Tortura.
La palabra perfecta para definir el camino de vuelta a casa.
Harry se decidió a que lo mejor sería mantenerse en su forma mortal para transportar a la inconsciente criatura, temeroso de dañar el frágil cuerpo si adoptaba su estado puro. El Omega era tan delgado y vulnerable ante sus ojos, que el Alfa tuvo que convencerse de que no lo rompería si lo tocaba con la menor cantidad de fuerza.
Ese lastimado ser no había despertado desde que abandonaron el bosque y tampoco lucía como si fuese a hacerlo en un largo tiempo, sus heridas aparentaban ser lo suficientemente profundas y dolorosas para mantenerlo en la inconsciencia durante al menos un par de días más. Pero Harry sabía, por el aumento en el ritmo cardíaco de la criatura y la sutil mejoría en el color de su piel, que sus improvisadas acciones para salvarle la vida estaban dando resultado.
Lo supo también cuando sus piernas fallaron y se le nubló la visión, cuando tuvo que detenerse para tomar una fuerte inhalación y poder seguir de pie.
El Omega lentamente comenzó a absorber toda su vitalidad. Un privilegio que Harry le dio al morderlo. En cuanto sus colmillos hicieron contacto con la piel, el lobo le cedió la mitad de su alma a la criatura. La mitad de sus pensamientos, de sus emociones, de su espíritu y energía.
Y él estaba tomándolo todo, luchando para mantenerse con vida y debilitando a Harry en el proceso.
Era cuestión de tiempo para que se desvaneciera, esta vez sin tener la fuerza suficiente para evitarlo.
Al percatarse de su súbito agotamiento, Liam no había dejado de reprenderlo durante gran parte de su viaje, recordándole incesante lo jodidos que ambos estarían al llegar a la aldea y lo estúpido que había sido al actuar de esa forma.
"Eres un imbécil" continuaba quejándose mientras caminaba a su lado, siempre alerta en caso de que el Alfa de rizos necesitara apoyo. "Te amo, eres como mi hermanito, pero en estos momentos sólo quiero estampar tu linda cara contra un árbol."
Harry tardó en responder. Luchando por mantener su aliento mientras avanzaba.
"Lamento meterte siempre en mis problemas."
"No digas estupideces" el lobo bufó. "Claramente tengo que estar metido en tus problemas, esa es la base de nuestra amistad."
La única respuesta que atinó a dar fue una pequeña sonrisa agradecida, no había nada que pudiese decir para ir en contra de las palabras de su hermano.
El resto del caminó transcurrió en un pesado silencio entre ambas criaturas, sólo con el eco de su andar y los jadeos agotados de Harry abriéndose paso en la atmósfera. De vez en cuando, Liam parecía querer decir algo en voz alta, pero ninguna palabra conseguía escapar de sus labios.
"No estoy de acuerdo con lo que hiciste..." finalmente habló, apresurándose a continuar antes de que el rizado se animara a interrumpirlo. "Te lo dije, eres mi hermano y te adoro, pero..." Liam dudó, tiró de los cortos mechones de su cabello con frustración, y alzó la vista hacia el grisáceo cielo sobre sus cabezas antes de volver a enfrentarlo. "Harry, estás muriendo por salvar a un desconocido."
No estaba muriendo. Podía parecer que sí, adoptando de pronto un estado cadavérico, pálido y helado, y sintiendo un repentino escalofrío que no era muy común en una criatura como él. Pero no lo estaba.
O al menos eso esperaba.
"No es un desconocido, es mi Omega."
"¡Que lo hayas mordido no quiere decir que sea tu pareja, Harry!" la tensión en la anatomía del Alfa era más que evidente. Liam estaba preocupado por su amigo, con una razón justa en realidad, ninguno de ellos sabía lo que podía desencadenar el repentino arrebato del lobo de mirada esmeralda. "Ni siquiera sabes su nombre."
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Wolves. [TERMINADA]
Fanfiction"La guerra entre lobos y humanos está muy lejos de terminar. Los lobos son fuertes, valientes, guerreros por naturaleza. Pero los humanos están consumidos por el odio y un oscuro deseo de venganza, y eso los convierte en un enemigo altamente peligro...