CAPÍTULO 22

930 71 4
                                    

Apreté la mano de Elías y grité entre dientes. Inhalé y exhalé varias veces haciendo el intento de poder respirar de una manera correcta y tranquila, pero me era imposible conforme pasaban los segundos. Mi expresión de dolor se intensificaba de poco a poco, mientras Shannon me pedía que me relajase con paciencia y Elías mantenía silencio, apoyando su cabeza en la mía para darme los ánimos que necesitaba de su parte. En los últimos meses, Angélica me había contado que el embarazo era un proceso hermoso -y vaya que lo es-, pero ni siquiera ella quiso responder el cómo sería mi parto, pues siendo una slay vega mi cuerpo reaccionaría diferente, repitiendo lo que me contó Shannon como excusa. Y ahora entendía el por qué. 

En la madrugada había despertado con dolores intensos en mi abdomen. Los había ignorado tratando de dormir y aferrándome a Elías. Le desperté cuando sentí un dolor horrible, y en ese momento me di cuenta que había roto aguas. Le avisé a Elías y parecía que Ruth ya se había dado cuenta tiempo antes y hacía el intento de avisarnos. Tuve que negarle el que sintiese lo mismo que yo para no hacerle sufrir, aunque eso me consumiese un poco de magia. Silky fue quien me ayudó a estar calmada y preparada hasta que Shannon llegase. 

Habían pasado horas desde entonces, y todavía estaba en el proceso del parto, aunque parecía que esto iba a acabar, o más bien, ya era hora para dar a luz. Ruth estaba fuera de la habitación junto con Silky por petición de Shannon. El único que estaba a mi lado para apoyarme era el padre. No quería que Elías me viese sufrir de esta manera, pero también le necesitaba junto a mí.

Entrelazamos nuestros dedos y apreté el agarre cuando tuve fuerza suficiente para pujar una vez más. Entre mi grito ahogado escuché a Shannon reír por la emoción.

- ¡Veo su cabeza, Chise! ¡Sí puedes, cariño! 

Comencé a llorar por el dolor, pero también sentía cierta emoción por el momento. Hace meses estaba indecisa por saber si tendría un bebé o no por el riesgo tan enorme que tenía de fallecer por ello. Hace meses hice un intento de aborto. Hace meses había sucedido todo... y ahora, estaba dando a luz a nuestro hijo. 

Inhalé y exhalé una vez más apoyando mi frente en el agarre de nuestras manos y jalé un poco las sábanas de la cama. Ni Elías ni Shannon quisieron llevarme a un hospital donde podría haber tenido al bebé. Prefirieron que tuviese al bebé en casa, de una manera, digamos, más segura y cómoda. Shannon se encargó de ponerme un poco de anestesia con algo de magia y prepararme para el parto. 

Lo único que me preocupaba de esto, es el estar perdiendo fuerza de poco a poco. Sentía que me podría desmayar en cualquier momento. Era un agotamiento tan doloroso que me recordaba a la muerte. 

Pujé una vez más, gritando. Y a los segundos de hacer un último esfuerzo, escuché un ruido. Un llanto nuevo para nuestros oídos. 

Elías acarició mi cabeza. Inhalé y exhalé, y Shannon al ver sus brazos, se levantó un poco y me sonrió. Me sorprendí al verla con un bebé llorando en sus brazos. Mi cuerpo se relajó, y mis ojos no paraban de derramar lágrimas. Elías parecía estar igual de impresionado. 

- Felicidades, señor y señora Ainsworth, tuvieron una niña - Dijo Shannon con una enorme sonrisa en su rostro. -. Es una niña muy saludable con aspecto humano.

Shannon susurró unas palabras, y el cordón umbilical, la sangre y algunos rastros de la vérnix caseosa en el cuerpo de nuestra hija desapareció. Shannon esperó unos segundos para asegurar con la mirada el que estuviese limpia, y se me acercó. Me acomodé en la cama con ayuda de Elías, y cuando Shannon se puso a mi lado dejó que tuviese a mi hija en mis brazos por primera vez. 

Al primer pequeño tacto que tuve con su delicada piel, sentí el cómo las fuerzas que había perdido en el parto volvían de un golpe, y también un pequeño rayo de luz. Cerré los ojos, y al momento de abrirlos, estaba en medio de un mundo de colores muy vivos. Colores que había perdido con el tiempo. 

Noventa de probabilidad | The Ancient Magus BrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora