Prólogo

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El siseo del viento en la copa de los árboles y el crujir de las hojas perennes, desparramadas por el suelo por el paso del otoño, alertaron de que el peligro nos acechaba. Y este no solo se encontraba en el silencio de los árboles, tampoco en cada rincón de las ruinas de lo que antes fue una ciudad, sino dentro de cada uno de nosotros. Los humanos. Unos creen que se han extinguido. Otros que se hallan escondidos debajo de las piedras o en cualquier cobijo que los refugie del trepidante fin. Yo, en cambio, afirmo que mientras hayan recuerdos no nos extinguiremos del todo.
─¡Corred!─ gritó.
El silencio se convirtió en sonido. De un momento a otro todo cambió. De repente y sin alertarnos de que todo lo que conocíamos, todo con lo que habíamos crecido, iba a desaparecer.

The TowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora