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SE NOS VIENE LA BENDICIÓN.

Advertencia: Ya que hay embarazo masculino, también tiene que haber parto masculino (duh). En este universo es súper normal que todos los Omegas tengan a sus cachorros de forma "natural" (ya que no existen cesáreas, a menos de que ocurra una emergencia durante el trabajo de parto, ni hospitales ni nada del mundo humano) así que abran sus mentes e imaginenlo de la mejor manera que deseen.

Igual, si leen cosas bien puercas no se espanten por esto.

Hasta aquí mi reporte. Les veo en la nota de hasta abajo.

🐺

"¿Cómo te sientes?" Harry preguntó en voz baja mientras volvía a acomodarse en su lugar junto al colchón.

Había encendido algunas velas para iluminar la habitación y se encargó también de deshacerse de las húmedas prendas que comenzaban a incomodar a su Omega; siendo cuidadoso a la hora de pasarlas por sus piernas y cubriéndolo inmediatamente con la ropa interior que obtuvo del armario.

Louis se había tranquilizado lo suficiente después de un instante, al parecer, su frenético estado se desencadenó del temor que le invadió al sentir un repentino e imperioso malestar propagándose a través de todo su vientre y espalda baja; eso, añadiéndose al hecho de que no lograba encontrar a su Alfa a su lado en la cama y la oscuridad de la noche volviéndolo todo más aterrador, habían terminado llevándolo a experimentar un súbito ataque de pánico.

Tan intenso, que inconscientemente acabó llamando a su Alfa en busca de consuelo.

El Omega se acurrucó sobre la almohada que no había querido soltar y suspiró.

"Ridículo" musitó culpable, con sudor helado escurriendo todavía sobre su rostro y un nuevo puchero adornando sus labios. El húmedo pedazo de tela que Harry había puesto sobre su frente se deslizó cerca de su ojo. "Patético y... asustado"

Su temperatura corporal no había disminuido aún y el dolor que estuvo sintiendo con anterioridad se había vuelto esporádico e intermitente. Apareciendo cada cierto periodo de tiempo, Harry había contado alrededor de seis minutos, y quedándose en la anatomía de su Omega durante poco más de cuarenta segundos antes de volver a apaciguarse durante un breve instante.

Había sido así en dos ocasiones más mientras lo aseaba e intentaba cambiar las sábanas sin moverlo demasiado, y, en cada una de ellas, el lobo se quedó a su lado hasta que la punzante sensación desapareció. Sosteniendo su mano y acariciando su mejilla como una muestra de aliento.

"También estoy asustado..." confesó a la par que descansó su barbilla sobre el borde del colchón y posó la atención de sus esmeraldas en el sonrojado rostro a pocos centímetros de distancia. "N-no eres patético, Louis"

El ojiazul soltó un bufido, sin moverse de su cómoda posición de costado se estiró a tomar la mano que Harry mantenía extendida sobre la cama; dejándola a total disposición para que el Omega acariciara cada dígito y se aferrara a su agarre cuando una nueva oleada de dolor llegara a atacarle.

"E-estaba tan preocupado hace un momento, c-creí que..." la mandíbula de Louis se apretó y cerró los ojos, por un segundo, el rizado se preguntó si volvería a experimentar otra nueva contracción, a pesar de haber sufrido una hace menos de tres minutos y medio. Dejó escapar una respiración temblorosa y lo miró una vez más, con una mueca de confusión adornando sus agotadas facciones. "¿Por qué estás tan mojado, Alfa?"

Harry había estado tan concentrado en atender a su pareja, que se había olvidado por completo de su propia condición. Las empapadas prendas todavía pesaban sobre sus hombros y cintura, huellas de lodo se habían plasmado en el suelo de madera a la par que su cabello salpicaba gotas de agua encima del colchón, y la piel de sus mejillas y nariz parecía necesitar entrar en calor lo antes posible. Era un absoluto desastre nervioso y titubeante.

Wolves. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora