Piper:
Sentir a Alex tan cerca me afectaba y no podía evitarlo. Haberla escuchado decir esas dos palabras me robó el aliento por completo ¿cual era su punto?
Quería salir corriendo de allí lo más lejos posible por lo menos hasta cuando no estuviera tan consciente de lo que acababa de pasar pero tan pronto como intente levantarme ella me acercó más a su pecho.
-¿Por que huyes de mi?
-No... no estoy huyendo de nadie Alex.
-Es lo que estabas apunto de hacer hace un segundo...
Me quede mirándola a los ojos y me di cuenta que algo en su mirada había cambiado, sin embargo me esforcé por sentarme en el borde de la cama y liberarme de sus brazos.
-¿Que estás tramando?
Alex me miró confundida, era claro que algo no encajaba completamente en esta situación.
-¿De que hablas?
-Me sacaste de tu casa porque no querías perder a tu novia y ahora me dices que me quieres... se sincera Alex. No estoy para juegos.
Un dolor de cabeza empezó a surgir distrayéndome de lo que estaba hablando.
-¿Quieres que te traiga algo? ¿Estás bien?
-¿Que carajos te pasa Alex? ¿Acaso estás aburrida y solo quieres distraerte conmigo o que?
-Solo me preocupas...
Reí cínicamente, era irreal lo que estaba escuchando. Ella de verdad lograba confundirme. -Yo pensé que aquí la loca era yo... pero la verdad es que tú vida está tan llena de mierda tanto y más que la mía. Así que no me arrastres a esto y soluciona tus cosas antes de venir a mi.
Salí y nunca me había sentido tan furiosa ni siquiera cuando mis padres hicieron lo que hicieron, ni siquiera cuando la primera persona tocó mi cuerpo sin mi permiso. Y para completar de dañar todo Paris subía por las escaleras.
-Piper, que bien encontrarte aquí... alguien te necesita abajo.
-¿Qué? ¿A esta hora?
-Si. Al parecer tú y Alex son las únicas que no trabajaron anoche por lo tanto tienen una sesión con Kathe.
-¿Es broma?
Paris sonrió con ese gesto que tanto me hacía odiarla. -¿Cuando he bromeado contigo?- siguió caminando y golpeó la puerta de Alex. Ella se asomó y cruzaron unas palabras que la hicieron poner sus ojos en mi pero por pocos segundos porque me escabullí en mi habitación antes de que pudieran decirme algo más.
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-Piper...- un sonido que conocía pero que no sabía ubicar me martillaba la cabeza, quería que parara y me dejara seguir en esta paz interior.
Pudieron haber pasado unos minutos o unas horas desde la ultima línea que aspiré, pero la tranquilidad que sentía era tan grande que no quería que terminara.
-Piper...- Otra vez esa voz.
Me levanté sintiendo la ligereza en mis pies, caminé hasta la puerta y al fin el ruido se fue pero allí estaba Kathe. Me miró con curiosidad y finalmente entro a mi cuarto cerrando la puerta.
-Algo me ha estado rondando la cabeza desde la ultima vez que trabajaron para mi... así que quiero estar segura antes de seguir.
Me recosté en la pared porque se me estaba haciendo difícil concentrarme. Hace días me estaba matando el dolor de cabeza pero tenía claro que solo pasaba cuando estaba sobria, o al menos eso creía.
-Piper...
-Si dime, ¿que quieres que haga para ti esta vez?
Abrí los ojos y quité la mano de mi frente para mirar a Kathe, pero ella ya tenía su atención en otro lado. Alex estaba parada en frente de la puerta y pasó rápidamente sentándose en mi mesita. Considere el acto muy abusivo de su parte pero lo deje pasar solo porque teníamos que aparentar frente a cualquier otra persona.
-¿entonces?- escuché su voz ronca y por primera vez fui capaz de preguntarme ¿sería capaz de hacerlo?
-Es muy sencillo... la última vez si lo recuerdan, Alex estuvo a tu disposición...
-No recuerdo que eso fuera lo que pasara.- Alex se removió incómoda.
-Bien pues esta vez... tú estarás en una situación de humillación Piper, si estás de acuerdo.
No era la primera vez que hacía este tipo de cosas pero no sabía realmente si era un buen momento para hacerlo y menos con Alex.
-¿Qué tipo de humillación?
-Tendrás algo en tu boca... tus manos estarán amarradas desde atrás con tus pies y... puede que Alex te golpee, sin hacerte mucho daño obviamente.
Alex soltó la risa pero no en tono de burla. -Es broma ¿no? Yo no estoy dispuesta a hacer algo así y yo se que Piper menos ¿verdad?- me miró con esos ojos verdes atravesándome el alma.
-Creo que no estás en posición de negarte Piper, tú sabes a qué me refiero y además te lo estoy pidiendo de buena forma...
Alex volvió a salir de mi cuarto pero antes de desaparecer se giró -Yo no haré parte de esto.
Kathe me miró esperando mi reacción pero yo aún estaba muy pasmada como para saber que hacer. -Tienes que convencerla de que lo haga contigo, nada me prende más que esa pelinegra. Tienes 20 minutos.- Kathe le dio un ultimátum y salió tirando la puerta.
Salí en seguida para buscar a Alex ¿Que otra opción tenía? Si no era ella sería otra pero de seguro antes de eso tendría un gran problema con Paris.
Para mi sorpresa la encontré en su cuarto bastante tranquila empacando sus cosas.
-¿Por qué estás empacando? ¿Tomarás unas vacaciones?
-Me voy Piper.
-No no puedes.- una sensación de pánico empezó a invadirme por dentro. Ella dejó lo que estaba haciendo y cerró la puerta detrás de mi para sentarme en su cama, se arrodilló en frente mío como si fuera una pequeña niña.
-Escucha Pipes... no se quien diantres eres, ni se que te pasa en este lugar y con Paris. Pero ya no te puedo ayudar, tú no dejas que yo pase este límite que pones cada vez que estoy un paso cerca a ti y estoy segura de que si no fuera por tus drogas nunca hubieras estado tan vulnerable como para dejarme entrar a tu mundo... ah por cierto.- Alex sacó del bolsillo de su pantalón un paquete de polvo blanco que estoy segura estaba encima de mi mesa. -Se más cuidadosa con esto... si Paris lo encontrará...
-No necesito que me cuides.
-Ya lo sé... lo sé.
Se levantó y siguió guardando su ropa en la maleta.
-Alex por favor... haz este último trabajo por mi... te lo ruego.
-No me pidas algo que no te quiero hacer.
-Lo se pero si tú no haces alguien más lo hará y sinceramente lo prefiero contigo... porque confío en ti.
Se quedó dudando unos segundos pero al final detuvo todo lo que estaba haciendo y me miró a los ojos.
-Si lo hago después de esto me tendrás que contar todo. Sin evasivas ni mentiras.
-Esta bien.
-Promételo...
¿Que estaba apunto de hacer? -Lo prometo.