Tomé el tren a las seis en punto para visitar la ciudad de Londres una vez más. Era común que saliese del hogar de Elías -no puedo llamarlo ''nuestro hogar'' todavía- hacia esa lujosa y destacable ciudad para visitar a conocidos de Elías y personas que me ayudaban constantemente. La mayoría de veces soy acompañada por Elías y su lindo rostro falso de humano. Era rara vez, pero cuando logro convencerle de salir sola a la ciudad, podía disfrutar un poco de libertad.
No es que me sintiera encerrada en esa casa por Elías, al contrario. Sólo que tener un poco de independencia, al menos por unas horas, hacía un bien a mi cuerpo. A mi vida.
Estuve conversando durante días con Alice mediante cartas mágicas a escondidas de Elías, y aprovechando lo que resta de mi día libre, me tomé la molestia para visitarle y platicar con ella en persona, antes de que se enterasen de que usaba la magia que me habían prohibido. Las conversaciones que tengo con Alice, usualmente son extrañas, pero profundas. Charlas que sólo puedes tener con una chica más, sin sentirte observada con malos ojos, ni con temor de ser criticada.
Bajé del tren y suspiré. Habían pasado meses desde que había interactuado con una multitud, y a pesar de haberme acostumbrado a ellas en el pasado, seguía mareándome y me sofocaba en ellas. Y me afectaba mucho más en mi estado actual.
Tambaleé un poco y Ruth en su forma humana me ayudó a estabilizarme.
- Chise, estás mareada.
- Sí - Llevé mi mano a mi rostro. -. Debe ser por la gente - Reí. -, pero no te preocupes, Ruth. Tenemos que buscar a Alice pronto, o volveremos a casa muy tarde.
- Y sigues insistiendo en visitarla - Apretó mis hombros, pero después rio. -. No tienes remedio, Chise.
Caminamos por las oscuras, frías y largas calles de Londres en busca del hogar de Alice. Fue una mala idea haber salido a estas horas, sabiendo el rápido comportamiento del sol en invierno. A Elías no le gustaba mucho la idea de que saliera de noche sin él, aunque tuviera a Ruth y si es que pudiera, a Silky a mi lado. Por alguna razón del destino, esta vez me dio la libertad de salir, pero en su mirada había una pizca de preocupación.
Mi estado de salud era por la cual preocuparse, pues nunca podemos saber cuándo podré empeorar, o que mis síntomas se hagan más comunes y me desgasten lentamente. Podría ser hoy, mañana, pasado mañana, incluso en este mismo instante. Entendía el que Elías se alarmara por eso. Él piensa mucho en las consecuencias, por lo que es muy cuidadoso y hábil con sus acciones. A cambio, yo hago lo que sea que se me presente sin importarme si mi vida peligra o no.
Miré el cielo estrellado, contaminado de luz artificial, y exhalé.
- Ruth, ¿crees que tengo que cambiar mi forma de ser?
Ruth tenía las manos escondidas en los bolsillos de sus pantalones oscuros y la mirada fija al frente. Seguía caminando, con intención de conversar de esta manera. No había mucha gente a nuestro alrededor, por lo que podíamos platicar sin preocupar quién nos estuviese escuchando.
- Es algo bueno que siempre quieras ayudar a los de tu alrededor, y que ganes amigos con eso, pero... también ganas cosas horribles, Chise - Tocó mi brazo izquierdo con su dedo índice, recordándome la maldición del dragón que alguna vez tuve en ella. -. Lo único que pediría que cambiaras sería eso. Dejar de arriesgarte por todo mundo.
- Imagino que es un impulso...
- Un impulso que debes controlar si quieres vivir más tiempo.
Miré a mi derecha, disgustada por las palabras que salieron de la boca de mi familiar. Eran similares a las que me decían todos los de mi alrededor, en especial Elías. Según sus consejos, tenía que ser más egoísta y querer que me ayudasen más. Por varios sucesos de mi pasado me es imposible querer pensar en mí y no en los demás, pero para no preocupar de más a Elías y a Ruth, tenía que cambiar mi manera de pensar.
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Noventa de probabilidad | The Ancient Magus Bride
FanfictionTres años después de haber sido subastada y adquirida por un antiguo mago inglés, Hatori Chise ha aprendido a controlar la magia omnipotente que fluye en cuerpo, mientras ha solidado su relación marital con Elías Ainsworth. Teniendo 19 años milagros...