Capítulo 30

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Luego de ese tierno beso de parte del Tensai hacia la chica de Seigaku, ella y su amiga tomaron un taxi para volver a la casa de Reiko.

Durante todo el viaje la azabache le contó a su amiga lo genial que fue el recital, el momento exacto de la entrega del anillo y demás detalles, aunque Reiko la escuchaba atentamente, no podía evitar pensar en Oshitari y Sanada.

Una vez en el hogar Saotome, las chicas se alistan para ir a dormir pero ninguna tenía sueño aún así que decidieron hablar.

-Rei chan ¿Puedo preguntarte algo?- dijo Suzuka, mirándola con curiosidad.
-Si, dime...- respondió la castaña algo extrañada.
-¿Qué te pareció tu cita con Yuushi?- la miró con picardía.
-Bueno yo...- luego reaccionó ante la palabra cita y se puso nerviosa. -Eso no fue una cita.... sólo dimos vueltas por ahí..- no sabía como excusarse.
-Ay mi querida amiga...- suspira y le toma la mano. -Se que disfrutaste la salida con Oshitari y no me lo niegues- sonrió complacida.
-Que más da.... no puedo mentirte- dijo Reiko resignada. -Si disfruté de estar con él pero...- bajó la mirada.
-¿Pero?...- Suzuka expresó inquietud.
-Hay algo en mi cabeza que me está atormentado...- la miró con preocupación.

Entonces la castaña procede a contarle absolutamente todo a su amiga, hasta el momento donde Sanada se le "declara", alegando que ahora esta confundida, ya que si bien ella quiere mucho a el emperador de una manera muy especial tiene miedo de confundir amor y cariño de amistad.

Más la atormenta el hecho de que él haya abierto su corazón con ella y espera una repuesta. En cambio con Oshitari siente que desde el primer momento hubo una conexión instantánea, tenían gustos parecidos y se llevaban bien pero siente que debe conocerlo más, no puede sólo quedarse con apariencias, también le cuenta a Suzuka que Oshitari ya la había invitado a salir previamente pero ella no pudo responder en su momento, otro sentimiento de culpa que también guardó.

Una vez que hizo su descargo y se sintió libre de todo peso y culpa, calló esperando el consejo de una de sus mejores amigas.

-Bien.... hay bastante que examinar..- dijo pensativa la azabache. -Pero de todo lo que dijiste, intentaré responderte de me manera corta y llanamente posible- se acomodó la garganta y prosiguió a dar su veredicto. -Sabes que es lo que pienso de Sanada ¿No es así?- ella la miró a la castaña esperando una repuesta.
-¿Qué es un bestia, bruto y de muy mal carácter..?- levantó una ceja.
-¡Exacto!.- asintió. -Aunque si aún así y todo lo amas, por mi esta bien- sonrió con amabilidad.
-Es que la palabra amor es compleja...- se quedo pensativa.
-Entonces tendrás que descubrirlo por ti misma, intenta darle una oportunidad a Oshitari y sino es lo que esperabas puedes decirle que no-.
-Sólo déjame pensarlo ¿si?- dijo luego de un suspiro Reiko.
-Tranquila mi querido trapito...- le acarició el cabello. -Toma te tu tiempo-.
-Gracias mi malvada amiga- sonrió tiernamente.

La charla finalizó y las muchachas se fueron a dormir.

A la mañana siguiente, ambas se levantaron, se pusieron sus uniformes y bajaron a desayunar. Luego de unos minutos Reiko se percata de la hora.

-¡Ya tenemos que irnos!- levantó las tazas apurada.
-Iré por nuestras mochilas- dijo la azabache.
-De acuerdo y ¡no te olvides de guardar la campera de ya sabes quien para que tu la devuelvas!- le gritó a su amiga.
-Esta bien...- contestó.

La chica de Hyotei pensó en algo brillante, para luego dirigirse a la mochila de su amiga.

Con una leve sonrisa bajó hasta la entrada, ambas se calzaron y  emprendieron viaje hasta la estación de tren.

-¡Te debo una amiga! Gracias por ayudarme- dijo la azabache.
-No hay de que, para eso estamos las amigas para ayudarnos-.
-Estoy totalmente de acuerdo- sonrió cínicamente.

Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora