CAPÍTULO 5

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*La canción no tiene nada que ver con lo que va el capítulo, pero lo comparto porque esta canción la escuché bastante en la redacción de éste, y más en la parte final*

En el momento que Shannon partió del hogar, también una parte de mi vida se fue con ella. Enfermé, y terminé con un embarazo no deseado en el cual tenía altas probabilidades de morir si es que llegaba a tener al bebé. Shannon me contó de mis únicas dos posibles opciones sobre mi embarazo, y me pidió de favor que lo pensara muy bien. 

Estuve en mi habitación, observando la nada por un buen rato en la ventana. El cristal estaba frío y las vistas que podía presenciar a través de él eran tristes y a la vez hermosas. Estaba atardeciendo, y el brillo que dejaban de rastro las Aerials adornaban los montones de nieve, dando un poco de vida a ese blanco lugar que en un pasado solía ser verde. Acaricié la ventana, ignorando el que me hubiese dado un pequeño escalofrío.

No tenía ánimos de hacer algo relevante. Tenía cosas qué hacer, pero no las ganas. ¿Cómo explicarle a Elías lo que estaba sucediendo? Es más, ¿tengo que contarle que ambos vamos a ser padres por una pequeña noche de experimentación? Suspiré, frustrada.

- ¿Cuántas veces más voy a tener que meter la pata? - Susurré, apartando la mano de la ventana para pasarla por mi rostro. - Un baño me ayudará a despejar la mente. O eso creo.

Me levanté de mi cama por fin, dirigiéndome al baño. Salí de mi habitación y giré un poco para cerrarla. Al momento de escuchar el clic que me hacía saber que estaba cerrada, escuché mi  nombre.

La voz de Elías me estremeció. Giré para verle, esforzándome por mantener una mirada firme para él ante lo que estaba sucediendo.

- Elías, ¿pasa algo?

- Debería preguntártelo a ti - Cruzó los brazos. -. Ví a Shannon con algunas lágrimas cuando se retiró, y me dejó intrigado. No es común verla llorar, y solo lo hace cuando las cosas están mal. 

- No pasa nada - Sonreí. -. Tuvimos una pequeña charla de mujeres, y creo que algo profunda. No escuchaste algo, ¿o sí? 

- No. Tenía asuntos pendientes, pero... - Me observó por un momento. - ¿segura que estás bien? Luces cansada.

Me tomé de las manos, jugando con mis pulgares..

- Posiblemente porque ayer usé magia después de no usarla por semanas - Seguía jugando con mis manos, deseando que la puerta del baño se encontrase a mi lado mágicamente. -. No te preocupes, Elías. Pronto me recuperaré, eso es lo que nos dijo Shannon.

Estaba cabizbaja desde el momento en que Elías hizo contacto visual, cosa que corrigió, levantando mi mirada con sus manos. Acarició un poco mis mejillas, y me sonrojé a ese tacto inesperado.

- No quiero ver de nuevo el cómo Shannon hace análisis de tu sangre. No soy de pedirte cosas, pero, por favor, avísame si te sientes mal. Haremos lo posible para hacerte sentir mejor. 

Se acercó para acariciar mi cabeza con su hocico, y temblé ante ello. Cerré los ojos, y tomé sus manos. El que me tocara me hacía sentir bien. Me hacía olvidar todo lo de mi alrededor. De mis problemas. De mi vida misma. 

Elías esperaba mi respuesta con paciencia, mientras yo regresaba lentamente del paraíso de sus caricias. Abrí los ojos, y le miré directo a los suyos.

- Lo haré.

( ... )

Entré a la bañera cuando sentí el agua estar a una temperatura aceptable. Estiré mis brazos, y suspiré. El día estaba siendo largo, a pesar de que había despertado a medio día. Posiblemente lo hacía pesado las noticias que recibí en el principio de ella. Y cuando estaba procesando el hecho que sería madre, llegaba Elías, y me pedía que le contase todo. Y acepté, teniendo en mente que le estaba ocultando algo fuerte. Merecía ser castigada de la peor forma en este momento.

Noventa de probabilidad | The Ancient Magus BrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora