No entiendo la razón por la que sigo haciendo esto. Simplemente es inevitable en mi no parar de escribir tu nombre cada vez que estoy frente a un cuaderno y contengo un plumón en mi mano. Me pongo nerviosa cuando estas cerca mío, eso me hace sacar mi lado torpe y decir cualquier tontería que se me venga a la mente. Te he visto últimamente muy animado, ¿será porque leíste mi última carta? No creo (jeje) eso es soñar de más.
No puedo creer que hayas sacado una de las mejores calificaciones de la clase, ¡Felicidades! Eso me haría ¿menos intelectual?
Vi que has hablado mucho con él, ¿Ya se resolvió todo? Están demasiado animados y es inevitable para mí no sonreír babosamente cuando te veo. Es triste sabes que tú y yo tal vez nunca tengamos el tiempo de poder hablar de frente a frente. Tu nunca me notas, soy como un ser invisible que solamente se dan cuenta de el cuándo comete una estupidez. No se cómo inicio todo, y no quisiera saberlo. Tal vez fue el primer día de clases, cuando no hablabas con nadie y tenías un aspecto sombrío. Me dio mucha curiosidad hablar contigo, pero me dabas miedo. Cuando él te ayudo a abrirte más hacia nosotros, pude ver que todo cambio. Ya no sentía la misma simpatía que sentía a los primero días, ahora era algo diferente. Algo más... sentimental. Pero ahí pude notar que al inicio del florecimiento de aquellos sentimientos, los tuyos se hacían cada vez más notar. Entonces tuve la idea de que tal vez, tu sentías lo mismo. Pero no por mí.
Atentamente: Una chica que ama verte feliz.
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