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Alex:

-En tu vida me vuelvas a poner una mano encima.

-¿No? ¿Y qué tal si hago esto...- Piper me tomó de la cintura y me acercó con fuerza para besarme. No podía negarme a sus labios ella era una adicta y yo era una adicta a ella, esa era la verdad.

Me seguía besando y no era nada tierna, puse mis manos en sus mejillas para intentar calmarla pero era inútil. Ella siempre necesita mucho más.

Me fue llevando a la cama sin soltar mi cintura. Sus manos recorrían mi cuerpo y no podía seguir su ritmo, me alteraba no saber que era lo que seguía con ella.

-Piper detente...

-No.

-Pip...

-Cállate Alex.- mi cabello se enredaba en sus dedos y ella aprovechó para jalarlo un poco y hacer que nuestros labios se separaran. Se deslizó por la cama hasta quedar sentada contra la pared y se quedó mirándome desde allí. Su cabello aún estaba mojado igual que todo su cuerpo, el vestido le quedaba ajustado por lo mismo, así que cuando empezó a deslizarlo para quitárselo tuve que acercarme... ya no resistía más.

-No te enamores.

Reí. -Qué ilusa eres Piper.

Seguí quitándole el vestido y ella rápidamente recuperó el control cambiando de posición y sentándose encima de mi. Sabía que estaba enojada y así era el orden natural de las cosas, así nos gustaba.

Con una agresividad casi predecible subió mi vestido hasta la cintura y bajo mis bragas. Seguramente se seguirían notando las marcas de sus uñas en mis muslos al día siguiente y me recordaría todo el tiempo la forma en la que Piper estando a centímetros de hacerme sexo oral, pasaba su lengua por sus labios con sus ojos clavados en los míos.

-¿Qué pasa Piper? ¿No sabes cómo complacer a una chica?- No dudaba de que sabía, pero ansiaba desesperadamente que me hiciera sentir lo que a todos los que tocan esta cama.

Ella sonrió ante mi comentario y sin esperarlo empezó a cogerme. Moviendo su lengua rápidamente, sin parar, sin respirar siquiera. Ella era una guerra en la cama, una que yo quería ganar así que me guarde las ganas de gemir como una maldita loca y cambié de posiciones haciendo que quedara debajo de mi pero sin separar su boca de mi vagina.

-Tan mala eres Piper que tuve que ayudarte porque con esa boquita no me harías llegar nunca.

Sus manos subieron por mis muslos hasta mis nalgas y las apretó con fuerza mientras introducía toda su lengua en mi. Después de eso si se me escapó un leve gemido y pude sentir su sonrisa. Seguía moviéndome hasta que estando muy cerca ella paró.

-Viste, sabía que no lo lograrías.- estaba a punto de pararme pero ella tomó mis muslos con fuerza.

-Oh por favor Alex, deja de hablar tanto y muéstrame que tan buena eres.

En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en 69. Diablos ella es rápida. Me incline mordisqueando sus piernas y sin avisarle, sin ni siquiera tocarla antes, metí dos dedos de golpe en ella. Hasta el fondo. Piper no se quejó, a penas vi las señales de placer en la forma en que su abdomen se contraía.

Puse mi cara entre sus piernas sin aguantarme más el probarla. Se me cruzó Alice por la mente, ella es deliciosa. Pero Piper... Piper es Dios.

Puso sus manos en mi espalda baja haciendo que nuestros cuerpos quedaran juntos y de nuevo puso su lengua en acción. Lo exótico y tal vez lo que más me excitaba y me ponía húmeda de toda esta situación (ademas del cuerpo de Piper claro) era el hecho de que las dos estábamos reprimiendo nuestros gemidos. Lo único que se podía escuchar en toda la habitación eran nuestras respiraciones agitadas y nuestras bocas contra la piel húmeda de resto no había un solo ruido.

Era una guerra indudablemente pero me sentía perder, podía apostar que Piper estaba muy cerca quizás tanto como yo pero quería a toda costa que ella se viniera primero. Así que eleve sus caderas e incremente el contacto, más rudo y más consistente. Me dolía la mandíbula pero lo valía.

Cuando podía casi sentir sus paredes aprisionando mi lengua ella de nuevo se recuperó y volvió a probarme. Esta vez utilizo sus dedos para entrar en mi mientras su lengua me daba todo el placer y además para terminar de enloquecerme empezó a mover la cara como negando. Haciendo que sus labios se sintieran de una forma tan diferente que casi casi me deje llevar. Seguí moviendo mi lengua, mi boca apostaba por sus mejores movimientos y podía sentir que las dos íbamos a explotar.

Entonces ella hizo lo que nos faltaba a las dos, recorrió los costados de mi cuerpo con sus heladas manos y llegó hasta mis senos. Sobándolos por encima del vestido unos segundos para después abruptamente bajar de un tirón la tela. Las dos incrementamos los movimientos y esta vez si queríamos dejarnos llevar, mataba por escucharla gemir cuando se viniera. Pero no fue así.

Su cuerpo estaba descontrolado y a pesar de que supe por su lenguaje corporal que había llegado al climax, al igual que yo. Ninguna de las dos dijo nada.

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Estoy escribiendo capítulos re cortos y es horrible pero estoy trabajando ahora y no tengo mucho tiempo. En fin espero no defraudarles.

Oh por cierto les recomiendo leer a karschilling por si mis fics les parecen muy densos jajajaja

Piper Prepago Donde viven las historias. Descúbrelo ahora