateado con simpleza.
-Mis estadísticas son confirmadas- Yanagi sacó una pequeña libreta.
-Y no era para menos si fulminabas con la mirada a casi todo club jajaja y entre esos estaba incluido Yagyuu- el Tensai reía mientras codea a su compañero.
-¡Marui!- le reprochó el caballero.

Luego comenzaron todos a reír, el ambiente se había tornado más cálido.

-¡Debo aclarar este malentendido antes de que no tenga oportunidad!- dijo con confianza el emperador.
-Esa es la actitud que esperaba de ti- dijo con una sonrisa Yukimura.
-¿Pero como le vas a hacer? Digo, ya que seguramente no tengas ganas de verte- preguntó Buntai.
-¡Marui!- dijeron todos.
-¿Qué? Pero si es cierto...- explotó el chicle y se encogió de hombros.
-Tiene razón...- se quedó pensativo el emperador.

Luego de unos minutos Niou habló.

-¡Miren! ¿Aquellos no son el Bakaya y su pelirroja enamorada?- dijo el peliplateado, para que después todos miren en la dirección indicada.
-¡Si son ello!- dijo el Tensai.
-Tal vez ella pueda ayudar a Sanada con respecto a Saotome san- dijo Yanagi.
-¡Buena idea!- dijo el capitán.

Así que todos fueron corriendo hasta donde se encontraban caminando la pareja.

Ya estaban llegando a la parada de bus de la pelirroja para que pudiese volver a casa.

-Gracias por la bonita tarde...- dijo ella con una sonrisa.
-¡No hay de que!- sonríe y rasca su cabello.
-Ten tu campera- se la quiso devolver pero él no aceptó.
-No, quédatela y me la devuelves mañana-
-¿Seguro?...- preguntó asombrada.
-Si, además yo fui el culpable de mancharte..- dijo apenado.
-Gracias Kirihara kun...- se puso roja.

Intercambiaron miradas por unos segundos sin decir nada pero el momento fue interrumpido por los chicos del club.

-¡Que linda pareja!- se le abalanzó el Tensai al menor.
-Que momento más oportuno- dijo Niou con una sonrisa.

La chica se puso roja como su cabello ante tales comentarios.

-Senpais dejen de decir cosas vergonzosas...- le quejo algo ruborizado el cabeza de algas.
-Akaya necesitamos la ayuda de la señorita Yagami- dijo Yanagi acercandose junto con dos personas más detrás suyo.
-¿Capitán?¿Sanada Fuku buchou?- dijo Sora asombrada.
-Tu eres la única que puede ayudar a Sanada para que pueda hablar con Reiko san- dijo Yukimura con una mueca leve de sonrisa.

Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora