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Fue un par de días después de que Louis visitara su tienda; que Niall recobró paulatinamente la consciencia.

La noticia se propagó con rapidez entre los miembros sobrevivientes de la manada y, en cuanto llegó a los oídos de Anna y el resto de los curanderos, éstos no tardaron en trasladar los escasos materiales de sanación a la carpa en donde el joven lobo se encontraba, permaneciendo allí durante horas y horas mientras la criatura recobraba la mayor parte de sus capacidades motrices y cerebrales después de pasar días enteros sumido en una profunda inconsciencia.

No hubo rastro de Matthew o algún otro integrante de la familia Horan durante ese largo periodo de tiempo, nada que les pudiese brindar un poco de información respecto al estado del Alfa de mirada zafiro, y Louis deseó más que nunca abandonar su tienda y correr a confirmar con sus propios ojos que el cachorrito cazador por fin había despertado.

Como ya se lo esperaba, Zayn no le permitió poner un pie fuera de la tienda compartida, obligándolo a mantenerse en el cálido interior de ésta y esperar hasta que Brendan, Adam, o el mismo Matthew, aparecieran para darles cualquier noticia respecto a la salud del menor de los Horan.

A Louis no le quedó más remedio que obedecer el firme mandato de su amigo, refunfuñando en voz baja ante la estricta actitud sobreprotectora del Omega y acurrucándose con Ezra entre las mantas hasta que el sueño acabó venciéndolos a ambos.

La noticia que el Omega esperó con tanta urgencia llegó hasta él pasadas más de veinticuatro horas después, cuando un cabizbajo Brendan se coló en su tienda sin previo aviso, dejándose caer sobre las gastadas sábanas debajo y recargando con pesar su cabeza en el hombro de Zayn.

"Está bien," les había dicho en un tono demasiado bajo para lograr ser escuchado por cualquier otra criatura, con su aroma saturándose de las emociones que lo invadían. "Nos reconoce, recuerda lo que pasó, es sólo que.... esto va a ser muy difícil para él..."

En aquel momento, y siendo testigo del afligido estado del rubio, Louis se preguntó si el lobo de mirada zafiro tal vez habría sufrido algún daño realmente irreversible, algo que ni Anna ni los demás curanderos pudiesen sanar del todo, que acabara condenando su vida y lo despojara de todas las maravillosas experiencias futuras que le esperaban.

Louis no se animó a preguntar en ese instante y, por la mirada que Zayn le dio, supo que hizo lo correcto.

Varios días después, cuando retomaron su marcha con rumbo a la nueva aldea, el Omega se enteró por el mismo Brendan que el estado de Niall empezaría a mostrar una considerable mejoría con el paso del tiempo y, después de constantes sesiones de curación, tratamientos intensivos y mucha, mucha paciencia, se esperaba que no quedara ningún daño mayor a las múltiples y eternas cicatrices adornando gran parte de su piel.

Sin embargo, no era la salud física del joven Alfa lo que tenía tan angustiada a la familia Horan, pues según Brendan, ellos confiaban en que su recuperación sería exitosa con los cuidados adecuados de su parte. Lo que realmente les preocupaba era el estado emocional que la criatura parecía presentar desde el segundo en que despertó.

Era el sufrimiento y la melancolía siendo perceptibles en su semblante, la agonía que parecía envolver a sus zafiros desde que éstos se abrieron una vez más. Opacos, desolados y, quizá, con un poco menos de vida a lo que las criaturas ahí recordaban.

"Se culpa por todo lo que ocurrió en casa, desde que despertó no ha dejado de culparse y pedirle perdón a mamá y papá" Brendan les había dicho mientras se preparaban para partir junto al resto de la manada, luciendo verdaderamente desconsolado por la situación de su pequeño hermano. "Apenas puede moverse, pero no deja de llorar y suplicar porque lo perdonen, nunca lo había visto tan.... tan destruido. Ese no es mi hermanito, no lo es"

Wolves. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora