Una pelirroja salía del club de música, se encontraba realmente exhausta por lo que fue a una máquina de bebidas que se encontraba en la cafetería para beber algo fresco.
Ya que el haber cantado demasiado le había dejado seca la garganta, luego de tener su lata de gaseosa se dirigió para su salón en búsqueda de sus cosas, en eso iba distraída con su móvil jugando un juego Otome.
-¡Jumin! ¿Por qué eres tan lindo?- suspiraba mientras miraba al personaje en su móvil. -Pero no tan lindo como Kirihara kun- una sonrisa se dibujó en su rostro.
En eso la chica es chocada por alguien haciendo que su teléfono y bebida volarán al piso.
-¡Auch! Eso dolió- se quejaba en el suelo
-¡Disculpame no fue mi intención lastimarte!- esa voz era familiar para la chica por lo que levanta la mirada y se encuentra con aquellos ojos color esmeralda.
-¡Kirihara kun!- se asombró al verlo.
-¡Yagami san, déjame ayudarte!- le extendió la mano para levantar a la pelirroja.Luego de estar de pie, ella nota que el azabache estaba diferente a otras veces.
-Tu móvil y tu lata- miró el As al suelo a ver estos objetos tirados los cuales levantó.
-No te preocupes- hizo un gesto con la mano.
-Te compraré una lata nueva- dijo marchandose
-¡No hace falta Kirihara kun!-
-Enseguida regresó, esperame-El corazón de Sora latía como loco,el sentir el tacto de la mano del azabache era un sueño, además de quedar enbobada por aquellos ojos esmeralda que tanto le encantaba.
Tardó pocos minutos en volver Kirihara con la lata.
-¡Toma! Aquí tienes- estaba un poco agitado ya que había ido corriendo.
-No debiste molestarte...- dijo con una amable sonrisa sin evitar un leve rubor en sus mejillas.
-No me gusta deberle nada a nadie- dijo rascandose la nuca con una mueca sonriente.Ella tomó un sorbo de la bebida y suspiró.
-Realmente me vino bien, ahora siento mejor mi garganta-
-Entonces si era importante tu bebida- la miró con una pequeña sonrisa.
-Es que... cantar me dejo exhausta- bajó la mirada rápidamente.Hubo un momento de silencio entre ambos chicos hasta que el As dijo.
-Me imagino.... ya que tu voz se puede escuchar hasta las canchas de tenis...- miró para un costado escondiendo la mirada algo avergonzada, ella se sintió de la misma manera al oír su comentario.
-¡¿De verdad?! Lo lamento mucho..... de seguro debo cantar horrible- se cubrió el rostro con ambas manos, Kirihara se dio cuenta que ella malinterpreto lo que dijo y corrigió.
-¡No quise decir eso!- negó con su cabeza, aclaró su garganta y dijo. -Cuando decía que se podía escuchar tu voz hasta las canchas me refería a que tu voz es muy bonita..- un leve sonrojo se apoderó de él por unos instantes. -Siempre que te escucho cantar me siento más relajado y seguro... a la hora de jugar-.Ella dejó su rostro al descubierto lentamente y con un poco de nervios giró a mirar a un Kirihara totalmente caballeroso y tierno, en cualquier momento sentía que su corazón colapsaria pero notó el repentino cambio de su estado de ánimo.
-Creo que hoy fue la excepción a otras veces... Por más que te oía cantar no podía sentirme bien...- suspiró para luego apretar sus nudillos.
-¿Sucedió algo en la práctica de hoy?- preguntó preocupada.
-Se podría decir que ya llegue a mi límite...- volvió a suspirar.La chica no puedo evitar mirar la hora, aún era temprano pero debía ir a buscar sus cosas.
-Kirihara kun debo irme.... a buscar mis cosas al salón..- dijo con tristeza.
-De acuerdo y perdona por haberte hecho perder el tiempo-. Se rasco la nuca.
-¡Para nada, disfruté mucho estar cerca de ti!- luego de haber dicho eso reparó. -Quiero decir que me agrada tu compañía...- ya se estaba poniendo nerviosa. -Bueno me voy- cuando estaba por irse él la detiene.
-Yagami san... - ella se giró.
-Si..-
-¿Tienes algo que hacer luego?..-
-No..-
-Entonces ¿no te molestaría que te espere y vayamos juntos caminando a la estación?...- dijo el As con una amarga sonrisa.
-Claro... ya regresó- asintió con una sonrisa y como rayo salió disparada.
ESTÁS LEYENDO
Mi cuento de Hadas [Prince of Tennis] OC
FanfictionLa difícil elección de Reiko no será con quien escribirá su cuento de hadas sino con quien será el "Felices por siempre". Dos polos opuesto; un emperador estoico y de apariencia intimidante o un genio delicado y galante. Pero una cosa es segura, amb...