Capítulo 16: Algunas respuestas

1K 119 136
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando bajé, encontré a mis padres sentados a la mesa. Estaban tomando un desayuno cuidadosamente preparado por mi madre, con todos los nutrientes necesarios para una sana alimentación, pero sin sabor.

Me senté y les di los buenos días como si nada hubiese pasado. Quería respuestas y sabía que si continuaba con mi enojo, no las conseguiría. Además, quería aprender a controlar mis emociones.

Mi madre, quien no estaba segura si dirigirme o no la palabra, llenó mi taza con un nuevo producto lácteo saborizado con naranja y luego volvió a sentarse. Miré con asco el extraño contenido de mi taza. Lo probé con miedo. En realidad, no era tan feo como parecía.

Para romper un poco el hielo, dije:

—Gracias mamá, muy rico. ¿Es un producto nuevo?

Inmediatamente me respondió con entusiasmo, olvidando lo ocurrido la noche anterior. Me di cuenta de que había tocado el tema de mayor interés para ella y esa sería una forma para mí de acercarme cuando fuese necesario.

—Sí, me lo dieron en la clínica como muestra. Dicen que fortalece el corazón y reduce el colesterol.

Un producto que fortaleciera el corazón era justo lo que necesitaba en ese momento. Pero mi problema era emocional y mi lastimado corazón no se repararía tan fácilmente.

Le sonreí con calidez y mientras untaba una tostada de salvado con queso descremado, interrogué a mi padre:

—Papá, nunca me contaste cómo eligieron esta casa y este barrio.

—Bueno... Tu abuela conocía a Susana. En realidad, no sé de dónde, porque ella era muy reservada con sus amistades. Susana le comentó que para ganar un sueldo extra, algunas veces hacía guardias inmobiliarias. Como nosotros estábamos buscando casa, tu abuela nos pasó su número. Sorprendentemente nos mostró esta y quedamos encantados con ella. Susana se hizo amiga nuestra desde ese día.

Me daba cuenta de que todo comenzaba a cerrar. No era casual mi encuentro con Teby y mi abuela tenía algo que ver en todo esto.

Añadí:

—Siempre me cayeron muy bien Susana... y Esteban. Hay algo que me intriga. ¿Qué habrá pasado con el padre de Teby?, ¿ella nunca les comentó nada?

Mi madre se apresuró a responder:

—Susana me había dicho que le dio el apellido a Esteban y que puso la casa a su nombre. Seguramente, el muy irresponsable no quería hacerse cargo del chico.... claro, y como Susana no es de muchas luces, compró su silencio regalándole una casa. Pensar que ella todavía debe quererlo. Nunca me habló mal de él... Qué ingenua. Pobre mujer. Tuvo que hacerse cargo sola de ese muchacho que es tan raro. Pero qué se puede esperar con los genes que debe tener. Cambiando de tema, ¿viste qué rica que es la leche que conseguí?

—Sí...

Me preguntaba si mi abuela me había querido relacionar con Susana intencionalmente y si el interés de Teby por la magia tenía algo que ver con ella. ¿Susana sabría sobre su poder?, ¿sospecharía sobre el secreto que guardábamos con Teby?

 ¿Susana sabría sobre su poder?,  ¿sospecharía sobre el secreto que guardábamos con Teby?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El poder oculto✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora