Me despierto en la misma celda que hace 13 años.
Llevo casi toda la vida encerrada aquí.
Mi padre era el Alfa de la manada Black Moon, cuando en mi tercer cumpleaños un ejército de vampiros invadió mi hogar.
Mi madre, mi padre y mis dos hermanos ma...
Los dos estábamos contemplando el agujero por el que había salido yo, nos estábamos planteando como subir los dos con Atka tan herido.
-¿Crees que si te ayudo podrás caminar a cuatro patas por ahí?
Me vino a la mente la imagen de Atka atascado en el conducto de ventilación, se me asomo una pequeña sonrisa, pero desapareció al recordar todos los problemas que teníamos.
-No se, la verdad es que no lo creo
No teníamos otra opción, si nos quedamos demasiado tiempo aquí parados nos encontrarían, de golpe la imagen de mi pequeña apareció en mi mente.
-¿Oye encontrasteis a Karen?
No puedo creer que se me haya olvidado por completo, seria una madre horrible, solo pensar que la pequeña puede estar en cualquier parte del mundo en este preciso momento y que yo no puedo hacer absolutamente casi nada, se me rompe el corazón, pero estoy segura que si salíamos de aquí con vida la encontraría y mataría a los desgraciados que se la llevaron de mi lado.
-Exactamente no se donde esta, pero diría que esta en este edificio
-Tenemos que encontrarla y salir los tres con vida, por favor
Lo único que quería en este momento era salir de esta prisión y volver a casa. Con la pequeña y el amor de mi vida.
-Esta bien, pero si la cosa se complica te pediré que te vayas, yo encontrare a Karen y nos encontraremos en casa, de acuerdo Alex
Este estaba alucinando un poco, enserio creía que yo le haría caso a él, creía que me conocía mejor. Solo con ver mi expresión supo en lo que estaba pensando.
-Bueno, da igual, no me harías caso ni que tu vida dependiera de ello
Le di un beso en la mejilla y me subí al conducto de ventilación.
-Atka quédate aquí, iré a buscar a Karen y después vendré a por ti, por favor, no te mueras
-Que pretendes que haga si no vuelves, no quiero ser la chica atrapada en la torre, no quiero que mueras
Sabía que cabía la posibilidad de que no volviera a por él, pero solo nos quedaba creer
