— ¿Qué le ha pasado? —El doctor Lee dejó su maleta caer y corrió con algo de desespero hasta el cuerpo inmóvil en la cama. Comenzó a monitorear sus signos vitales, al igual que comprobó el flujo de aire, descartando que hubiese alguna lesión o perforación de un pulmón.— La he encontrado así. No hemos hablado mucho, cuando lo hicimos perdió el control y me rogó que no la llevara a un hospital. Casi nos mata al tomar el volante.
— Joder, Kim. No podré revisarla bien aquí. Su respiración es vaga, por lo que puede ser una costilla rota. Sus pulmones no están perforados al menos.
— ¿¡Una costilla rota!? —Jong Hoon gritó en dirección a Donghae, viejo amigo de la universidad.
— ¡Cállate, idiota! —El doctor Lee intentó despertarla, más la menor no respondía—. La fiebre es alta debido a los daños internos y lo mucho que el cuerpo trabaja al intentar recuperarse de tales heridas. Tengo que llevarla al hospital.
— No, hospital no. —Jong Hoon mordió uno de sus nudillos y caminó en círculos por su habitación—. Ella dijo que vendrían por ella. Sea quien sea que le haya echo esto quiere buscarla, lo normal sería que la buscasen en el hospital primero. —Él guardó silencio unos segundos y se talló los ojos con cansancio—. Tenía miedo Lee... No quiero que nada malo le pase. —Se puso de cuchillas y llevó ambas manos a su rostro.
— Entonces sí la conoces... —Donghae volteó a verlo con una ceja enarcada.
— Es mi alumna —confesó.
— ¡Kim Jong Hoon! —Las ideas no esperaron para aparecer en la cabeza de Donghae.
— No es así —negó—. Ella es una niña dulce e inocente Donghae. Todos en la escuela la aman. ¿C-cómo alguien? —Volvió a negar con la cabeza al no poder entender cómo alguien pudo haberle echo eso—. ¿Pretendías que la dejara ahí? Es solo una niña, Donghae.
— Eso te digo yo, Kim. Es solo una niña. —Se puso de pie y le miró directo a los ojos—. ¿Lo sabe tu prometida?
— Joder... —Susurró mientras volvía a pasar sus manos por su rostro con total desespero.
— Joder... —Repitió el otro—. Supongo que nunca hay elección.
— No es cierto. —Quería negarlo.
— No pienses en eso ahora, tengo que seguir examinando a la niña. Tú sal a tomar aire. —Jong Hoon se puso de pie y antes de salir de la habitación volteó a ver a la cama una vez más.
Allí estaba ella, con su rostro lleno de hematomas y apenas respirando. Mordió uno de sus labios cuando aquella sensación de vacío e impotencia junto a ese extraño dolor volvió a llenarle el cuerpo.
— Estoy jodido... —Salió de la habitación dando un portazo y llevándose una cajetilla de cigarros consigo.
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Teacher, please.
Fanfiction- Bueno chicos, les presento a su nuevo profesor y mi futuro esposo; Kim Jong Hoon. Una pequeña ovación de aplausos se escuchó, pero por alguna extraña razón sus ojos fueron a parar directo en aquella diminuta falda. Sus ojos, su boca, su pelo, su c...