Quiero salir

Capítulo 8

Abrí la puerta de casa como pude y cogí a la niña y le dije que se escondiera en algún armario y que no saliera hasta que yo fuera a buscarla, ella me obedeció y se fue corriendo a la cocina en busca de un escondite, no iba a permitir que le hiciera lo mismo que me hizo a mi.

Subí las escaleras tan rápido como pude y me escondi en uno de los armarios de la segunda planta.

¿Karina no me puedo transformar?
Lo siento Alex, aún no tengo demasiada fuerza, intenta resistir alguien vendrá a ayudarte, intentare comunicarme con el lobo de Atka.
Por favor, voy a luchar todo lo que pueda.

En ese armario no había nada con lo que defenderme, pero sabia que Atka en la habitación tenia cuchillos.

-Alex querida, no te escondas, te voy a encontrar de todas formas- Comencé a escuchar como subia las escaleras con calma, realmente me estaba dando caza.
Sabiendo que nadie podría ayudarme en estos momentos, salí corriendo de mi escondite en busca de los cuchillos, él, empezó a acelerar el paso. Llegue a la habitación, la cerre con seguro, aún que sabía que eso no iba a impedir que no entrará.

Vacié todos los cajones y encontre dos cuchillos. Alguien llamo a la puerta y por el olor a muerto que hacía ya sabía quien era.

-Abreme la puerta y prometo no matarte, vamos querida, se que me hechas de menos- ese puto engreído.

Abri la ventana para ver si podia tener alguna escapatória, el comenzó a forcejear con la manilla de la puerta, había un árbol no muy lejos de la ventana, creo que si saltó puedo alcanzarlo, me puse en posición para saltar pero cuando me estaba impulsando para hacerlo me cogió de la cintura y me estrello con en suelo.

-No te vas a escapar, esta vez no- Empecé a chillar pero me puso una mano en la boca, con uno de los cuchillos que tenía en la mano se lo clave en el brazo, solto un chillido espantoso y pude ver como se enfado, me dio un puñetazo en la cara y aprovechó para sacarme los cuchillos.

Ahora estaba desprotegida, me comenzó a dar golpes en las costillas, esta vez no dejaría que me utilizara no sin antes haber intentado matarle, le hice la zancadilla, no se cayo pero al menos lo distrajo para que me pudiera apartar de el y darle un golpe en la parte más delicada de un hombre, le comencé a dar patadas pero parecía que no funcionaban se podían ver pequeñas muecas pero no se movia ni un centímetro.

Cuando pare de golpearlo, porque vi que no estaba dando ningún resultado, estaba agotada.

-Ahora me toca a mi- Intente correr a la puerta pero no alcance ni a tocar la manilla porque me clavó uno de los cuchillos en la pierna, me caí de rodillas al suelo, intente mantenerme de pie, me clavó el otro cuchillo en la otra pierna, esta vez caí de rodillas al suelo, estaba perdida, no podía correr, no sabía defenderme, había sido cazada.

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