Ferrán.
Tenía al vampiro tomándome del hombro para mantenerse de pie, éste repitió soltando un olor asqueroso entre sangre y alcohol, volví los ojos a la luna, ya había tocado la puerta dos veces y aun no abrían la puerta de la casa. ¿Por qué demonios tenía que cuidar a un chupasangre borracho? La idea era no llegar para que la chica se prendiera al colmillos como todas hacían y librarme del maldito compromiso; volví a timbrar y esperé hasta escuchar unos pasos pesados, abrió un señor que supuse era el mayordomo.
─Un gusto señor, ¿esta es la casa de los Cuervo Aguirre? Sé que no son horas de llegar, pero nos perdimos ─solté, mi mentira no era nada creíble pero serviría para que nos dejasen entrar.
─Supongo son Ferrán Montenegro y Luis Javier Antigua, llegan demasiado tarde, la señorita María José ya se fue a su habitación, en cuanto a sus padres, los esperan dentro de la sala, así que si quiere que crean su mentira, componga al rulos de ángel ─soltó con un tanto de desdén. Reí, era buen apodo para el vampiro que lucía como un niño con sus ojos azules y pelo rizado.
─Buena esa compa, ¿Cómo te llamas? ─pregunté.
─Alfredo Jiménez de Alba, soy el servidor de la casa ─expreso con la frente en alto. Perfecto, teníamos al mayordomo orgulloso de lo que hacía.
─no estoy borracho, lo juro, soló tomé una ─declaró de pronto Luis Javier, tenía que darle sangre y rápido, aquello le ayudaría.
─i güey, te tomaste una taberna entera, ¿así como esperas impresionar a la chica? ─comente enfurruñado.
─Perro, tienes que entender que los nervios me carcomen ¿Qué no ves que uno de los dos se va a casar con ella? ─dijo.
─Sí, y ese no seré yo, sino tú ─terminé. Estaba demasiado joven como para casarme y más si la chica sólo tenía qué, ¿veinte años? Ni a golpes de mi madre, a esa edad están todas locas.
Por petición al servidor fuimos a la cocina para que Luis Javier se recompusiera antes de encarar a nuestros padres que de seguro y nos daban un buen zarpazo por nuestra hora de llegada, esculqué el refrigerador y tras encontrar la sangre le serví un vaso al chico y me senté frente a él, esperando a que se la tomara; comencé a oler mi ropa, apestaba, quería tomar un baño, no es que me encantaran pero me habían tirado un vaso de alcohol en el saco y aquello solo me traería mal augurio con mi madre.
─Ferrán Montenegro Herradura, espero me expliques el por qué la hora de llegada antes de que te degollé ─dijo la invocada detrás de mí, me volví hacia el vampiro que me indico que estaba "mejor".
─Perdona madre de mi corazón, se me descompuso la moto y tuve que arreglarla en el camino...
─¿Y por qué rayos apestan a alcohol? ─pregunto Amaya quién apareció detrás de la loba furiosa.
─Perdona mamá, esa fue mi culpa. Te dije que yo traería el regalo y lo rompí en el camino, pero es que Ferrán freno de repente y pues... ya viste, le eche todo encima ─dijo el rulos bastante compuesto. Sí que sabía disimular el desgraciado.
Las dos señoras negaron la cabeza, no lo creían pero al menos fingieron hacerlo, benditas eran. Ambos nos incorporamos y partimos a la sala donde fuimos recibidos por la familia de la chica, un cazador, Gerardo el hechicero y nuestros padres que nos sonrieron a ambos.
─Pilluelo mi chico, ¿ya querías escapar de nuevo? ─me preguntó mi padre medio ahorcándome.
─Yo te dije que no estoy hecho para estás cosas, ¿Qué no ves que ni siquiera mi luna está viva? Eso es el destino diciendo que seré soltero por el resto de mis días, ya sabes junto con Edrick y Björn ─solté. Lo primero era cierto, para los hombre lobos existía solo una pareja destinada y la mía ni siquiera había llegado a conocerla, solo sabía que había fallecido cuando aún era un lobezno.
─Ustedes tres serán mejores amigos, pero parecen novios. En fin, los Cuervo nos han invitado a quedarnos a dormir hoy así que espero te comportes, tú y el chico de Luis David compartirán habitación, ya están arreglando todo ─añadió. Suspire y me volví hacia otro lado encontrando en las escaleras a dos cabecillas asomadas que parecían no verme, eran dos chicas bastante guapas y me pregunté quién de ellas sería la famosísima María José Cuervo Aguirre. Una de ellas, la castaña, llamó al cazador con un "pst-pst" y el chico sin cuestionarse se acercó a ambas, él asintió a todo lo que decía la chica y de lo que pude escuchar, salieron las palabras "oficina de papá y saca toda la sopa".
Chismosas debían de ser. Me volví a Gerardo Talamantes para preguntar sobre las jóvenes cuando el cazador, me tomó del brazo, haló al vampiro y ordeno al hechicero que partiéramos al cuarto contiguo, quien sin refutar nos siguió como Hugo Sánchez a Chava Iglesias.
─¿Ahora qué? ─alegué, soltándome; los cazadores no eran mis favoritos, eran demasiado rectos y creídos para sólo ser humanos con habilidades.
─¿Por qué chingados llegaron tan tarde? Ambos saben que los humanos no son creaturas de la noche, ¿por qué le faltan al respeto a mi mejor amiga de esta manera?, ¿Creen que ella está contenta de casarse con un desconocido? ─comento furioso; sonreí para mí, la castaña era María José.
─¿Mejor amiga? Simón, ¿para cuándo sales de la friendzone campeón? ─comente para provocarlo, el chico volvió los ojos.
─Vamos Patricio, no te enojes, no vas a llegar a nada ─dijo Gerardo metiéndose entre ambos, pinche nombrecillo que tenía el cazador ─pero concuerdo con él Ferrán, necesitan darnos una explicación, creo que ambos se les está olvidando que esto es mucho más grande que nosotros, estamos hablando de un tratado reconocido y respetado a nivel internacional; aunque no les parezca uno de los dos se tiene que casar con Majo...
─A mí me parece ─añadió Luis Javier alzando la mano, crucé los brazos dando a entender que no accedería a semejante estupidez ─siendo sincero, estoy emocionado por todo esto y la regué, si llegamos tarde, fue mi culpa, no culpen al lobo, sé que es una excusa boba pero los nervios me ganaron ─murmuro el chico; ambos, cazador y hechicero enarcaron la ceja, no podía dejar al pobre enamorado solo. Suspiré.
─También fue mi culpa; yo no tenía planeado venir si no fuera por éste ─dije señalando al rubio.
─sé que sólo son excusas, pero es cierto que Javier estaba nervioso. Mientras veníamos de camino éste estaba que se vomitaba del miedo y pues aún era temprano y vimos un bar de camino y el güey pensó que era buena idea tomarnos una copa; quise tomar esa oportunidad para escapar así que me negué, pero Luis Javier me pidió que lo esperara afuera y el punto es que bien sabemos que no es tan fácil que un vampiro se ponga borracho, pero este men se había acabado cinco botellas de bacacho para cuando entré a buscarlo y pues eso a cualquiera le pega. Al final se peleó con el bar-tender, así que tuve que arreglar el problema y de ahí, esperé a que se le bajara lo suficiente para llegar medio decentes...
─¿Tan mal estaba? No creo, según yo el bar-tender se hizo mi amigo ─comentó Luis Javier.
─¿Amigo? casi lo muerdes idiota..."para que se me bajé" dijiste, ni que fueran los tacos de pastor después de la peda ─explaye enojado, ya estaba harto de todo. Tenía que irme a dar una vuelta en mi Harley-Davidson, parecía mujer lobo en calentura.
Patricio comenzó a reír ─que idiotas, a la siguiente inviten ─soltó de pronto, sonreí de medio lado, no era tan patán ─en fin, sé que son las cuatro de la madrugada, y que ya casi amanece y tienen que dormir, pero Majo quiere entrevistarlos, los espera en la oficina de su papá, según sus órdenes, tendrán que pasar de uno en uno y podrán ser libres para ir a sus aposentos. Mi recomendación final es que tengan cuidado, las dos chicas son canijas ─terminó.
¿Era en serio? Bufé, si eso quería la chica, bien por mí. De cualquier manera ya le había dado a entender que no me casaría con ella; Patricio nos llevó a la oficina del señor Cuervo e indicó a Luis Javier qué pasara primero y me dejo tal perro regañado fuera de la habitación.
─Suerte güey ─dijo antes de partir. Asentí en agradecimiento.
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El Pacto Tequila
Hombres LoboHay pactos que se cierran con sangre, otros con mucho tequila. María José Cuervo Aguirre es una chica decidida y romántica, quién está por comenzar el viaje de sus sueños junto a su mejor amiga, sin embargo, este se ve interrumpido por una hórrida n...