Era Domingo por la mañana, y Kaminari propuso ante todo 1A ir de excursión a una feria que pasaba temporalmente en la ciudad.
Ninguno y mucho menos yo tuvimos problema alguno. Era un día en el que nadie traía planes, por lo tanto aliste mis cosas,me cambie y salí del edificio justamente a las 9:10 a.m
—¡Te ves muy linda! —Escuché desde el otro lado de la puerta. Intrigadamente voltee e inspeccione de pies a cabeza a aquella mujer de tez delgada, con un vestido corto casual.
Era demasiado hermosa.
—Estás hermosa Yaoyarozu —Dije con la intención de acercarme a ella y sondearle amablemente.
—Opino lo mismo Uraraka.
Actuaba de alguna forma rara, fuera de si.
Yaoyarozu me agarro de la mano y me llevo a un lugar donde no estuviera nadie alrededor. Me asuste.
—Hoy es el día. —Dijo a casi escucharse. —Le propondré que sea mi novio.
Ella se encontraba completamente feliz. En cambio, yo estaba un poco fuera de mi. Ya me era un habito escuchar las mismas palabras todos los días (o algo a que se asemejaba).
Ya no había nada que podía hacer. No había ninguna solución para la situación a la que me encontraba.
No tuve mas remedio que sonreír.
—¡Bien por ti! —Trataba de complacerla con una enorme sonrisa y hacerle a entender que yo estaba de su lado.
Me dirigí hacia la salida, dejándola completamente con la palabra en la boca.
Y la verdad, no me importo.
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—¡Pero si que es enorme!
Frente a nosotros, había un sin fin de juegos mecánicos, puestos de comida y juegos y uno que otro edificio para entretener al espectador.
Todos se olvidaron de que habían llegado en manda, y se fueron cada quien a su rumbo.
A excepción de algunos, quienes nos quedamos en un punto fijo.
—¿Y si vamos a la montaña rusa? —Midoriya toco suavemente mi hombro y señalo emocionada mente la montaña rusa mas grande que había visto en mi vida.
Mientras cada vez me acercaba hacia aquel lugar, mas sentía nerviosismo en cada parte de mi cuerpo, mas me convencía que esto pasaría rápido, que seria algo pasajero.
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