》—¡Así que eres tú! —Oí como esa voz masculina hacia resonar eco sobre mi oreja, sentía su aliento y eso me hizo estremecer. Voltee hacia el respectivo lugar y uno de sus dedos índices toco bruscamente mi mejilla.
Lo vi de pies a cabeza y suspiré.
—Todavía no me acostumbro... —Agarre su mano y la apoye sobre mi cara. Me sentía demasiado nerviosa, pero era normal. —Eres demasiado serio, Todoroki.《
¿Quién no podría estar nerviosa en frente de el?
Sentí como sus brazos pasaban sobre mi cuerpo, tratando me de encerrar con ellos. Yo hice lo mismo y terminamos abrazándonos.
—Uraraka...
¿Quien...?
—¡Uraraka!
Mi cuerpo empezó a sentir una sensación extraña. Frente a mí, Todoroki desaparecía. Como si todo lo viera borroso. De repente mis ojos empezaron a notar una luz completamente cegadora.
Entonces los abrí.
—Pensé que nunca ibas a despertar, ¡me preocupaste! —Midoriya se encontraba frente a mí. Me senté y limpié mis ojos bruscamente. —¿Estas bien?
Lo mire como si el tuviera la culpa de todo. Él se dio cuenta, así que retrocedió y empezó a reír nerviosamente.
Volví a mi zona de confort y pude analizar todo lo que estaba pasando. Inmediatamente me sentí mal. Echarle la culpa de esa forma a alguien que siempre me ha estado apoyando no era algo de mí.
—Perdón. —Las lágrimas amenazaban con salir desesperadamente.
Midoriya se sentó a un lado mío y me abrazo. La calidez de su cuerpo me recordaba perfectamente a Todoroki, se sentía tan real.
Me sentía débil, me sentía completamente desnuda. Entonces ahí fue cuando estalle en llanto.
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