Sinfonía de destrucción (3)

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—Capitán, las armas y todo suministro están completos, los soldados están listos para irrumpir, conseguimos con los comerciantes de esclavos ciertas herramientas que nos pueden ayudar contra los Himikake, así que por ahora todo va bien— dijo un soldado informando a su superior

—Bien, sigan así y no dejen que nadie vea ni descubra donde estamos, la más mínima intromisión podría ver comprometido esto, nos transportaremos con los caballos negros como refuerzo y los Fafnir (Dragones de carreras, no podían volar, pero si planear, además de tener unas patas fuertes y resistentes), una vez que desmontemos a estos últimos como primera línea intenten alejarse lo más que puedan ya que el efecto de la droga que les daremos pasara dentro de 3 horas, tiempo suficiente para cumplir la misión

Había un gran tumulto en la lejanía, un área abierta recién talada de árboles para hacer espacio innecesario, no nada parecido ni de cerca de lo que pasaba unos cuantos kilómetros lejos de ahí, todo a rebosar de armas, bestias, esclavos encerrados (igual drogados ya que eran diferentes especies peligrosas, ogros, hombres lobo, goblins, gigantes, entre otros) la droga de la que hablaron apenas estaba en producción, era efectiva, más por la aparente adición de Saints Row en ella, pero era muy poca su producción ya que necesitaba fundirse a tal punto que era como hierro fundido, así que solo la porción estaba dándose como una vela aromática, al combinar la Saints Row con ciertas plantas ya que esta mantenía y mejoraba el efecto, pero dependía la cantidad y la fundición de los elementos así que era algo muy difícil de hacer... difícil pero no imposible.

«Estos comerciantes... como ya no hay más héroes que traigan cosas nuevas han optado por crear las suyas, pero vaya que si lo han hecho al hacer esto... solo no hay que acercarse demasiado a ese olor a durazno"» pensó el capitán mientras veía un frasco con el líquido, este parecía mostrarse como una lámpara de lava ya que una burbuja no dejaba de moverse dentro el líquido, una burbuja arcoíris.

El lugar estaba rodeado por jaulas y casas de campaña, las jaulas hechas desde madera hasta metales resistentes, cada uno conteniendo y separando a los esclavos ya que es droga aún era aún experimental y podían regresar a la normalidad en cualquier momento.

—Todo está listo... con todo lo que ha pasado, a pesar de estar tranquilo estoy algo ansioso ¿por qué razón y circunstancia harían una especie de fiesta reuniendo a tantos y tanta gente importante?, esto es una obvia ofensa contra los demás gentes preocupadas, los soldados y comerciantes, por mucho que se vea que quieren hacer algo bueno, esto no es más que tapar el sol con un dedo, dejando de lado que el rey demonio y otros sujetos pueden atacar aquí...

A pesar que pensaba en cosas no dejaba que eso le distrajera de su misión, una que cierto rey le había ordenado, coloco su casco y camino hacia las bestias para montar, avanzo mientras escuchaba el sonido de metales deslizándose y haciendo sonar entre metales, hasta que todo quedo en silencio.

—Bien todo ava...

— ¿Vaya, vaya, que tenemos aquí? — Pregunto una voz divertida— pensé que todos los soldados de ese lugar estarían resguardando seriamente pero veo que planean otra cosa... los juguetes que han traído no son para niños menores de 100 años... interesante

El primero que estaba enfrente busco por todos lados la voz pero parecía un eco que sonaba alrededor de todos y se introducía dentro el oído, ya que tanto el cómo los soldados que le acompañaban parecían alterados por ser descubiertos demasiado rápido.

—No diría que lo que pensaste seria equivocado... dar un poco de esperanza a un mundo desolado por la destrucción, dar un abrazo y clavar la daga en la espalda es un tabú no muy serio y muy seguido, pero es divertido el ver como el efecto del mismo destroza a otros que estén tanto alrededor como lejos de ahí, su rostro, las expresiones de aquellos que caigan en la desesperación, es un deleite no para los que lo hacen por cosas mundanas como poder y avaricia, sino es de aquellos que realmente lo disfrutan, ellos son los que saben que lo que hicieron cumple con la caída del más fuerte, y la derrota de lo aparentemente invencible, muy aparte de la satisfacción de estar frente a todos eso... todo eso en solo un momento, que pocos pueden saborear... como yo

El Rey Demonio necesita vacaciones (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora