Jong Hoon se hallaba revisando la tarea de los chicos mientras ellos terminaban de copiar lo de la pizarra.La morena jugaba a golpear la punta de sus zapatos y tararear alguna canción en voz baja.
Jong Hoon no pudo evitar alzar la mirada una vez más.
«Tan pura, tan inocente».
Si tan solo supiera... Cierto que la morena era virgen. Ningún hombre la había tocado, pero ella... Oh, ella no necesitaba de ningún hombre para sudar sobre sus sábanas y soltar agudos gemidos con un nombre en su boca. Un nombre que no había abandonado su cabeza desde hacia un mes.
Kim Jong Hoon.
Por otro lado, el más moreno de la clase no podía apartar la vista de la pequeña criatura con hoyuelos y cabello castaño. La cita había sido un éxito, o eso creía él. La morena se reía cada vez que él hablaba, haciendo que sus profundos hoyuelos lo dejaran mareado. Esa risa, esos ojos, ese pelo. Pero sobre todo, esa inocencia.
La misma que te llama a pecar, queriendo ser el primero en corromper a tan puro ser. Quería ser el primero en dejar marcas sobre todo su cuerpo. Queriendo ser el primero en escuchar sus gemidos y sentir sus paredes. Oh sí, tanto el moreno como el peli-negro profesor deseaban aquello.
Lo que no sabían es que ambos habían caído en el juego de la de ojos miel. En su cabeza ya había todo un plan. Sería divertido, como si volviera a jugar con muñecas. Muñecas que hicieran todo lo que ella quería.
Soltó una risilla cuando pensó de nuevo en lo fácil que sería manipular a ambos.
Claro, que no tenía en cuenta que el nombre "Kim Jong Hoon" estaba escrito en su libro de vida con tinta roja.
Siguió moviendo sus piecitos al ritmo de la canción que solo ella conocía. Kai rió, Jong Hoon mordió su labio.
...
- Bueno, chicos. Recuerden estudiar mucho para la próxima semana. El exámen no será difícil para el que estudie. -Todos bufaron con notoria molesta al recordar que los primeros exámenes empezarían la siguente semana-. Pasen por mi escritorio para recoger su tarea, por favor.
Los estudiantes iban pasando de uno en uno y tomando el papel que Jong Hoon les extendía. Casi quiso romper el papel y tirarlo en la cara del chico cuando llegó el turno de Kai... Luego recordó que era profesor y que aquello no estaría bien.
- Gracias, profe. -El moreno sonrió y alzó una mano en modo de despedida.
Masticando chicle tan ruidosamente. Pff...
Jong Hoon hizo una mueca y asintió al instante.
Emma seguía sobre su escritorio. Se había quedado dormida a la mitad de la clase, así que no hubo de otra que quedarse en receso para terminar de copiar lo que había en el pizarrón.
- ¡Ems! -Le llamó el moreno antes de retirarse-. Partido de fútbol, no lo olvides -la señaló con un dedo y ella de inmediato llevó uno a su cien tratando de recordar. Algunos segundos en esa posición para luego chasquear los dedos y asentir con una enorme sonrisa-. Te veré allá. -El moreno mordió su labio al ver que todo estaba yendo a la perfección con la chica.
- Señorita Jung, concéntrese por favor. -Jong Hoon llamó su atención, haciendo que la castaña diera un pequeño brinco en su asiento.
Ella asintió y comenzó a escribir tan rápido como pudo. Claro, era algo complicado cuando cambiaba de color de boli a cada tres segundos.
Cuando terminó sonrió y alzó el cuaderno en dirección a su profesor para mostrarle que ya había acabado. Jong Hoon quiso sonreír de ternura al ver todas las páginas decoradas con corazones y pequeños animales de diferentes colores, todos con plumones de escarcha.
Asintió sin decir nada para no ser tan obvio y siguió en lo suyo.
La morena volvió a sonreír con los labios apretados y comenzó a guardar todo en su mochila rosa con orejas de conejo. Volvió a tararear aquella canción cuando llevó una paleta rosa a su boca.
- Profe -se acercó a él dando brinquitos- ¿mi tarea? -Extendió una manita en dirección al mayor.
- Oh, claro. -Jong Hoon se inclinó un poco para tomar el papel rosa en sus manos. Era increíble como aquel papel desprendía su olor-. De eso quería hablarte -ella le miró con el ceño fruncido y meciendo su cuerpo sobre sus tobillos de atrás hacia delante-. Sacaste una nota muy baja, Emma. -La morena tragó grueso y apretó las palmas sobre su falda al escucharlo decir su nombre. Sonaba tan bien, casi como si lo estuviera ronroneando-. ¿Tienes problemas con biolo?
Ella se encogió de hombros y sacó la paleta de su boca antes de hablar.
- Creo. -Soltó con tono infantil-. Solo soy buena en idiomas -comenzó a contar con sus finos y pequeños dedos-, literatura y... -llevó una mano a su barbilla para pensar- ¡Ah! -levantó un dedo en el aire como si hubiera recordado algo- y dándole de comer a Mocos. -Señaló al pequeño hámster que se encontraba en su jaula con las mejillas llenas de semillas. -Jong Hoon apretó los dientes ante la ternura de aquella chica.
«Si tan solo yo pudiera corromperla».
- Ya veo... -Volvió sus ojos al papel-. ¿Qué es lo que más te cuesta? -Preguntó con una pequeña sonrisa que había desarmado a la pequeña.
«Oh, no. Aquí quien juega soy yo».
- Anatomía -señaló el póster del cuerpo humano que había en el salón y se alzó de hombros antes de volver a llevar la paleta a su boca-. Los genes y todo eso. -Hizo un gesto con la mano.
«Lo que podría enseñarte yo de anatomía».
Jong Hoon mordió su labio y sonrió de lado inconscientemente, haciendo que las manos de la morena comenzaran a sudar. Su zona íntima ya incomodaba. Removió un poco sus piernas y apretó los tirantes de su bolso.
- Todos los miércoles, después de clases y hasta las seis. ¿Qué dices? -La miró con una sonrisa y aquello no hizo más que ponerla peor. Pero claro que Jong Hoon solo quería ser buen profesor y ayudar a una alumna con problemas de aprendizaje.
- ¿Qué? -Fingió inocencia. Su profesor rió y aquel dulce sonido le heló la sangre.
«Perfecto».
- Te daré clases particulares, así te puedes poner al día y, ¿quién sabe? Tal vez y hasta puedas ganarle a Mingyu. -Ella rió con tono suave. Podría ganarle a Mingyu cuando quisiera. Biología era su materia favorita después de todo, pero su objetivo ya estaba cumplido.
- Todos los miércoles hasta las seis. -Puso un dedo entre sus cejas y cerró los ojos cuando dijo aquello-. ¡Copiado! -Esta vez Jong Hoon no pudo evitar sonreír a causa de tal inocencia.
Como disfrutaría esas clases.
«Que empiece el juego».
La morena abandonó la clase entre saltos y risillas. Aquí empezaba todo.
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Teacher, please.
Fanfiction- Bueno chicos, les presento a su nuevo profesor y mi futuro esposo; Kim Jong Hoon. Una pequeña ovación de aplausos se escuchó, pero por alguna extraña razón sus ojos fueron a parar directo en aquella diminuta falda. Sus ojos, su boca, su pelo, su c...