El tenia el desastroso ramo sobre sus brazos, procurando hacer que no cayera ninguna de estas sobre el piso, mientras caminaba lenta y deprimentemente.
Ella tenia demasiada razón. ¿Cómo puedes remediar algo con un ramo de flores? Era tan lamentable la situación que ni siquiera le daban arduas ganas de pensar. Simplemente se quería aventar sobre su cama y escuchar música hasta que pudiera quedarse dormido. Solamente.
Era la tercera (¿o tal vez la cuarta?) vez que veía llorar a Uraraka. Se sentía miserable por el simple hecho de robarle a una chica alegre tan hermosa sonrisa. Pero quería remediar las cosas, y el primer paso era pedirle perdón. Pero aun así, teniendo el autoestima por los suelos, ¿crees que se daría por vencido Lo pensó en un cierto punto, y lo volvió a pensar por segunda vez, pero las palabras de su amigo ganaron contra aquellos malos prejuicios.
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Era hora de que llegara a su casa; la casa que le ha recordado el pasado que alguna vez quiso olvidar, el dolor que sentía ante las duras situaciones, su padre. Esa casa pugnaba de malas vibras.
—¡Pero que diablos te pasa! —Le dijo Fuyumi apenas lo vio entrar por aquellas puertas. —¡No viniste a dormir en toda la noche Todoroki!. —Lo miro de pies a cabeza e hizo una expresión de disgusto. —Mírate... ¡estás horrendo...!
El hizo caso omiso de los reproches de su hermana y en cambio, le entrego el ramo destrozado, dándole indicaciones de que las pusiera en un jarrón de agua. Después de todo el susodicho, se recostó y volvió a dormir.
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—¿Estás segura que no fue nadie quien llamo a la puerta?
Uraraka estaba sentada en unos de los sillones principales de la sala; brotaba fuertemente sus ojos con tal de quitar todas las lágrimas y dejarlas inexistentes ante los padres de esta.
—Ya les dije. —Contradijo. —Pensé que habían tocado la puerta, pero no era nadie.
Los dos señores se miraron entre si, con una expresión regular de preocupación, se dirigieron hacia Uraraka y le dieron un cálido abrazo.
—Si tienes problemas, sabes que puedes contar con nosotros. —Acto seguido, se despidieron de ella y la dejaron sola, otra vez.
Una gran ola de nostalgia invadió completamente su cuerpo. Y con ella, regreso el miedo de volver a ser rechazada por el que la atormentaba todas las noches y días. Ya no...
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Inicio de clases otra vez. Los dormitorios se encontraban en buen estado, y los chicos yacían frente al gran edificio que les correspondía. Parcialmente seguía de la misma forma en como lo dejaron. Pero al entrar, era completamente otra historia: Todo había sido remodelado y mejorado; a excepción de los dormitorios, que habían dejado como antes puesto que respetaban la privacidad de cada estudiante y no querían manchar su titulo por obligarlos a denigrar su intimidad.
Todo estaba bien.
Bien...
—¿No estas contento Todoroki? -Exclamaba Midoriya. —¡Yuuei cada vez nos sorprende mas!
—Si...
No tan lejos de ellos, estaba Uraraka, quien establecía una grata conversación Con Tsuyu y Yaoyarozu.
—¿Cómo te pasaste tu estadía en casa? —Dijo Tsuyu dirigiéndose a Uraraka.
—Mucho mejor a como antes estaba aquí. —Sonrió. —¿Y tu Yaoyarozu?
Ella se encontraba totalmente perdida, mirando a un simple punto fijo; por lo que Uraraka lo noto y suspiro. No era el porque ya sabia que se traía su amiga, si no que no dejaba de ponerle los ojos sobre las espalda a Todoroki.
—¿Yaoyarozu?
Entonces reacciono.
—Yo... —Dijo entre nerviosismos, tratando de recobrar la paciencia. —Me quede en casa...
Padecía de poco entusiasmo y escasas ganas de convivir con los demás. Al igual que ella.
—Uraraka... —Dijo tras agarrar delicadamente mi brazo. —Necesitó hablar contigo.
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—¡¿Me estas diciendo que no eres novia de Todoroki?!
Yaoyarozu entre vergüenza asintió.
—El me rechazo al momento de confesarmele. —Exclamó. —No sabes cuanto lo siento.
Uraraka se encontraba fuera de si. ¿Porqué lamentarlo? cualquier persona lo interpretaría si vieran un inesperado beso frente a ellos. ¿Qué mas podría pasar?
—Yo en realidad te mentí. —Yaoyarozu empezó a llorar y como si fuese de un gran reflejo, se balanceo sobre los brazos de Uraraka, depositándole un fuerte abrazo. —No quería que salieras con Todoroki... ¡Te tenia gran envidia!
Entonces reacciono.
—Yo no quería que te quedaras con el porque a mi me gustaba. —Dijo entre cortadamente. —¡No sabes cuan arrepentida estoy!
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