Lo hace para olvidar su inminente destino, esa noche de fiesta elige al que más le gusta antes de caer en las redes del matrimonio, uno arreglado. Lo que más le gusta del desconocido son sus ojos rojos y pasionales; no como los de Yuichiro Bakugō... Su prometido. Sabe que está mal, pero no le importa porque piensa bien que no lo volverá a ver.
ו••×
Esa noche la pelea era vigorizante, los golpes que su oponente le entregaba con dedicación los sentía a la perfección en su acostumbrada piel de Alfa puro. Todos, entregados con tal ardor que se sentía igual a miles de oleadas de fuego viajando por su interior a través de sus estrechas venas, increíblemente genial y emocionante. Katsuki después del decimoquinto striking (puñetazos, codazos, rodillazos, etc) en su rostro, se aburrió de ser un saco de boxeo. Se limpió la sangre de su nariz y le dedicó una sonrisa llena de superioridad y soberbia al idiota que había osado en tocarlo con sus asquerosos guantes baratos. Apretó con fuerza el protector bucal que usaba para no quebrarse sus perfectos dientes, esa noche quería terminar todo lo más rápido posible, afortunadamente ese era su último ring de toda la velada. En la madrugada tenía una importante fiesta a la cual asistir, era el cumpleaños de su mejor amigo, Kirishima Eijirou y no podía faltar, después de todo era el jodido anfitrión.
Alzó su gancho derecho con toda la fuerza acumulada que tenía guardada en su perfecto estómago e impactó contra de la mandíbula del pobre diablo, había olvidado el nombre del oponente, aunque eso no era importante a la hora de luchar. Solo tenía que ganar y ya. Con los ojos en blanco de su contrario y su cuerpo cayendo como plomo al piso junto al diente que estaba sobre un charco de sangre y saliva; le entregaron la victoria total. El mediador del octágono levantó su mano derecha e indicó su novena victoria en esa impecable fecha. Katsuki observó a las miles de personas a su alrededor, todos ellos gritaban su nombre con alegría, energía, excitación y euforia... Pero le faltaba algo. Todos sus colegas le decían que lo más agradable de ser el mejor de Japón era dedicar una victoria a una persona especial, no había nadie así en el público para él, tampoco se esforzaba en buscar un rostro en común, no lo hallaría jamás. Desafortunadamente Katsuki Bakugō encontraba que las personas tenían que ganarse su confianza, y las únicas personas en su vida que habían logrado eso era su madre y quizás sus más cercanos amigos. Su padre no contaba, él había fallecido y había caído con todo el honor del mundo, haciendo lo que más le gustaba; igual que él, ser un luchador profesional.
Y por aquello alejaba a todos a su alrededor, nadie podía penetrar la coraza de su corazón. Excepto él, que con un solo movimiento de caderas lo volvió una persona insulsa e inútil con sus rígidos sentimientos de Alfa solitario y amargado. Quizás era magia o algo más fuerte que el destino.
—¡Katsuki!—su entrenador lo llamó, Shouta Aizawa era como el padre que había perdido hace unos años. Era un beta amargado que le quitaba los trozos de pizza cuando estaba en régimen dietético, era una buena persona si quitaba la apariencia de vagabundo—. Hoy estuviste increíble, aunque me hubiera gustado que al menos no dejarás al pobre chico como una piedra en el suelo. Pero bueno, felicidades Katsuki, has ganado una vez más. Tu padre estaría muy orgulloso de lo que haz hecho.
Aizawa le sonrió con honestidad y orgullo. Le tendió una toalla blanca para que secara su sudor, Katsuki se secó con ella y agradeció el gesto a su entrenador. No solo por la toalla, sino también por sus alentadoras palabras. Luego se dirigió al público y dio el típico discurso de victoria a sus fans, lleno de emoción y soberbia invicta. Minutos más tarde fue a los camerinos. Tenía que darse una ducha, efectuaría una breve conferencia de prensa sobre todas esas aplastantes victorias que había tenido en la temporada, y se tomaría unas ansiadas vacaciones. Exactamente seis meses de descanso, para aplacar la siguiente temporada de torneos internacionales.
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Nuestro Secreto |Terminada|
FanfictionKatsuki Bakugō es un alfa solterón y amargado, a lo largo de sus veinticinco años nadie nunca lo ha visto con una chica o un chico, Incluso su madre ya perdió las esperanzas de convertirse en abuela. Después de la novena victoria consecutiva en su v...