Louis no volvió a reunirse con Zayn, Erick, o cualquier otro miembro de la manada, sino que fue el mismo Adam quien se encargó de llevar al Omega y su madre a los límites de la nueva aldea; apareciendo entre los robles después de que Alexander llamara su nombre, tal como había hecho con Matthew anteriormente, y mostrándose mucho más relajado que la última vez que el ojiazul lo vio.
El guerrero no se separó de ellos en ningún instante, adoptando su estado puro por primera vez en mucho tiempo y caminando hombro a hombro con el lobo de melena castaña a través del bosque.
Las heridas en proceso de sanación se dejaban ver a través de la melena grisácea de la gigantesca criatura, algunas mostrándose en carne viva todavía, y una de sus patas delanteras no lograba apoyarse por completo sobre la tierra, provocando que su andar fuera lento y cauteloso y que gruñidos colmados de frustración escaparan de los labios de Alexander durante todo el recorrido.
Louis no fue capaz de mantener ningún tipo de comunicación con su madre en el trayecto, dedicándose a apaciguar los cúmulos de pensamientos que se apoderaban con premura de su cabeza y luchando por controlar todas las emociones que lo habían comenzado a atacar durante aquel corto periodo de tiempo. Su aroma aumentando hasta volverse el más perceptible de entre todas las criaturas.
Ninguna palabra escapó de sus labios hasta que el pequeño grupo se acercó a los límites de la aldea y sus ojos, todavía nublados por las lágrimas, lograron enfocarse apenas en la oscuridad reinante del exterior.
Lo primero que apareció en su campo de visión fue la borrosa imagen de una construcción aparentemente derrumbada a varios metros de distancia, con sus paredes destruidas en totalidad, cimientos caídos y partes de lo que parecía ser el techo desplomándose con el simple roce del viento. Los escombros rodeándole y un sinfín de trozos restantes de madera apilados uno sobre otro dificultaban el acceso al lugar, aunque resultaba imposible que ese sitio fuese habitable en absoluto.
Louis pensó que la imagen delante se trataba de nada más y nada menos que los restos de alguna cabaña caída, víctima de algún profundo daño que acabó destruyéndola hasta que no quedara nada de ella; tal como había ocurrido con su anterior hogar.
Sus sospechas se vieron en aumento cuando, al ir acercándose, otro par de construcciones desechas aparecieron frente a su mirada, igual de devastadas que la primera. Y después vino una cabaña más, y de pronto, Louis ya no se sentía tan seguro de querer seguir.
El lugar que se mostraba ante ellos parecía encontrarse totalmente en ruinas y sin un rastro cercano de vida en él, con fragmentos de pinos y construcciones en ruinas siendo cubiertos por una tenue lluvia de cenizas y polvo a su alrededor, profundas marcas de guerra sobresalían estampadas sobre la corteza de los robles caídos y un putrefacto aroma cargado de desolación reinaba en el sombrío y lúgubre ambiente.
No se asemejaba en nada a lo que Louis hubiese esperado y le tomó menos de un par de segundos averiguar cuál sería la causa de que la aldea se encontrara en esas condiciones tan deplorables.
Enterró los dedos en la melena del lobo, tirando de los largos mechones castaños con toda la fuerza que sus temblorosas extremidades lograron reunir. Adam gruñó por lo bajo, tomando las acciones de la criatura como una señal para detener su andar; quizá sabiendo lo difícil que se había vuelto para Louis el mantenerse en el camino sin el riesgo de tarde o temprano acabar devolviendo el estómago sobre alguno de sus acompañantes.
Aunque en esta ocasión no fue el sensible estado de su barriguita lo que lo había obligado a detenerse.
"Atacaron la aldea," musitó en un desconocido tono. No fue una pregunta, jodidamente no lo fue. Él lo sabía.
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Wolves. [TERMINADA]
Fanfiction"La guerra entre lobos y humanos está muy lejos de terminar. Los lobos son fuertes, valientes, guerreros por naturaleza. Pero los humanos están consumidos por el odio y un oscuro deseo de venganza, y eso los convierte en un enemigo altamente peligro...