¿A dónde vas ricura?

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Por segunda vez desde que volvimos a Forks, un día soleado me despertó, Bella estaba ilusionada e incluso me preparó el desayuno. Papá nos deseó suerte en el instituto antes de ir a la comisaria.

Casi hacía calor y apenas soplaba viento. Bella y yo queriendo aprovechar las horas de sol fuimos de las primeras en llegar al instituto. Aparcamos y nos dirigimos hacia los bancos del lado sur de la cafetería, que de vez en cuando se usaban para algún picnic.

Conversamos sobre sus nuevos amigos y me alegré al saber que estaba más contenta de lo que esperaba aunque echaba de menos a mamá y el sol.

- ¡Bella! -oí gritar a alguien, y parecía la voz de Mike.

Mike se acercaba saludando con el brazo, lucía unos shorts de color caqui y una camiseta a rayas de rugby.

Se sentó al lado de Bella con una sonrisa de oreja a oreja.

-No me había dado cuenta antes de que tu pelo tiene reflejos rojos –comentó mientras atrapaba entre los dedos un mechón que flotaba con la ligera brisa.

-Sólo al sol- reconoció Bella algo sonrojada, ¿le gustaría el rubio?

-Hace un día estupendo, ¿eh?- le preguntó ignorando por completo mi presencia.

-La clase de días que me gustan –dijo Bella.

Siguieron conversando un rato mientras yo me empapaba de los rayos del sol.

-Es hora de entrar en clase- dijo Bella haciéndome salir de mi ensoñación.

Recogí mi mochila y caminamos en silencio hacia el edificio tres.

Las clases pasaron como un borrón, Bella me comento que iría al día siguiente con unas compañeras a Port Angels y me invitó a acompañarlas, le dije que me lo pensaría.

Los chicos me comentaron que habían aceptado la invitación de unas chicas para acompañarlas al baile y no hablaron de otra cosa. No me sorprendió para nada ver que ninguno de los Cullen había ido ese día a clase.

Esa tarde aproveché el sol para ir a la reserva y visitar a los chicos hasta la hora de cenar.

Esa noche vimos la televisión los tres después de la cena, por hacer algo. No había ningún programa que quisiera ver, pero él sabía que a Bella que no le gustaba el baloncesto, por lo que puso una estúpida comedia de situación que no disfrutamos ninguno de los tres. No obstante, parecía feliz de que hiciéramos algo juntos.

-Papá –dijo Bella durante los anuncios-, Jessica y Ángela van a ir a mirar vestidos para el baile mañana por la tarde a Port Angeles y quieren que las ayude a elegir. ¿Te importa que las acompañe?, Beka puede que nos acompañe también.

-¿Jessica Stanley? -preguntó.

-Y Angela Weber- dije.

-Pero vosotras no vas a asistir al baile, ¿no? —comentó papá.

-No, papá, pero las voy a ayudar a elegir los vestidos- dijo Bella.

-Ya sabes, aportar una crítica constructiva- dije ayudándola.

-Bueno, de acuerdo –dijo-Aunque, ¿no hay colegio por la tarde?

-Saldremos en cuanto acabe el instituto, por lo que podremos regresar temprano. Te dejaré lista la cena, ¿vale?- dijo Bella.

-Bella, me he alimentado durante diecisiete años antes de que tú vinieras –le dijo.

-Y yo te he cocinado la mitad de ese tiempo papá- dije divertida.

Mi sol a media noche. (Edward y oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora