Capítulo 4

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Pov. Atka
-Alfa, hoy por la noche los de la manada darán una fiesta por los 300 años de tu padre, creo que debería asistir- mi beta me informo del plan de esta noche.

-Claro que asistiré, pero deja de llamarme Alfa, sabes que somos muy amigos- Dereck era mi beta y por mucho que insisto no me hace caso.

-Ya veremos, Alfa Atka- me guiño un ojo y me dejo solo en mi habitación donde al cabo de poco me quede dormido.

Alguien estaba llamando a mi puerta, por el olor pude saber que se trataba de Dereck.

-¿Alfa estas despierto? la fiesta empieza ya- Mierda me había olvidado de la fiesta.

-Sí, ahora bajo, dame un momento- Dereck se fue y me metí en el baño para darme una de mis duchas rápidas, baje de seguida y todos en la manada estaban festejando y gritando.

La mayoría estaban con sus mates dándose besos, aún espero que la persona especial llegue a mi vida.

Pasaron al rededor de 3 horas cuando la puerta de la muralla se abrió dejándome percibir un olor que jamás había percibido, era una mezcla de frutas del bosque con chocolate.

¡Mate! gritó Zelda mi lobo interior.

Me fui acercando a la puerta y me encontré con unos ojos verdes mirándome, no me lo podia creer, la había encontrado.
Cuando salí de mi trance pude darme cuenta de en las condiciones que se encontraba esta, por el frío que hacía llevaba ropa rota con agujeros por todos lados, en sus brazos se podia ver marcas y sangre seca.

De pronto sus piernas fallaron, pude alcanzarla a tiempo cuando se estaba apunto de dar con el suelo.

-¿Quien te a hecho esto luna mía?- sentí unas ganas enormes de protegerla y matar al culpable.

-Unos vampiros, me encerraron en una celda durante 13 años- no me lo podía creer, sentí una rabia inmensa, pensar que ha tenido que soportar esto por tanto tiempo, ahora mismo solo podía esperar a que se curase.

-Vamos a pedir que te curen, pequeña- le di un beso en la frente y una pequeña corriente de electricidad paso por mi cuerpo.

Cuando llegamos al hospital deje a mi Mate en una camilla con muchísimo cuidado.
Se llamaba Alex, esa chica pequeña con esos ojos verdes que intimidan, esa cabellera rubia, era toda mía.

-Alfa Atka, esta chica a sufrido lo inimaginable- me comencé a preocupar, que le habrán hecho esos chupa sangre.

-Dígame doctor

-Por lo que he podido con las radiografias, sus huesos han sido quebrados con mucha continuidad, en las radiografias se puede apreciar- me las enseño y era verdad en los huesos se podia ver marcas y no solo una en cada huesos al menos había 5 o más.

- Tiene todo el cuerpo de contusiones por golpes muy fuertes sobre todo en sus costillas, tiene marcas y heridas de latigazos por todo el cuerpo, no era un látigo normal, llevaba plata haciéndola sufrir más- no puedo imaginarme lo que a podido sufrir

-Aparte tiene los tobillos bastante mal, por lo que pude ver llevaba mucho tiempo con unas cadenas de plata puestas.

-Algo más- no podía haber algo más, no más, no podia creer que le pasara todo esto

-Alfa, hay una cosa más- se le podía ver que estaba muy nervioso.

-Vamos suéltalo

-La han agredido, ehm, sexualmente y no solo una vez, sino muchas.

Mi sangre empezó a hervir, como se atreven a tocarla, esos hijos de puta, los matare, lo juro, los mataré.

Quiero salirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora