Estuve en el hospital cuatro días más, Edward no se despegaba de mí, Alice venía con mucha frecuencia, al igual que Carlisle, obligaron a Edward a ir a cazar, el se resistía a irse pero debía hacerlo.
Mamá venía con regularidad mientras arreglaba las cosas de la mudanza. Para decepción de papá y regocijo de Renné, Bella decidió volver con ella y probar a vivir en Florida, al menos durante el verano.
El coche de Bella se quedó en Foroks y paso a mi propiedad, papá estaba triste porque ella se fuera, pero en el fondo sabía que eso pasaría.
Mientras estuve ingresada recibí llamadas regulares de Esme, en ocasiones incluso Emmett y Rosalie me habían mandado saludos, Alice se encargaba de comunicarme los buenos deseos de Jasper sobre mi recuperación.
Me sentí en deuda con ellos y en mis ratos libres hice un dibujo de cada uno de ellos, no sabía que regalarles, sabía que tenían de todo, así que fue lo único que se me ocurrió.
La despedida fue menos dolorosa de lo que imaginaba, quería a mi madre con todo mi corazón, al igual que a Bella, pero Charlie era mi pilar y ahora los Cullen también.
Tomamos un avión Edward estaba a mi lado pendiente de lo que necesitase, en cuanto llegamos al aeropuerto Charlie me vio y corrió a abrazarme.
-Beka, cielo, ¿cómo estás?- me preguntó recorriéndome con la mirada.
-Bien papá, la torpeza de Bella se me pegó en el momento menos oportuno- dije encogiéndome de hombros.
Él sonrió aliviado y tras agradecerle a Carlisle unas cien veces nos fuimos a casa. Pasó una semana entera hasta que papá me dejase de preguntar cada segundo cómo estaba.
En el instituto me puse al día con las clases gracias a Edward, iba a su casa tras el instituto, Esme me cocinaba cada día un plato diferente,
-No hace falta que te esfuerces tanto Esme- dije en una ocasión.
-No es un esfuerzo, no sabes lo feliz que me hace cocinar, eres mi niña pequeña ahora- dijo con una amable sonrisa.
Miré a Edward y el asintió confirmándome que en verdad pensaba eso, así que la abracé con cariño.
Me iba recuperando bastante rápido, lo único que aún tenía resentido era la pierna, aunque era lógico, una pierna rota no se recupera de la noche a la mañana si eres humano.
Un día de sol, Charlie tuvo que llevarme al instituto ya que no podía conducir, me sentí fuera de lugar sin los Cullen en el instituto, pero gracias a los cielos, Derek, Adam, Ángela, George, incluso Mike y Eric estuvieron charlando conmigo.
Me decidí a no alejarme de ellos del todo, podrían formar parte de mi vida al igual que los Cullen, una cosa no quitaba la otra.
Ese día al salir del instituto no estaba mi padre en la puerta con el coche patrulla, en su lugar estaba Edward con el coche de Carlisle, sonreí encantada, no esperaba verlo hasta que anocheciese, pero me acerqué lo más rápido que pude con las muletas.
-¿Qué haces aquí? ¿Y papá?- pregunté al subirme al coche.
-Le llamé para decirle que irías a estudias a mi casa- dijo Edward- además le dije que Carlisle quiere revisar que todo vaya bien.
-Pero es peligroso, que salgas al sol- dije.
-Los cristales están tintados- dijo encogiéndose de hombros- y yo quería verte lo antes posible.
Se inclinó hacia mí y me besó en los labios, correspondí gustosa.
-Yo también quería verte- admití sonriéndole- además he terminado algo que quiero darle a tu familia.
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Mi sol a media noche. (Edward y oc)
RomanceEsta es una adaptación de la saga Crepúsculo donde Bella tiene una hermana llamada Rebeca un año mayor que ella, a causa de las mudanzas de Phoenix a Forks debe repetir un año de instituto por lo que asisten a la misma clase. En esta historia queda...