24.

806 44 13
                                    


— ¿Te duele mucho? —Volvió a mirarla con preocupación.

Ella negó con la cabeza y se hundió en su cuello para inhalar su olor, ignorando todas las miradas curiosas por parte de los pocos chicos que se encontraban fuera de clase.

Emma cerró los ojos y se acomodó mejor en el pecho de su maestro por lo que restaba del camino.

Jong Hoon subió las escaleras, caminó por los largos pasillos y en ningún momento su agarre perdió fuerza.

— ¿Ryeo? ¿Wookie, estás ahí? —Jong Hoon empujó la puerta con el pie y paseó la mirada por toda la enfermería. Jong Hoon volteó a ver hacia abajo y sonrió con ternura al verla recostada sobre su pecho—. Parece que el enfermero Kim no está.

Ella se encogió de hombros y volvió a evitar su mirada.

Jong Hoon volvió a echar un vistazo detrás de las blancas cortinas para corroborar que su compañero no se encontraba ahí antes de dejarla con delicadeza sobre la delgada cama.

— ¿Te duele? —Ella se hizo un ovillo y negó con la cabeza para luego darle la espalda.

Que gran error...

Jong Hoon la recorrió con la mirada y Emma casi pudo sentir como era desnudada por ese par de ojos negros.

— Lo haces al propio, ¿no pequeña? —Paseó con descaro su dedo índice y corazón por toda la curvatura de su pequeño trasero.

— ¿Hacer qué? —Emma mordió su dedo índice para evitar temblar ante el tacto.

— Tentarme como lo has estado haciendo toda la puta mañana. Usando ese short tan pequeño y apretado, evitarme porque estás enojada... No, enojada no —lo pensó mejor— estás falta de sexo y necesitas que te folle por horas, ¿no es cierto? —Emma negó con la cabeza aún sin verlo a los ojos y completamente húmeda.

Jong Hoon sonrió de lado y con dos dedos apretó justo en medio de las piernas de su pequeña estudiante, arrancándole un gemido de sorpresa y excitación.

— Dime que no —la tomó del cuello y se pegó a su oreja para comenzar a masturbarla con mayor rapidez— dime que no quieres que me hunda en ti una y otra vez, duro y rápido como sé que te gusta. Dime que no quieres que susurre tu nombre de forma sucia mientras mis embestidas son más y más rápidas. ¿No quieres que te toque y te saque orgasmos mi pequeña y sucia Emma? ¿No te gustaría que lama tus pezones mientras meto mi pene cada vez más profundo en esa pequeña y apretada vagina? —Emma gimió totalmente deshecha entre los brazos de su profesor—. Eres una pequeña sucia, mira lo mojada que te pones solo porque te hablen guarradas al oído— se burló.

La menor se maldijo, pero más a él por ser tan exquisitamente prohibido y delicioso.

— Deja de hablar y hazlo de una puta vez —apretó sus dientes para evitar gemir o jadear.

— Oh, mi dulce Emma, estás jodida.

Jong Hoon la tomó por las caderas y con algo de fuerza y sin mucho esfuerza hizo que sus rodillas reposarán justo al borde de la cama.

— Este pequeño culito me ha estado volviendo loco todo el puto día —la acarició con descaro para luego azotar su trasero, poniéndose más duro por los gemidos ahogados de la morena—. Shh, shh hay que hacer silencio Emma, si haces algún ruido juro que no dejaré que te corras.

Ella asintió con la cabeza y llevó ambas manos a su boca.

Jong Hoon bajó sus pequeños shorts de golpe haciéndola temblar por la vergüenza y expectativa.

— Tan deliciosa —susurró antes de hundir su lengua en la vagina de la menor.

Emma mordió su mano e intentó con todas las fuerzas de su cuerpo no emitir sonido alguno, pero la lengua de Jong Hoon no la estaba dejando concentrarse.

— Tenemos que hacer esto rápido pequeña —se separó de ella tan pronto la sintió empapada— así que agárrate fuerte, porque no seré gentil.

Bajó un poco su pantaloneta deportiva y de un solo golpe se hundió en ella, soltando un ronco jadeo al sentirla tan apretada.

— Eres deliciosa, joder. —Comenzó a moverse rápido y sus cortas uñas se clavaron con fuerza en la cadera de la menor.

Ella perdió la batalla y los gemidos comenzaron a escapar a través de sus dedos.

— Eres una sucia. No te importa que te escuchen, ¿verdad? Te mojas porque sabes que cualquiera podría entrar y encontrarte de cuatro con una buena polla adentro. Así es como te gusta, ¿no es así?

Tal vez debería sentirse ofendida o molesta y sabía que lo estaría si alguien que no fuera Jong Hoon le estuviese diciendo aquello, pero es que cada palabra que salía de su boca solo lograba mojarla más.

Ella asintió con la cabeza mientras que con mirada necesitaba volteaba a ver hacia atrás, solo para verlo morderse los labios mientras veía de forma sucia como su pene entraba y salía de su pequeña entrada.

— Sí, lo había dejado en el salón de música —comenzaron a escuchar voces desde lejos.

Jong Hoon apretó los dientes y supo que tenía que darse más prisa.

— Un solo sonido y te dejo sin sexo por más de una semana. —Se acercó más a ella hasta tapar la boca de la menor con una de sus manos y comenzó a embestirla con más fuerza.

Emma cerró los ojos y supo lo que estaba a punto de pasar, pero jamás pensó que aquel orgasmo la golpearía tan duro. Sus piernas no dejaban de contraerse y su garganta quemaba por gemir. De sus ojos brotaban lágrimas que por extraño que pareciera, eran de puro placer.

— Sí, joder, sí. Llora porque nadie te hará sentir tan bien como yo pequeña sucia—. Jong Hoon susurraba cosas a su odio, haciendo que su orgasmo se prolongara más.

Jong Hoon salió justo antes de correrse y lo hizo en el trasero se la menor, dejándola sucia, agitada y aún mareada.

— ¿Hola?

— Justo a tiempo —rió antes de lanzarle una manta encima a la menor quien se encontraba exhausta.

— ¡Wookie, ya era hora de que aparecieras! — Jong Hoon corrió un poco la pequeña cortina blanca que los separaba.

Emma se acomodó el short con la poca fuerza que le quedaba y se dejó caer en la cama.

— Hyung, ¿qué haces aquí?

— La pequeña Emma se lastimó —señaló la cama ocupada por el delgado cuerpo de la menor— se torció un tobillo y ha quedado exhausta luego de jugar volleyball con sus compañeras, creo que lo mejor por ahora sería dejarla descansar.

— Oh sí, sí que duerma un poco. Luego le inyectaré algo para el dolor y le daré unos analgésicos.

— Perfecto, la dejó en tus manos. Nos vemos luego Wookie. Adiós Emma.

La menor no movió un músculo y solo fue capaz de sonreír un poco debido al descaro de su maestro.

La próxima será mi turno...


Ola kp2? Reviví entre los muertos.
Vine a ser muy sincera y es que... Tal vez siga así de desaparecida... La razón es que el trabajo me deja totalmente exhausta y los fines de semana ya no me pertenecen. Todas vamos a culpar a mi novio por esto 😂 de verdad perdón por la espera y por no dejarlas saber que iba a estar tan inactiva...

Se me ocurrió la idea de hacer un grupisho de whatsapp, si alguna se interesa nada más me escribe al pv.
Gracias por seguir leyendo 💕

Teacher, please.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora