Sinfonía de Destrucción (10) Final

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El sol iluminaba la playa y su calor dejaba la arena lo bastante caliente para ir al mar y refrescarse en una especie de placentero contraste y relajación, las olas resonaban contra las rocas cerca de la arena algo lejos donde estaban, algunos cangrejos paseaban cerca de la orilla del mar, algunos fueron arrastrados, otros se enterraron en la arena, gaviotas volando y las olas contra la arena daban la sensación de bienestar total

—¡Toma esto!

Después del grito se escuchó un chapoteo,

— ¡Frio!, ¡ya verás!

Todos se divertían nadando, corriendo o haciendo esculturas de arena, aunque otros se abstenían a solo estar debajo la sombra de una gran lona extendida y acostados o sentados sobre toallas en la arena, los chicos con boxers y playeras, las chicas con trajes de baño, era un día soleado para descansar para cualquiera, menos para...

—Esto me molesta, es una jodida molestia— dijo Azrael cansado y con la cabeza en las rodillas

—¿Te molesta? Si fuiste quién nos trajo aquí— dijo Marcus sentado a un lado con una palea helada en la boca

Azrael le miro, tenía una cara de tener un malestar en el cuerpo imposible de curar.

—Tu sabes a lo que me refiero

Marcus termino su helado y se apoyo con las manos inclinándose hacia atrás.

—Esto... ¿No es lo que querías? Pensé que por todo lo que hiciste ese día y días anteriores, hoy estarías feliz, es más, podría agradecerte esto, es la primera vez que veo el mar sin tener prisa alguna por irme de aquí

Azrael suspiro, miró hacia adelante, miraba a Carmilla jugando con las chicas y algunos chicos, enseñándoles como jugar voleibol, aunque casi no tenía piedad alguna ya que odiaba perder.

Después miró a los que estaban a los lados de él y Marcus, la mayoría eran varones que no dejaban de mirar hacia adelante como él, movió la mano y arena fue dirigido a sus ojos de todos, hasta inclusive escucharse quejidos de mujer entre los molestos, había invitado a todos los de la academia como agradecimiento por el buen funcionamiento y término del festival, aunque hubo algunos fallos en el mismo por lo de "Jezabel" y este día servía para olvidarlo aunque sea un poco.

—Los llamados trajes de baño realmente son peligrosos... ya vi por qué mis sirvientas quería matar a Delta solo por mirarlas... aunque los diseños son muy buenos

El río un poco recordando ello, pero miró a Gabriele, ella tenía uno color rosado con bordes azules casi delgado, estaba a lo lejos, sentada en las rocas mientras miraba el mar, después miró hacia los demás y noto la mirada de Azrael, le saludo con una sonrisa medio apagada, él no respondió, solo se limitó a suspirar más. Algunos maestros estaban disfrutando de bebidas en una gran cabaña igual de extensa como una mansión improvisada a un lado.

—Realmente es una molestia

Todo había pasado como lo pensó... O más bien, la mayoría de las cosas.

Se había hecho una junta de emergencia, aprovechando que los representantes militares de los países estaban ahí, la plática duro lo restante del día, entre discusiones y posibles planes a medias, se declaró que Azrael se tendría que quedar en la academia, él dijo lo restante de la historia, que había hecho una promesa junto un pacto, tendría que tener una vida lejos de Jezabel y sus planes, junto a quien decidiera ser su maestro así planear algo para contrarrestar y atacar, además que hasta el dudaba si debería o debió hacer su movimiento.

El reciente descubrimiento de Arcaida había cambiado un poco la perspectiva de la guerra que provocaría, además de su investigación, y por las expresiones cuando lo dijo, supo que todos empezaban a tomarle atención a ese lugar, además que no era el único que pensaba que estaban tramando algo ahí.

El Rey Demonio necesita vacaciones (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora