***Narradora***
-¡Son una decepción! – Gritó el jefe de soldados – Todos con daños mayores y uno muerto ¡¿Pues cómo los enfrentaron?!
-Señor... .-Tadashi iba a defender su puesto junto al de sus amigos pero le interrumpió de nuevo el jefe.
-¡Nada de señor! Busca a tu hermano para que los cure, y de inmediato ¡Se van en busca de ellos! No se deben de mover tan rápido, así que el día de mañana quiero que vayan tras ellos.
Tadashi abre la boca para cuestionar pero de nuevo le interrumpe.
-¡Y no quiero noticias de ustedes hasta saber que los tienen!
Las palabras aun le retumbaban en la cabeza de Tadashi cuando este pasó a curar sus golpes morados en el vientre, se retiró a una habitación por aparte para recostarse en la camilla.
Ahora se encontraba en un hospital mientras atendían con la ayuda del robot, Baymax, y a reposar para al siguiente día.
El pelinegro cerró los ojos mientras respiraba con calma, intentando serenar su mente y descansar lo suficiente para el día siguiente.
Tadashi abrió ligeramente sus ojos mirando la oscuridad de la habitación, los cerró levemente pero al abrirlos miró la figura de una mujer, entonces los abrió por completo sorprendido de ver a la mujer que se dedicó a destruir a su equipo.
El pelinegro por reflejo buscó a sus costados sus armas pero era claro que no había nada, se puso en pie con velocidad pero la mujer le amenazó.
-Atrévete a gritar o cualquier acto para llamar la atención y te dejo mudo –Elsa levantó los dedos para apuntarle al muchacho y de un poder azulado y escarlata rodeó su cuerpo y lo hizo sentarse de nuevo.
-¿Cómo me enc...... -Tadashi miró bien la imagen, la oscuridad no le favorecía mucho pero identificó que no estaba ahí, la figura de Elsa se transparentaba – Es por que no estás aquí.
-Que inteligente –Dijo la platinada – No me interesa matarte, no ahora tal vez, pero vengo a advertirte de los reos con los que me rodeo, y vas a poner atención.
Tadashi frunció su seño extrañado con cada palabra que Elsa le dijo.
Ella en su momento estaba sentada de piernas cruzada en el suelo, en posición de meditación en medio de la oscura noche, rodeada de los arbustos y pinos del bosque.
Habían avanzado lejos del castillo que Elsa había construido, ahora estaban a las afueras de Inglaterra pero habían tomado un descanso, para Jack quien aún seguía inconsciente pero ya curado.
Los dragones bebieron agua de los ríos y se alimentaron de pescados, algunos para ellos y otros cazados por Merida e Hiccup para que Flynn y Rapunzel los cocinaran en una fogata.
Elsa había protegido el área con hechicería para evitar ser vistos por los guardias que ahora estaban buscándolos por toda Inglaterra.
La platinada respiraba hondo, ella no necesitaba alimento ahora.
Aparecían gestos de molestia en su rostro cada vez que meditaba más sobre lo que hacía en otro lugar, la pelirroja llevó un pescado frito envuelto en un pedazo de tela.
Se acercó a Elsa y le llamó.
-Elsa..... –Pero no escuchaba – Elsa..... – No la escuchaba por segunda vez. Merida le removió el hombro hasta que Elsa abrió los ojos con las pupilas color escarlata y con una expresión de sorpresa.
-¿Qué? –Dijo mirando a la pelirroja mientras sus ojos volvían a su azul natural.
-Te he traído un poco de pescado – Le ofreció Merida mientras la miraba extrañada por aquel acto.
-No tengo hambre –Escupió de manera golpeada – Vuelve a interrumpirme así cuando medite y seré yo quien te clave tus propias flechas a tus manos.
Merida rodó los ojos mientras cambiaba el pescado a la otra mano. Se dio la vuelta y la dejó.
Ella pensó en lo que acaba de hacer, de decir y jurar.
Miró a sus excompañeros, se puso de pie y se fue acercando hasta la llama anaranjada y cálida del fuego donde sus amigos estaban rodeándolo.
-Si quieren tanto ser "libres" – Dice Elsa calcando las comillas con sus dedos – Libres de la cadena perpetua, bien, los guiaré a Pitch Black, pero deberán hacer todo lo que les diga relacionado al camino.
-¿Cómo lo encontrarás? –Cuestionó Hiccup.
-Con los dones que he absorbido de Anna y Emma –Contestó ella – Esa respuesta será suficiente para sus futras preguntas debido a mis futuros actos, así que no pienso volver a escuchar de nuevo que me cuestionen.
Elsa se giró para retirarse, pero al bajar la mirada se encontró con el peliblanco que dormía entre el césped, con su cabeza recargado en las patas de Brinca Nube, quien comí una gran pila de pescados.
-Nos iremos al amanecer, así que descansen bien. No pienso esperar a ninguno.
Terminó de hablar la platinada.
Sus excompañeros no la reconocían, y eso les incomodaba a todos por igual, pero algo que la mayoría pensaba era en seguir con el plan, ganarse su libertad y separarse de cada uno de ellos, jamás volverse a ver.
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Escuadrón SobreNatural. Primer libro.
Fiksi PenggemarTras años de estar en prisión. La máxima seguridad "Orígenes de Guardianes", busca a estos 6 elegidos para su apoyo contra el mal, a cambio de su libertad. -Rapunzel Corona y Flynn Rider, la mujer cura toda herida, ambos son ladrones de tesoros. -H...