Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OC

Capítulo 20

Luego de que la castaña terminará de estudiar con el peliazul, comenzaron a guardar sus útiles.

-¡Se pasó volando el tiempo...!- dijo con asombró la chica.
-Eso sucede cuando estas con la persona correcta- sonrió con simpleza.
-Es cierto..- sus mejillas se tornaron rosas.
-Lo importante aquí es ¿pudiste entender bien?-
-¡Claro! Fue más fácil de la manera en la que me enseñaste, ahora me siento con más confianza- dijo animada.
-Me alegro- le dedicó una tierna sonrisa mientras comandaba sus lentes. -Aunque...-
-¿Si?- lo miró.
-Te daré mi número para que cualquier inquietud que tengas me envíes un mensaje y pueda ayudarte- le sonrió tiernamente.
-¡Perfecto!- sacó ella su móvil y anotó el número.

Una vez que guardaron todo y dejaron la mesa ordenada sólo restaba guardar los libros usados, ella tomó algunos y él también para luego indicarle donde iban.

Mientras estaban guardando los últimos libros, la chica deja un libro mal acomodado en un estante que apenas llegaba, lo cual este estaba a punto de caer sobre su cabeza, el Tensai se percató de esto e inmediatamente pone su brazo sobre la cabeza de ella evitando el golpe del libro, a la vez que sus cuerpos quedaron juntos.

Ella no se había dado cuenta hasta que vio el libro en el suelo y la mueca de dolor en el rostro del chico.

-¡Oshitari kun!¿estas bien?- preguntó preocupada.
-Si, no te preocupes- la miró con una sonrisa para luego darle un guiño de ojo.
-Pero te golpeaste con el libro- ella seguía preocupada.

Seguido de esto, se separó de el, se agachó para tomar el libro del suelo pero cuando lo tocó, el peliazul también se había agachado para también tomarlo.

Sus manos se tocaron por varios segundos, mientras sus miradas se cruzaban, los ojos color violetas del chico daban una sensación de curiosidad a la chica, como si la invitará a explorarlo y por parte de él, los ojos color cielo de ella lo mantenía hipnotizado, como si quisiera estar todo el tiempo observandolos.

Sus rostros de manera inconsciente se acercaban cada vez más, sus corazones estaban agitados al igual que sus respiraciones pero en la mente de la castaña vino la imagen de Sanada y automáticamente retrocedió del susto, seguido de eso se escuchó un estruendo que provino del pasillo.

-¿Qué fue eso?- ella quitó la mano y se puso de pie.
-No tengo idea..- también se puso de pie y tomó el libro.
-Iré a ver..- dejó al Tensai

Suspiró de alivio pero a su vez se sentía confundida, por suerte algo o alguien interrumpió el momento.

Cuando abrió la puerta de la biblioteca para salir al pasillo se encontró con una escena un tanto peculiar.

-¿Qué esta pasando?- preguntó con asombró.
-¡Hola amiga!- con una tierna sonrisa saludo Suzuka. -Vine a buscarte...-.
-¿Por qué Mukahi esta inconsciente en el suelo?- señaló al susodicho.
-Se desmayó....- ella se sonrió y encogió de hombros.
-Pero parece que alguien le dio una embestida- se acercó más para ver más de cerca el cuerpo tirado. -Incluso creo que le está sangrando la frente...- miró con atención.
-Debe ser salsa de tomate- dijo despreocupada.

Al instante sale el Tensai con su bolso y la mochila de la castaña la cual dejó olvidada.

-Toma tu mochila, la dejaste olvidada- le entrega la mochila a la castaña.
-¡Gracias Oshitari kun!- le sonrió
-¿Por qué Gakuto esta tirado?- arqueo una ceja.

Pero milagrosamente despertó el pelicereza y con gran dificultad se puso de pie.

-Bueno nosotras debemos irnos...- Suzuka tomó a su amiga del brazo.
-Pero no tengo apuro...- dijo la castaña.
-Pero yo si.. ¡Vamos!- se fueron corriendo.