María José:
Estaba sentada en la silla favorita de mi papá esperando a que tocaran la puerta, tenía en mente hacer sufrir lo más que pudiera a ambos "prometidos" y para ello tenía a mi mano derecha; Ali y yo escuchamos todo gracias a que Pato nos hizo el favor de sacarles la sopa y por ende era justo hacerles pagar por hacerme esperar. Ambos eran unos idiotas y parecía que el tal Ferrán era el patán principal.
─Entonces, ¿el que entra primero es el vampiro, no? ─preguntó Ali que se encontraba parada observando emocionada nuestras herramientas de interrogatorio, asentí, ella tomo varias cosas y corrió a la puerta, esperando a abrirla.
Entonces, tocaron tres veces y tras sonreír a mi cómplice de la vida, hablé:
─¡Adelante!....
...
Luis Javier.
Me observe en el espejo más cercano esperando que todo estuviera en orden; camisa rosa con dos botones sin abrochar, mi cadena de metal, mis jeans recién comprados, mocasines rojos. Todo listo, me acomodé mis rizos para no verme tan despeinado y tras soltar un suspiro, me acerqué a la puerta y toqué tres veces, ya estaba mejor gracias al vaso de sangre que me había proporcionado el hombre perro.
─¡Adelante! ─escuche. Nervioso, abrí la puerta viendo tras un escritorio gigantesco a María José Cuervo Aguirre quien con ojos desafiantes me observó seria, hubiera querido ser fuerte y parecer alguien más interesante, pero me embobe. Era guapísima, piel tersa, ojos cafés tirándole a lo verde, nariz pequeña, labios dignos de besar, cabellera larga y castaña, y no se dijera del olor de su sangre que me ponía más borracho que cualquier alcohol.
Pude escuchar el palpitar de su corazón, sería imposible controlarme, sólo la tenía frente a mí y ya quería lanzarme encima de ella para probarla; tragué saliva, tenía que decirle algo, pero en cuanto abrí la boca fui atacado por un puño de ajos que me obligaron a tragar. Los escupí, volviéndome hacia la loca culpable de hacerme ver mal ante aquella belleza de mujer, la chica me dirigió una risilla burlona.
─¡Te dije que era un mirrey! ─dijo hacia mi futura esposa.
─¡Espérate loca! ¿Por qué me haces tragar ajos? ¿Qué rayos pasa por tu cabeza? ─explaye furioso antes de cerrar la puerta.
─¿Qué no el ajo hace daño a los vampiros? ─dijo la chiquilla, bufé y negué con la cabeza, no valía la pena, yo venía a ver a la chica Aguirre, caminé entonces a la silla más cercana y me senté frente a aquellas mejillas sonrosadas.
─disculpa, antes de empezar... ¿cuál es tu nombre? ─preguntó.
─¡oh, nunca lo dije! Me llamo Luis Javier Antigua Cruz ─comente orgulloso, la chica se mordió el labio inferior y tras guardar silencio se volvió hacia la loca esa de cabellos oscuros.
─¡Alyiana, me maldijiste! ─dijo levantándose de la silla ─volviste a dar en el clavo ─comentó en lo que entendí, un tanto decepcionada, la amiga soltó una buena carcajada. ¿Qué? No entendía nada. María José entonces se volvió a sentar y me vio durante unos buenos segundos, de seguro y con aquello le bastaba para enamorarse de mí.
─Okay, cuéntame de ti. ¿Qué me puedes decir? ¿Cuáles son tus hobbies? ¿Qué has hecho con tu vida señor Antigua? ─pregunto. Sentí mi muerto corazón apretujarse por la formalidad de la chica.
─Javi está bien... pero bueno, nací el 23 de noviembre del año, no creo que importe el año. Nací en Antigua y Barbuda, he estudiado muchas cosas, mido uno ochenta y tres, desde hace cincuenta años que me establecí en Veracruz puesto que me gusta surfear, nadar, y las buenas fiestas, me fascina la música banda, soy fan del buen alcohol, sobre mi vida, considero que soy un hombre que está al pendiente de la moda y que le importa su familia...
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El Pacto Tequila
WerewolfHay pactos que se cierran con sangre, otros con mucho tequila. María José Cuervo Aguirre es una chica decidida y romántica, quién está por comenzar el viaje de sus sueños junto a su mejor amiga, sin embargo, este se ve interrumpido por una hórrida n...