6:20 [BTS]

16. Cuando quieras

Sé que no debería reírme de lo avergonzado que luce Namjoon en este momento, también sé que no debería hacerlo en voz alta, pero se me hace imposible detener mis carcajadas cuando el muchacho se tropieza con sus propios pies al bajarse de la camioneta para comenzar a correr hacia la entrada del exclusivo lugar al que me han pedido traerlos sin mirar atrás.

Me bajo de la camioneta una vez que apago el motor y cierro la puerta tras de mí con cuidado, fijándome en la elegante edificación de dos pisos con enormes ventanales en toda su extensión y un pequeño balcón que permite divisar el hermoso barrio en el que nos encontramos.

— Admito que mi humor acaba de mejorar gracias al bocón de tu hermano – Yoongi sonríe abiertamente al situarse junto a mí en medio de la acera, en donde me he quedado parada, solo a un par de metros de la puerta por la cual Namjoon ingresó a toda velocidad.

— ¿Lo sabías? – balbucea Hoseok, llegando junto a nosotros con expresión sumamente confundida – ¿Cómo es que nadie está sorprendido? Estamos hablando de Dominique, quien casi golpeó a Namjoon. Estamos hablando de Namjoon, quien no soportaba a Dominique. ¡¿Por qué soy el único que está confundido con toda esta gran revelación?!

Sonrío, presenciando en primera fila como Hope lleva sus manos a su cabeza y comienza a pasearse de un lado a otro de forma tan dramática que me hace sonreír, al igual que a Seokjin, quien es el último en llegar a nuestra pequeña reunión en medio de la acera.

No voy a negarlo; estoy sorprendida, pero no al nivel en el que Hoseok espera. Es decir, con toda la paranoia que Jimin tuvo al respecto, es imposible que una parte de mí no se lo haya esperado, lo que realmente me sorprende es el hecho de que Dominique haya dejado que, lo que sea que tiene con Namjoon, haya florecido, aunque sea ligeramente.

La personalidad de Dom, al crecer, jamás le permitió acercarse a alguien más de lo necesario. Siempre fue catalogada como una reina de hielo, como una chica sin sentimientos que ni siquiera dejaba que los chicos, o chicas, se le acercaran para invitarla a salir siquiera.

Esa conducta siempre fue criticada por todos a su alrededor, pero yo jamás pude culparla. Sus pupilas me mostraron siempre lo aterrada que estaba de entregarle su corazón a alguien por miedo a sufrir como mi padre lo hizo una vez que mamá se fue, por miedo a pasar lo que yo pasé por enamorarme de una persona como Wayne.

— Oh, vamos – se queja Yoongi, quitándose sus gafas de sol y posando sus manos en sus caderas, sacándome de mis pensamientos – ¡Esos dos son demasiado obvios!

— Quizá lo son para ti – alzo las cejas a modo de respuesta. – aunque Jimin siempre mencionaba la rara actitud de Namjoon junto a Dominique.

El pálido muchacho suspira, rodando los ojos antes de mirarme.

— ¿Y tú no las notabas? – inquiere de pronto, algo sorprendido cuando yo niego con la cabeza – lo que sucede es que tú pasas por alto los detalles más reveladores, Theodora – finaliza, sacudiendo su cabeza en medio de una mueca socarrona.

— ¡Pero es que no hay detalles reveladores! – protesta Hosoek, entrando en un estado de desesperación pura. – ¡Jamás los hubo!

— ¿Jamás notaron cómo Dominique miraba a Namjoon? – inquiere Yoon, mirándonos a ambos.

— ¿Como si quisiera golpearlo de nuevo sin fallar?

Suelto una carcajada de forma involuntaria al ver la expresión de Min, como si estuviese tratando con un par de niños pequeños que no comprenden que la suma de uno más uno es dos.

— No estoy diciendo que no vi un par de señales, o esos detalles reveladores que Jimin tanto me recalcó – me explico – es solo que me sorprende que ella haya dejado que sucediera – carraspeo – además, no esperaba que mi hermano me confiara toda esta información frente a ustedes una vez que me confesó que hackeó el teléfono de Dominique.