El Rey Demonio necesita vacaciones (Completo)

Preparaciones (2)

—... esta apariencia... ¿crees que servirá? — pregunto Jezabel a una de sus sirvientas mientras ella se concentraba en lanzar hechizos de ilusión a él con las manos extendidas

—Cualquier forma que opte mi señor siempre será la mejor, ya que él aunque cambie de forma seguirá siendo temible y formidable — respondió ella con una breve pausa y sin pensarlo.

—Ha... Ya veo

La forma real del rey demonio era un misterio, incluso entre los mismos sirvientes, nunca dejaba ver su rostro, más bien no podían, sus ropas siempre se extendían en mangas o pantalón, ya que solo portaba una gran túnica con una capa hasta el suelo casi a 15 cm de más desde los pies hasta el suelo, incluida una capucha que le cubría el rostro haciendo sombra tan densa que era como si ninguna luz en el mundo podría llegar a ese pequeño espacio.

Aun en este momento no necesitaba cambiarse ya que su misma ropa le protegía ya sean de ataques físicos o mágicos... y mugre, los colores variaban según el día o como se sentía como un camaleón, para presentarse ante los héroes que venían a su castillo, ni siquiera el primer sirviente o la chica que lo acompañaría sabía qué tipo de ser o lo que era el mismo rey, y ni siquiera su amigo humano nunca lo supo, ahora había decidido que tomaría la edad de un chico de 20 años, pelo castaño mirada algo cansada, una complexión normal camisa blanca con pantalones negros, de tez medio pálida, todo bien, salvo por una cosa.

—Gracias —dijo con una sonrisa normal

Cada vez que sonreía mostraba una hilera de dientes filosos y eso arruinaba totalmente su figura, el noto que ella tardo un poco en responder, al mirarse en el espejo lo supo.

—Lo siento mucho mi señor, pero, mi magia abarca únicamente a cuerpo de exterior, lo interior queda como es

—Ya me ocupare de ello, puedes retirarte, gracias por tu labor, te mereces un descanso, y es una orden

—Si, como ordene

Ella se retiró de ahí dejando a Jezabel mirando su nueva forma como si se estuviera probando ropa nueva.

«Al fin me librare de decir eso por un tiempo... aunque en algún momento me sentiré intranquilo por no decirlo mal... qué ironía» pensó mientras se seguía mirando en el espejo.

Ella se quedó ahí, parecía querer algo pero dio vuelta.

—Pregunta, sé que quieres hacerlo

—Perdone mi indiscreción... pero ¿solo serán vacaciones las que tendrá?, puede mandar a mas mensajeros a ver cómo están las cosas...

—A decir verdad... bueno, estoy planeando algo más, pero es secreto, y solo puedo decirte que incluye a todo el castillo, no únicamente a ver de qué color es la cascada (una expresión) pero no te preocupes, como dije vendré cada noche a verlos para seguir supervisando todo

—Solo espero y cuando necesitemos algo, usted venga rápido

—Nunca los dejaría solos ni loco... aunque no sé si lo estoy por pensar hacer esto

Ella quería sonreír así que solo bajo más la cabeza para hacerlo, después cuando él seguía distraído lo miro.

«De entre todos los reyes demonio a los que he servido... ¿por qué me siento renovada con este?... es tan extraño, incluso desde ese día... muy diferente, antes serio... no tanta intensidad... aun así es algo nostálgico el que no ordene cosas raras como los demás... pero cada uno era diferente en su estilo, al fin y al cabo estamos hechos para servirles... será interesante el resultado final de mi rey»

—Carmilla ¿estas lista? — pregunto Jezabel a quien se encontraba tras la puerta

— Por qué... entre todas las ropas... ¡¿tengo que ponerme esto?! — grito ella presentándose con la cara roja y a punto de arrancarse los ojos con las manos