CAPÍTULO 14

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Shannon me quitó la blusa y la sudadera con el cuidado de no lastimarme, y se quedó viendo mi cuerpo unos segundos, como si estuviera admirando algo de él. Pensé que veía mi estómago, pero noté que se enfocaba en mi pecho. Me avergoncé ante eso.

- ¿Sh-Shannon? 

- Ahh, con razón estás más contenta de lo normal - Sonrió, dejando mi ropa al lado de mí. -. Después me contarás los detalles, ¿sí? Parece que se divirtieron.

Volteé a ver mi cuerpo, en especial en mi pecho, y al notar un par de chupetones en él, me sonrojé. Me abracé a mí misma, tratando de ocultar lo obvio. Shannon solo reía por mis reacciones.

La noche pasada había vuelto a tener relaciones con Elías, después de haber aclarado nuestros sentimientos una vez más. Pensé que lo haríamos sólo una vez, pero ambos quisimos más y más, por lo que las mordidas que Elías me había hecho quedaron marcadas temporalmente en mi blanca piel. Ambos terminamos agotados, y desperté hasta el atardecer.

Había pasado sólo una noche de eso, y todavía podía sentir la sensación los labios de Elías en los míos, jugando con ellos. Toqué mis labios cuando Shannon se levantó para tomar apuntes sobre los cambios que notó en mi cuerpo -a excepción de los chupetones repartidos en mi cuerpo-. Si no fuese porque Shannon llegó para revisarme como acostumbra a hacerlo, no habría recordado que estaba embarazada. Ayer lo recordé en medio de la acción, pero lo ignoré por completo. 

Miré mi estómago, y noté el pequeño bulto que había crecido un poco más. Seguía siendo un bulto que podría ocultar, pero parecía que quería crecer más. ¿Elías lo habrá notado?

- Shannon -  Mencioné su nombre. -, ¿el tener... ehm... digamos, tener...?

- ¿Si tener relaciones es algo malo en el embarazo? - No había girado hasta cuando completó mi pregunta. Cruzó la pierna, y me sonrió. -. No te preocupes, Chise. Es normal. El apetito sexual crece en los inicios del embarazo, más o menos. 

Me ruboricé. Sí era verdad que pensaba mucho en acostarme con Elías, aunque apenas se había logrado ese deseo. Cubrí mi rostro por la vergüenza. Imaginaba que un embarazo sería hermoso y tendría cambios pero, ¿por qué pensaba mucho en esas cosas? ¿Era lo que necesitaba de parte de Elías, acaso? 

Y lo peor, es que le quería otra vez.

- Ah, no sé si lo notaste, pero una mujer en el embarazo suele estar mucho más sensible, como si estuviera en la regla - La miré cuando se estiró y exhaló. -. Ahh, es una suerte que no seas de esas mujeres que tienen la regla mientras están embarazadas. Sería un problema mucho más grande, ¿sabes? Te agotarías el doble de rápido y tendríamos que buscar formas de darte sangre... 

Shannon era mi doctora para todo lo que se podía desde que Elías la conoció. La habilidad que tenía para curar a los humanos y hadas le fue suficiente para que tuviese la confianza de acercarse a mí y cuidarme. Nuestra paga era que dejasen quitarme algo de sangre para estudiarla en la Universidad, o hacer pruebas con la magia de una slay vega, aunque significaba estar más tiempo con Shannon. A Elías no le agrada mucho el que sea un sujeto de prueba, pero no encontramos otra manera de pagarles y que les fuese de utilidad.

Conoce más de mi cuerpo que yo misma; mis reacciones, mis periodos, lo que sucede cuando uso mucha magia... Y ahora, Shannon tenía que saber cuando había tenido relaciones con Elías y el cómo. No es un tema de otro mundo, pero aún así, me apenaba contarle a alguien que había tenido sexo con... Ahora que le había declarado mis sentimientos y él también, ¿qué es lo que éramos? ¿Seguíamos siendo mago y aprendiz? ¿Pareja? ¿Ya somos esposos?

Me vestí con mi blusa y mi sudadera cuando Shannon me contó que había terminado. Estaba cabizbaja. Tenía miedo de hacerle esa pregunta. Elías no es muy de comprender las relaciones amorosas, por lo que él no me podría responder sin primero hacerme un mar de preguntas relacionadas. 

Noventa de probabilidad | The Ancient Magus BrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora