El Pacto Tequila

El Consejo

María José.

Tras los eventos sucedidos, se vinieron los días siguientes. La explicación al líder de la familia Antigua y después el encontrarnos con Ferrán y Pato para explicarles la situación ocurrida, quienes primero me dieron la regañada de mi vida y después volvieron a trabajar para llevar a cabo la sesión con el consejo de razas. Todo tenía que ser claro y conciso.

─ni creas que te has salvado por lo que hiciste con la revista ─me dijo el hombre lobo alborotándome el cabello.

─yo sé, fue imprudente de mi parte, pero que buen dinerito me cayó en los bolsillos...

─no triunfes, verdaderamente nos pusiste una buena traba, Pato intento todo, pero fue imposible con tu firma en el contrato ─bufó y después me halo hacía sí sorprendiéndome con un abrazó ─por otro lado, me alegra que estés bien, y estoy orgulloso de que intervinieras, hiciste bien en hacerlo ─agregó. Aquello me tomó por sorpresa, no esperaba que ese mismo Ferrán que me había gritado y echado pleito durante tanto tiempo estuviera mostrando algo de cariño.

─ahora prepárate porque se viene lo difícil... responder ante el consejo ─dijo Luis Javier quien no me había dejado sola desde lo sucedido. Sabía que no sería fácil, mi querido amigo cazador me había estado preparando, pero cada día que pasaba me ponía más nerviosa ─no estás sola querida Majo, estamos aquí para apoyarte ─terminó.

Así y con esas palabras llego el temido día, todo se llevaría a cabo en Puebla; parecía que al igual que el gobierno mexicano cada estado del país contaba con las instalaciones para llevar los procesos necesarios. Yacía afuera de la sala donde se llevaría a cabo "el juicio"; tomaba fuertemente la mano mi mejor amigo quien abogaría por los juzgados, frente a mí estaban sentados el señor Liborio y su hijo Esiquio quienes se habían rendido y sido aprisionados sólo para seguir con el protocolo debido. Hasta en el mundo sobrenatural la burocracia siempre era un obstáculo seguro. Mis dos prometidos estaban parados, ansiosos por entrar, según las reglas, ambos tenían que coincidir conmigo puesto que al igual que yo tenían gran peso como representantes del pacto.

Salió un hombre quien nos ordeno pasar, le seguimos y nos condujo a una sala que me abrumo por completo. Esta parecía una cámara de senadores, podía sentir las miradas penetrantes de la multitud y tras más indicaciones me hicieron sentar junto a mis prometidos en un rincón y colocaron a los "sujetos del caso" frente de todos. Todos guardaron silencio y después de esperar unos minutos aparecieron cinco personas, quienes me explico Patricio, eran los líderes principales de cada raza en América Latina, tragué saliva, sin saber que esperar. Era la primera vez que estaba rodeada de tantas razas diferentes y aquello resultaba abrumador.

Comenzaron pues con lo que parecía un juicio. Mi querido amigo comenzó a establecer el caso y la situación que habían estado viviendo los Montalvo Orozco, explicó la versión que nos habían platicado los vampiros y la comparo con la que se dejó a creer. Sorprendentemente logró traer pruebas a pesar de haber pasado cien años, los diarios de las hijas del señor Liborio donde redactaban algunas de las anécdotas e igual mostró fotos de varios de los "esclavos", poco a poco fueron llegando a lo ocurrido entre los Antigua y ellos, y se ahondó en aquella extraña orden de asesinato. Estaba sorprendida, mi amigo no sólo sabía bien lo que hacía, sino que era excelente en ello, no cabía duda de que por algo era una persona tan solicitada en el mundo sobrenatural.

Tras el abogado expresar todo, decidieron interrogar al padre y al hijo. La mayoría de las preguntas sólo fueron confirmaciones de lo ya establecido, así que decidieron terminar la conversación sacando a colación el altercado entre vampiros. Aquello había sido explicado en un principio con el líder de la casa Antigua, pero no había estado presente para escuchar y Patricio no había comentado nada respecto a aquello.