Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OC

Capitulo 29 [Parte 3 ♡]

En la estación de tren se encontraba Ryo, el castaño vestía unos jeans negros, un poco roto en las rodillas con algunas cadenas como decorado, su clásica gorra azul, unos guantes de cuero con los dedos cortados y una remera manga corta de tela camuflada.

Sacó su celular para mirar la hora, luego lo guardó, en eso se escucha una voz.

-¡Shishido! Por aquí- el chico levantó la mirada y vio la hermosa azabache quien vestía muy sensual.
-Hola chicas- levantó la mano.
-¿Todavía no ha llegado él?- preguntó Suzuka.
-No pero ya debe estar en camino- miró para todos lados el castaño.
-Voy a llamarlo por teléfono- dijo indignada ella.

Pero cuando estaba por marcar se oye otra voz a sus espaldas.

-Lamento la demora, es que tuve que tomar un taxi- las dos muchacha voltean.

La castaña se asombró de verlo a él, Oshitari Yuushi, quien vestía unos pantalones color gris, unos zapatos marrones, una remera blanca y una campera negra con capucha de piel.

La de Seigaku cruzó miradas con este y no pudo evitar pensar que se veía muy guapo.

-Por fin llegas, estaba a punto de llamarte- dijo la azabache molesta y luego giró a ver a su amiga. -Mi querida amiga, estarás en compañía de él, así que espero que se diviertan- saludo con un beso a la castaña para luego volver a mirar al peliazul. -Si me llego a entera que te pasaste con ella, no solo la pagaras tu sino que todo el equipo de tenis- sonrió con malicia. 

Así fue como Shishido y Suzuka se fueron a tomar el tren para irse al recital.

-Señorita Saotome se ve muy hermosa..- dijo con una cálida sonrisa
-Muchas gracias Oshitari kun.. tu también te ves guapo- le devolvió la sonrisa la chica.
-Y bien ¿ A dónde quieres ir?-
-Sinceramente no se- dijo pensativa. ¿Qué sugieres?- lo miró.
-¿Que tal si vamos al cine?-
-¡Suena genial!- dijo con entusiasmo.
-Entonces allí iremos- se acomodo los lentes y comenzó a caminar.
-¡Oye espérame!- fue tras él.
-Te esperaría toda mi vida..-dijo en un susurro.
-¿Dijiste algo?- pregunto ingenua la castaña ya a su lado.
-Estaba hablando conmigo mismo- sonrió.
-Esta bien jeje- ella no le dio importancia y siguieron caminando.